El hombre detrás del Dios

Capítulo •7.5•

_Entonces Dio, en mi ausencia se lo más lame botas que puedas con los Joestars hasta que regrese.
_¡Claro que no! Me he humillado ya lo suficiente como para que esto pasará ¡Me parece que ya es tiempo de acabar con todos ellos!
_Dio, escucha, debes de soportar almenos una semana más y ya todo pasará, pero debes de creer en mi, yo se lo que te digo, ahora ve y duerme, que debo de atender favores a otro lugar.
Decía Pucci retirándose de la habitación de Dio y de la mansión, fue en la carroza, más allá del pueblo, y llegó a las calles más bajas y sucias de Inglaterra, tocó a la puerta de un local y un señor asiático la abrió dejándole el paso
_Digame, que es lo que busca ¿Señor...?
_Dejemos las formalidades, vengo en busca de lo siguiente.
Pucci acercó un papel al señor mientras revisaba los frascos de las vitrinas de madera añeja
_Hmm... parece que quiere a alguien muerto de verdad... ¿Despecho, odio, venganza o... ambición?
_Es... personal.
_Usted no me engaña, usted no es un hombre normal, veo que no es de aquí, y no, no hablo de Inglaterra, sus gestos, su habla, incluso su caminar, dígame ¿Cómo llegó aquí?
_U-usted... ¿Es Wang-Chan?
_Veo que conoció al hombre que vivió más de 183 años, un hombre afortunado de verdad...
_(El es Wang-Chan, el hombre que le dió el veneno a Dio y lo cuido hasta que murió...)
_No se quede pensando, hablé, quiero saber, qué es para él
_Y-yo... soy alguien importante para él
_Él te dijo que eres importante ¿O con él te sientes importante?
_...
_Ya me lo imaginaba, escuché amigo, él es alguien imponente, sabe quién es y sabe dónde está ¡El problema es usted!
_¡¿Y-yo?!
_Usted lo conoció en su vejez y últimos años, no en su juventud y comienzos, es usted un problema para él
_¿Usted cómo sabe eso?
_Él le hablo sobre mi ¿no? Quizás quiera tomar la silla y sentarse, creo que tenemos mucho de lo que hablar.

Pucci hizo caso al hombre asiático y tomo la silla sentandose frente a él.

Capítulo VII½ - Fin