‹Sesenta y cinco›

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TaeHyung tenía una idea para ayudar a HoSeok. No estaba seguro de que las cosas saldrían bien, pero trataba de ser positivo y pensar que sus padres lo amaban y lo apoyarían a pesar de todo. Y aún si no era de esa manera, todo se aclararía de una vez por todas.
Eso quería creer.

Pero, para que su plan funcionara, HoSeok no tenía que saberlo. Y el problema era que no sabía dónde vivía el mayor. ¿Debería seguirlo?

—¿Qué pasa TaeHyung-ah? —Le preguntó HoSeok.
—¿Hmm? —Lo miró sin entender a qué venía la pregunta.
—Te me quedaste mirando, ¿hice algo raro? —Rió juguetón.
—Oh, no es nada hyung. ¿Qué harás después de terminar la práctica?
—Hmm... Iré a estudiar a casa de JaeBeom-ah con JinYoung-ah. ¿Por qué?
—Solo curiosidad. —Se encogió de hombros—. Yo también pensaba ir con JiMin-ah o JungKook-ah a estudiar. Pero podemos hablar después de eso, ¿a qué hora volverás a tu casa? —Trató de sacarle información sin que se diera cuenta.

Últimamente HoSeok le había estado enviando mensajes después de terminar sus tareas, con la excusa de que estaba aburrido conversaban de cualquier cosa, y a veces pasaban horas. Para ambos se estaba convirtiendo en algo común, por ello la pregunta de TaeHyung no sonaba tan extraña.

—Ya sabes, trataré de regresar lo más tarde posible, hasta que la mamá de JaeBeom-ah me saque. —Rió.

Era su día de suerte, tenía que aprovechar esta oportunidad.

Así que cuando terminaron las prácticas, guardó sus cosas y corrió a buscar a su único cómplice (o esperaba que lo fuera), encontrandolo saliendo de los baños.

—Mark-hyung, necesito que me ayudes con algo.
—Por supuesto, ¿qué es?
—Tengo un plan, pero antes de eso, ¿sabes exactamente dónde vive HoSeok-hyung?
—Hmm... —Lo pensó un momento—. Creo que no, no recuerdo haber ido a su casa.
—Eso será un problema, ¿quién puede saberlo? —Preguntó más para sí mismo.
—Tal vez NamJoon-ah y SeokJin-ah, o tal vez los sabelotodos de JaeBeom-ah y YoungJae-yah.
—Creo que NamJoon-hyung y SeokJin-hyung fueron de los últimos en salir, quizá sigan cerca. —Lo pensó un segundo y asintió—. Iré rápidamente a la salida, te espero allá. —Mark asintió y TaeHyung se dió media vuelta comenzando a correr.

Cruzó los portones donde terminaba el instituto, miró para todas partes, y ahí estaban sus hyung a unos metros, caminando tranquilamente tomados de la mano.

—¡NamJoon-hyung! ¡SeokJin-hyung! —Gritó y corrió hasta llegar a su altura, ambos mayores volteando sorprendidos.
—¿Qué pasa TaeHyung-ah? —Preguntó SeokJin amablemente.
—Que bueno que los alcanzo. ¿Saben dónde vive HoSeok-hyung? Es que me prestó unos libros que usó el año pasado, y quería preguntarle algunas cosas y devolverselos, pero se fue antes de que pudiera. —Inventó toda una historia para que los mayores no dudaran.
—Claro. —Le sonrió NamJoon y comenzó a explicarle por dónde tenía que ir.
—Gracias hyung. —Se inclinó un poco.
—Por cierto, ¿sabes si JiMin-ah y YoonGi-yah salieron juntos? —Preguntó Jin.
—Sí, creo que JiMinnie dijo algo de ver una serie, un drama o algo así. —Se encogió de hombros.
—Esos dos han estado muy juntos, ¿no? —Comentó algo pensativo.
—Sí, demasiado diría yo. Pero bueno. Para allá, ¿cierto? —Apuntó al lado contrario y NamJoon asintió—. Gracias, nos vemos mañana. —Se inclinó nuevamente y los dejó atrás, encontrándose a Mark esperándolo frente al instituto.
—¿Entonces? —Preguntó el mayor.
—Ya sé dónde es, vamos, te explico en el camino.
—De acuerdo. —Asintió y ambos tomaron camino.
—Bien, HoSeok-hyung me ha dicho que le gustaría que sus padres lo vieran bailar, pero si saben que él participa no querrían ir. Así que estaba pensando en una manera de ayudarlo, y solo pude pensar en invitarlos.
—¿Cómo?
—Pues, estaba pensando en fingir cómo que somos los organizadores del evento, e invitarlos personalmente. Como si estuviéramos haciendo lo mismo con lo todos los padres para que sea más formal, o algo así, y darles una invitación. Mira. —Metió la mano a su mochila y sacó la mitad de una hoja, más gruesa de lo común y con letras y un diseño elegante.
—Vaya, quedó bien. —Alagó Mark.
—Tiene que ser creíble. Realmente quiero que vayan.
—De acuerdo, ¿y dónde entro yo?
—Eres escencial para esta misión hyung. Necesito que tú hables con sus padres.
—¡¿Yo?! —Se sorprendió.
—Sí, por favor. Yo no voy a poder, me voy a poner muy nervioso. Además, se nota que eres de tercer grado y que eres un chico serio. —Tae juntó sus manos—. Por favor, por favor, por favor~.
—Ah, de acuerdo. Solo porque debo un favor.
—Gracias Mark-hyung. —Sonrió aliviado.
—Supongo que HoSeok-ah no debe enterarse de esto.
—No por el momento.
—Bien. ¿Estás seguro de que es por aquí?
—Sí, acabamos de pasar la cafetería a la que vengo con HoSeok-hyung, supongo que no vamos mal encaminados.
—¿Vienes a tomar café seguido con él?
—Sí, a veces. —Respondió sin notar la sonrisa y mirada curiosa del extranjero.
—Uy, ¿qué se traen ustedes dos? —Le dió un ligero golpecito con su codo.
—Nada. Somos amigos, tenemos muchas cosas en común que no sabíamos que teníamos.
—También soy tu amigo y no me invitas a tomar café.
—Supongo que esto en común es un poco más personal hyung.
—Bien, bien. No me quieres decir, está bien.
—No es que no te quiera decir, solo que ahora no puedo, tal vez después, cuando las cosas pasen. —Se encogió de hombros—. Espera, NamJoon-hyung me dijo que era una casa grisácea. —Decía más para sí mismo—. ¿Pasamos el parque? Sí. Entonces creo que es esta, de un piso, puerta blanca a un costado, y gris.
—¿No era más fácil se te daba el número?
—Me dijo que no lo recordaba porque había pasado mucho tiempo desde que vinieron.
—De acuerdo. Préstame tu corbata. —TaeHyung se la quitó rápidamente y se la dió. Mark sacó su saco de su mochila y se lo puso—. ¿Está bien el cuello de la camisa? —Preguntó tratando de acomodarla.
—Sí.
—¿Tienes un cepillo o algo así?
—Oh, sí. —Nuevamente buscó en su mochila y sacó el objeto. Mark acomodó su cabello para que no se viera que había estado practicando—. ¿Desodorante? ¿Loción? Tiene un aroma fresco. —Ofreció risueño.
—Tal vez... —Alzó su brazo y olfateó—. Desodorante, no, no huelo mal, pero la loción sí. —El menor felizmente le esparció del líquido—. ¿Usas lentes?
—A veces, cuando se me cansa la vista, ¿los quieres? —Mark asintió y rápidamente los tuvo sobre su rostro.
—De acuerdo. —Sacó una libreta de su mochila, lo puso en alguna hoja llena de apuntes y puso la invitación encima—. Sí, creo que me parezco a los del consejo estudiantil.
—Sí lo creo hyung. —Asintió risueño.
—Bien, solo es hablar con sus papás, invitarlos e irme, entiendo la historia que inventaste. —Suspiró—. Escondete, voy a tocar. —TaeHyung asintió, tomó sus cosas y se alejó.

Inseguridades - GOTBANGTAN AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora