Capítulo •4•

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Desde la llegada de Dio y Pucci a la vida de los Joestars estos se han encargado de no solo tomar la confianza necesaria, sino también de hacer acercamientos a estos.
Dio era bastante superior a Jonathan en varios aspectos, inteligente, veloz, fuerte y tramposo, pero se retenía a si mismo por las palabras de Pucci.
Pucci por su lado investigo más sobre su alrededor y descubrió en una pared una máscara de piedra colgada, a esta se quedó atónito, recordó una conversación que tuvo con Dio en sus años de escuela.

_"Utilizando una máscara de piedra y la sangre del hombre que me ofreció su hogar logré el cometido de transformarme en algo muy parecido en lo que parece que llaman ahora "ser de la noche" un vampiro, dime, alguna vez escuchaste la historia de Vlad El Empalador? Por lo que leí inspiraron su persona en la criatura ahora conocida como Drácula, o su padre, nunca conseguí la información exacta y dudo poder encontrarla ahora..."

En la mansión Joestar, George se acercó por detrás de Pucci y se aclaró la garganta

_Digame Pucci ¿le interesa esa máscara?
_Oh, señor Joestar -Volvio en si al oírlo y se giró- si, disculpe, solo es que... Esa máscara es... Interesante
_Lo se, me imagino como es verla, la forma tan humana, los labios y dientes sobresalientes, y si me lo permite...
Acercándose a la máscara la descolgó y giró mostrando una descripción en un antiguo idioma Azteca
_esta inscripción de aquí aún no ha sido descubierta, pero supongo que en un futuro podría saber que dice, quizás era usada en rituales salvajes, o incluso sea una "corona" de alguna tribu, solo se sabrá hasta que se descubra que dice
_Oh... Es... Verdaderamente sorprendete, si pudiera estudiar ese idioma para traducirlo lo haría por mero gusto, pero tiene mucha razón, sería imposible ahora averiguar qué dice...

Fuera de la mansión, cerca de la riviera del río Jonathan se sentía solo por la forma en que sus antiguos amigos lo ignoraban hasta notar a alguien observandole, era Erina Pendelton, ella dejo una canasta de uvas junto a su pañuelo y se alejo, Jonathan le invito mañana al pueblo mientras se alejaba y se sentaba nuevamente me la riviera junto a Danny, hasta escuchar a alguien hablar

_Ehh... ¿Señor Jonathan Joestar?
_Oh, disculpe, no lo ví ¿Quién... ?
Jonathan al girarse y ver a un joven chico rubio y de ropa blanca solo se quedó observandole
_¿Sucede algo? ¿Hay problemas?
_N-no, no hay problemas, solo quería preguntarle si-
En ese momento fue interrumpido por su estómago que pasó unos días comiendo sobras de lo que encontraba en las calles de las del pueblo cercano y se sentía bastante vacío
_Claro, no hay problemas, puedes comerlas, yo acababa de almorzar de cualquier manera, sin miedo, Danny no muerde.
_P-pero... (Él... Es como Jolyne y Jotaro... Aunque es raro, tengo 11 y Jonathan 13, supongo que los tiempos cambian bastante...) Supongo que sí, muchas gracias de verdad.
Emporio se sentó al otro lado de la canasta enfrente de la riviera y comenzó a comer las uvas
_Bueno ¿quieres hablar de algo?
Danny se acercó hasta Emporio y le olfateo y a diferencia de Pucci este le ladrón y le continuo olfateando
_Hey! Jeje, buen chico, tranquilo, tranquilo.
Le acariciaba la cabeza para calamrlo un poco
_Parece que a Danny le agradas {Supongo que a Danny no le agradan los negros...}
_Jonathan Joestar, verdad? Quería saber si conocías a esa chica que recién se alejó
_Oh, no, lo lamento, nunca le pregunté su nombre en realidad, me siento como un tonto en ocaciones...
_Y-y ¿Porque se sentiría como un tonto?
_No lo sé, hace poco llegó un chico, se llama Dió Brando y su... Nunca supe el nombre de esa palabra, cuando eres el protegido de esa persona...
_S-si, entiendo lo que quieres decir, ¿De quién es protegido Dió?
_De un hombre llamado Pucci, es algo... Extraño a veces, pero es simpático, habla mucho de Dios y la biblia.
La mirada de Emporio se congelo por completo al oírlo, no tragaba saliva, su garganta se hizo un nudo, su estómago también y cada parte sentir de él se enfrió fuertemente y no pudo hacer algo más que comenzar a sudar en litros
_¿Hm? ¿Sucede algo? Pareces como si algo malo hubiera pasado
_N-no... No paso nada Jonathan... Solo... Recordé algo...
Emporio se levantó de a poco algo confundido y aterrado
_E-espera! -Dijo Jonathan levantándose también- no me haz dicho tu nombre
_¿Ah? Claro, me llamo- (Espera, si Jonathan habla con alguien sobre este encuentro dirá mi nombre y si Pucci lo escucha sabrá que estoy aquí, rápido Emporio inventa un nombre que Pucci no pueda adivinar...) Máximo Meridio... Se que no lo parece pero soy del norte de Italia...
_Bueno, Máximo, es un gusto conocerte, espero podamos encontrarnos más seguido
Jonathan sin saber de ella mentira que le dijieron le extendió la mano en señal de amistad a Emporio y cuando le acercó la mano para estrecharla sintió una leve descarga en su mano que parecía que Jonathan no notaba y luego se alejo caminando
_Hey! Cuando quieras puedes acercarte de vuelta aquí, no hay problema, no hago nada... Je, que simpático es Máximo, tu qué dices Danny?

Capítulo IV -Fin-

El hombre detrás del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora