Capítulo •2• V.2

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_Disculpe ¿Pero cuanto más faltará para llegar? –Decia desde la carroza quien la tripulaba
_Estamos a unos minutos señor –El conductor le dijo guiando a los caballos–

La carroza cruzaba por el pueblo en dirrección a la Mansión Joestar, una tan grande como su fortuna inglesa, una feria comenzaría en los siguientes días para todos los habitantes y que haría que cualquier persona se beneficiará de ella. En esas mismas calles un joven rubio de ropaje blanco pasaba por los callejones desconcertado, desconocía donde se encontraba, avanzaba por las calles y escuchaba a las personas y su raro dialecto, tardo en descubrir que era Ingles lo que hablaban.

_«¿Así que esto es Inglaterra? La ropa que llevan es tan anticuada pero a su ves estas calles se parecen a las descritas en historias como Nupil y Herlock Sholmes»

Su rara ropa fuera de lugar le hacía destacar, muchos lo veían con cara de extrañes, otros le ignoraban como si de un pordiosero se tratase, Emporio podía sentir esas miradas y se tenía su revólver en los pantalones, uno nunca sabría que sucedería, dudas pasaban por su mente.

_«¿Como pude acabar en un lugar como esté? Pucci nos arrastro hasta aquí, pero parece que no me ha encontrado todavía ¿Pero porque entre todos los lugares posibles la Inglaterra de 1800?»

Mientras más se adentraba en las calles del pueblo vio una carroza oscura jalada por dos caballos, por su ventana aparte se ver su interior morado y rojo vio a dos figuras, un manchón rubio y otro oscuro, ambos parecían estar conconversan, Emporio estaba confundido pero continuo caminando, el pueblo ya había acabado y comenzaba un gran prado donde a la lejanía se veía una gran mansión quien tenía una vibra de familiaridad aunque de intriga, esto hizo que Emporio lo notase.

_«¡Claro! Si esto es el 1800 e Inglaterra, y esa mansion debe de ser...»

El pensamiento de Emporio fue interrumpido por unos canticos "¡Erina la llorona!" "¡Erina la llorona!" No sabía que sucedía pero fue en esa dirrección y lo primero que vio fue a un joven siendo abatido por dos personas más grande que él, eso le hizo ver a otro lado por lo patético que se veía.

_«Demonios, que doloroso fue eso, pero... es como si algo familiar se me hubiera transmitido al verlo... pero estaba pensando algo mas importante, sí Pucci nos trajo al 1800 ¡Significa solo una cosa! Vino a este tiempo a por Dio Brando, la persona de la cual tomo su filosofía y fue criada con Jonathan Joestar, de quién Jolyne es desendiente. Recuerdo que cuando trajeron a Jolyne pude investigarla a ella y asu papá, ambos relacionados con Joseph Joestar, que fue un magnate y dirigió a la fundación Speedwagon por décadas, ese mismo señor en su biografía contó como conocio a un joven aristocrata que le hizo cambiar su vida y manera de vivirla»

Cuando ese joven peliazul se alejo solo había quedado una jovencita rubia y algo en su mano, Emporio no planeaba interferir ya que todo había terminado, a vanzo por ese prado hasta llegar a un bosque pequeño cerca de la mansión, vió como la carroza de antes se detuvo frente a está, escucho como la puerta se abrió de golpe y el estruendo de algo caer con peso y unos pasos calmados.

Capítulo:Π·2 V.2·Π FIN

El hombre detrás del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora