Inseguridades - GOTBANGTAN AU

‹Cincuenta y ocho›

A JungKook le dió un pequeño ataque de pánico a verse solo. TaeHyung lo había abandonado a la mitad del camino y JiMin no estaba.
Está bien, tenía que ir a su salón. Solo quería estar un rato a solas y pensar, pensar y seguir pensando hasta que encontrara las respuestas de algún lado.
Se dirigió al salón, con paso apresurado pero disimulado. Y justo cuando creía estar cerca, un chico alto salió de este.
A penas lo reconoció quiso dar vuelta atrás, pero era tarde, el otro ya lo había visto y se había acercado rápidamente a él.

—JungKook-ah, espera un segundo. Te estaba buscando. —Expresó la voz grave—. Necesito hablar contigo.

Kook lo miró un momento. No estaba seguro de que acercarse a la fuente de sus problemas fuera la solución.

O tal vez sí.

—De acuerdo MinGyu-yah. —Tragó saliva, entrando al salón y cerrando la puerta.
—No quise incomodarte. Sé que fue un poco tonto decírtelo. Pero se me escapó, lo siento. —Agachó su cabeza avergonzado.
—No, no. No te disculpes. Supongo que no es tu culpa, esas cosas a veces salen solas. —No quería una disculpa. Eso no respondía nada.
—Solo no quiero que te alejes de mí, no quiero que nuestra amistad termine cuando apenas empieza. —Un ligero puchero apreció en sus labios—. Quiero que sigas viniendo a mi casa a jugar, DongMin-ah también lo quiere. —JungKook no podía contra aquella expresión.
—No lo haré. Lo prometo. —MinGyu extendió una sonrisa brillante nuevamente, haciendo que a Kook se le contagiara.
—Me gusta tu sonrisa. —Alagó y el más bajo se sonrojó—. ¡Tus mejillas sonrojadas también son lindas!
—No digas eso. —Miró hacia otro lado avergonzado.
—Esas son la clase de cosas que le dices al chico que te gusta, ¿no? —Kim acercó su mano a la mejilla contraria e hizo que lo mirara—. Quisiera demostrarte que de verdad cambié, que soy bueno para tí. —Jeon se quedó sin aliento—. No quisiera que nos tengamos que separar de nuevo y haber desaprovechado el tiempo. Ya cometí ese error en el pasado por ser un completo idiota, no puedo permitir que pase de nuevo.

JungKook simplemente se quedó sin habla. Las dulces palabras parecían ir directo a su pecho y clavarse en su corazón.

MinGyu pasó su mirada a sus labios, y con un dedo acarició suavemente su labio inferior. Se relamió los propios.

Dioses, esa mirada de deseo, realmente le habían dado escalofríos.

—Prometo no fallarte esta vez, no voy a desepcionarte como antes.

Sigilosamente pasó una mano por su cintura, acercándose lentamente hasta que ya no había más espacio entre sus cuerpos. Trató de acercarse a sus labios.
JungKook, casi por inercia volteó su rostro. No estaba seguro de lo que estaba pasando, se sentía obnubilado en ese momento.
Aún así MinGyu no podía desaprovechar la cercanía. Su otra mano también pasó a su cintura, y bajó sus labios hasta el cuello de JungKook, dejando besos largos sobre su piel.
—MinGyu-yah... —A penas pudo pronunciar, poniendo sus manos sobre sus hombros como si tratara de alejarlo pero sin fuerza.

El cerebro de JungKook parecía haberse apagado. Solo así. Ese parecía ser el secreto de MinGyu, había encontrado ese swich en el que JungKook pierde la razón y la conciencia de todo lo que lo rodea.

El clásico sonidito para volver a clases hizo que JungKook volviera, dándole un empujoncito, y dando algunos pasos hacía atrás rápidamente, casi tropezandose con sus propios pies, pero chocando con la pared.

TaeHyung había corrió en tanto escuchó que había que ir a sus salones, siendo el primero en abrir la puerta y ver a JungKook y MinGyu solos, mirándose con sorpresa, como si supieran que hicieron algo malo.

—Mierda. —Soltó al darse cuenta de que la misión, la cual se suponía que él lideraba, había fallado.

Más alumnos empezaron a entrar.
JungKook bajó su rostro. El remordimiento lo carcomía ahora. Tomó su mochila que había dejado a los pies de MinGyu, y se fue rápidamente a su asiento.