El hombre detrás del Dios

Capítulo •14•

En las calles de una Inglaterra llena de crímen, alcohol y sin moral propia había un callejón dónde dos hombres compartían una botella de vino.
Uno de los hombres se sacó la botella de la boca y se la paso a su contrarío

_Esta vida solo nos quita y quita y quita más

Quien se servía en una copa y tomaba vio a su compañero que hablaba

_Lo se, lo sé, pero no podemos hacer nada contra eso, la economía se desploma, las personas recurren al robo, las mujeres venden sus cuerpos y los niños se crían robando, somos afortunados de llegar lejos como para tener almenos este trabajo

Con botella en mano tomo un trago y la dejo en el suelo viendo al cielo oscuro

_Si... Creo que sí, es verdad, nada de esto es bueno pero lo que hacemos es por nuestras familias, y ellos valen cada cada minuto
_¿Sabes? Nunca pensé escuchar eso saliendo de tu boca, pero tienes razón ¡Toda la maldita razón! ¡Nuestras familias son importantes y debemos dar cada momento para su futuro!
_¡Si! Ahora vayamos con nuestras familias, que mañana habrá que trabajar

Los hombres con la botella de vino iban por la calle hablando de temas pero orgullosos y con toda la autoestima alta, frente a ellos vieron a dos hombres en medio de la noche caminando, pero antes de que salieran de su campo de visión uno de los hombres apuñaló al que llevaba la botella y el otro golpeó con un objeto contundente en la cara al que tomaba con copa dejándolo en el suelo, se escuchó un ruido casi como un "click", ambos hombres llenos de sangre veían lo que cometieron.

_No está pasando nada...
_Espera.
_Te lo repito ¡No está pasando nada! ¡Están muertos!
_Claro que lo están, por eso estamos haciendo esto
_¡Me dijiste que este sería un cambio para el mundo!
_NUESTRO mundo
_Juro que te mataré a ti también ¡No puedo creer que me obligadas!

Mientras los hombres discuten sobre sus acciones el que llevaba la copa se levantó en angulo sin doblarse hasta estar de pie y avanzar hacia ambos a ritmo dudoso

_Espera
_¡No! ¡Tú espera!
_Callate ¿No escuchas?
_¡La policía!
_No, es algo completamente distinto

Los hombres miraban hacia la calle tratando de ubicar de dónde venían los pasos, nada por la derecha, nada por la izquierda, uno de los hombres fue jalado hacia atrás y apenas pudo rozar al contrarío y este se giró para contemplar el horror.

El hombre al cual dejaron en el suelo con el objeto contundente en su cara sujetaba del cuello al hombre chillón, y en su otra mano tenía el brazo del que bebía vino de la botella, el objeto cayó de su cara, su rostro era pálido, sus ojos estaban perdidos, sus dientes se tornaron en colmillos y libero en voz baja un "Wryyy...~".
El hombre chillón intentaba safarse golpeando al pálido con fuerza pero apenas podía hacerle algo y se llevó el brazo que llevaba en su mano a la boca para arrancar un cacho y mascarlo viendo al sujeto frente a él.

_¡O-ohhh mierda! ¡Jonathan!
_D-Di-Dioooooghhh! -Era sofocado cuando le ahorcaban-
_Está es... ¿La verdad de la máscara de piedra? -Apenas se podía mover, estaba paralizado-

Dio tuvo que tomar coraje, su cuchillo estaba en su mano y solo estaba a pocos pasos de Jonathan para salvarlo.
El hombre pálido continuaba consumiendo el brazo mientras sujetaba a Jonathan, Dio se abalanzo con el cuchillo rebanando los dedos del cuello de Jonathan, el hombre pálido lo soltó retrocediendo, apenas respirando Dio lo apartó y pudo sujetarlo para ver a esa criatura

_Jonathan ¿Te encuentras... Saludable?
_Aghh... Aghh... S-si Dio, pero creo que hay algo más importante, por ejemplo -apunto al hombre pálido cuyos dedos estaban en el suelo- ¡Saber que hacer con eso!

Mientras hablaba, Dio había comenzado a correr por la calle, Jonathan tuvo que correr detrás de él gritándole

_¡Dio! ¿Cómo te atreves a abandonarme? ¿¡Acaso buscas que me mate!?
_Jonathan si te callaras y me hubieras escuchado, te grite "¡CORRE!"

Los hermanos corrían por las calles de Inglaterra, oscuro, solo las lámparas mostraban algo de luz, y el frío no ayudaba, se escuchaban pasos, por la calle, por los callejones, incluso en los techos se oían pasos que los perseguían, mientras corrían Jonathan choco contra alguien, y Dio ya estaba apunto de desenbainar su cuchillo, hasta que reconoció la figura, era un policía, rápidamente la oculto y ayudo a Jonathan a levantarse.

El policía los vio y les gritó

_¿Qué hacen a estás horas fuera niños? ¿Acaso buscan problemas?

Dio tuvo que apelar al estado actual del boca en boca de las calles de Inglaterra

_¡Oficial! Necesitamos se ayuda, vimos a un sujeto asesinar a otro y huimos de él
_¿De verdad? ¡Eso es horrible! ¿En cuál dirrección? Deberé informar a la comisaría

Jonathan viendo la situación le hablo a Dio en voz baja

_Dio ¿Estás seguro de esto?
_Es un policía, está capacitado y tiene un arma, claramente puede hacer esto, solo debemos asegurarnos de que esto termine rápido

El policía los veía a los dos, ambos dicidieron dejar de hablar entre ellos para verlo también y se quedaron esperando a que algo pasara, pero nada pasaba, el policía lentamente fue abriendo la boca, parecía que intentaba hablar pero cada vez era más estresante

_¿Se encuentra bien, oficial?
_¿Necesita que nos marchemos?

El oficial seguía viéndolos, de su boca abierta comenzo a brotar algo, se veía pequeño y se movía muy lento, no parecía dirigirse al suelo, sino que iba subiendo mientras salía, mientras más avanzaban de sus mejillas parecían también brotar.
Ambos parecían asqueados e incómodos, era horrible, pero mientras Dio tenía que ver a otro lado tratando de buscar al hombre pálido, mientras que Jonathan pudo concentrarse en el oficial y notó sus ojos vacíos, agarro a Dio del abrigo y lo jaló hacia él.

_¡Dio! ¡Él está ahí!

Decía gritando hacia el oficial el cual los objetos que salían de su boca y mejilla rápidamente fuero hacia arriba arrancando la mitad de su cabeza y mientras caía atrás de él estaba el hombre pálido.

Capítulo ‹XIV› |Fin|