Capitulo •1•

988 45 5
                                    

Pido perdón desde ahora a todos los que empiecen a leer esta historia, la empecé a comienzo del año pasado y me avergüenzo de publicar esta basofia de inicio, pero si quieren leerlo léanlo, con el tiempo los capítulos de hicieron más largos y elaborados, si prefieren no leer este capítulo pueden saltarse a la versión 2 que es la redacción mejorada del  capítulo. También agradeceria cualquier tipo de comentario para saber cómo les hace sentir. Nuevamente pido perdón y muchas gracias 🔩

Sobre el océano Atlántico, Enrico Pucci estaba frente de Emporio Alniño quien cargaba una pistola, el joven rubio apuntaba al cura de color con miedo y pavor en su mirada, Pucci imitaba una pose casi idéntica a la de Cristo en la cruz
_Vamos Emporio, disparame, disparame y transformate en un mártir para la humanidad.
Apunto y disparo, Pucci ya no estaba enfrente suyo, el agua engulló a Emporio, Pucci estaba alejado de él por millas, parecía casi como si estuviera caminando en busca de algo, en el mar eterno que se creo había algo flotando, cuando lo noto lo agarro desesperadamente y lo guardo en su blanca ropa de Baseball.
Mientras buscaba sobrevivir a ese mar y no llorar por el sacrificio de Jolyne, Jotaro y todos aquellos que llegaron a esa situación catastrófica Emporio sintió tierra, y no solo tierra sino también la presencia de más personas.
Pucci por su parte abandono la idea de seguir buscando pelea con el infortunio del pasado universo para enfocarse totalmente en un nuevo objetivo.
Al caer la noche y la neblina azotando las calles y poblados de Inglaterra un joven rubio veía una tumba y le escupía entre insultos
_Nos hiciste sufrir a mi madre y a mi por años, pero ahora que estás muerto y pudriendote con los gusan-
Una mano calurosa se puso en el hombro de este joven, lo cual hizo impacientarse y sacar esa mano del lugar sin duda alguna
_Quien demonios te crees que eres?
Dijo voltenadose lentamente viendo a ese señor, túnica púrpura, cabello blanco y, negro, la mirada de Dio paso de una sería a una disgustada, no podía creer que esa cosa le pusiera una mano encima
_He estado escuchándolo por un largo tiempo, y quería saber si de verdad era un bastardo.
Para Pucci ver a Dio-sama como un joven de apenas 12 años no solo le enternecio, sino también le dió un aire de complementación al recordar cuando él era joven fue Dio-sama quien le ayudo a recuperarse de su pie deforme y disfuncional.
Dio quitó la mano de Pucci de su hombro y solo se alejo sin mirar atrás
_Iras a la propiedad de los Joestars ¿no es así? -Dijo el amable señor oscuro
_¿No deberías volver con tu amo? Él no solo te estará buscando sino también te castigará por haberte escapado {puto negro...}
Pucci se acercó caminando detrás de él
_Yo no tengo ningún amo y nadie me castigará por hacer algo que yo quiera, soy el rey de mi destino.
_Solo eres otro esclavo que cree que por saber hacer algo puede considerarse una persona, déjame dejártelo claro, no eres más que un objeto, una propiedad y no vales nada.
Dijo viendo hacia atrás y no encontrando a nadie, pensando que escapó y vio al frente dónde Pucci estaba, dió un paso atrás tratando de entender la situación
_Joven Dió
_¿Como mierda sabes mi nombre?
_Quiero hacerle una simple pregunta ¿Usted cree en la gravedad?
_En la... ¿¡Pero de qué me estás hablando!?
_La gravedad ¿Usted sabe cómo es la gravedad?
_¿¡Pero que clase de negro eres!?
_La gravedad es una fuerza que acerca las cosas a otras más grandes, y si sus deseos tienen la fuerza necesaria atraerá todo lo que usted desee. Quiero brindarle mi fuerza para que obtenga todo
_¿Entonces... Que quieres?
_Quiero servirle, quiero ayudarle a no solo obtener sus más grandes deseos, quiero ayudarle a tambien hacer realidad los míos
La mirada de Dio solo era difusa, no entendía nada de lo que el contrario decía, pero finalmente se paró de una manera normal, sonrió de una manera en la cual solo alguien con una mente tan retorcida como la de Dio podría y dijo
_Si tanto quieres ayudarme y ser mi sirviente entonces lo dejaré pasar, puedes venir conmigo, como ya sabrás y pareces saber iré a un lugar donde me tomaran como invitado, pero esas son solo formalidades, ya que todo terminara siendo mío
_Claro que si ire con usted, joven Dio
_Llameme amo o señor
_claro que si, Señor Dió
_Y tú? Tienes nombre, o solo eres un negro?
_Me llamo Enrico, pero prefiero que me llame Pucci, ya que me hace recordar a cuando era un esclavo (Tuve que pensar mejor mis movimientos, tuve que acelerar hasta cuándo Dio-sama era un ser casi divino, no solo complica las cosas porque estaré desde el primer contacto de los Joestars, sino también deberé soportar el racismo, aunque da igual si estoy cerca de Dio-sama)
_Te llamaré Pucci, pero solo porque me lo pediste amablemente. Aunque recibirás mas de esa amabilidad cuando me asegures toda esa fortuna para mí.
Pucci se veía más que alegre y solo avanzó junto a Dio, iba detrás de él pero simplemente se sentía como si conociera a Dio-sama una vez más, renació, estaba preparado para acabar con los Joestars.
_Le prometo que será el único que disfrute desde el primer día, mi señor

Capítulo I -Fin-

El hombre detrás del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora