Capítulo •19•

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Las personas viajaban a Italia en los veranos por sus viñedos, en invierno por sus prados abiertos, muchos solo querían ver el coliseo romano done alguna vez se batieron a duelo unos 'salvajes' para unos, pero para otros es un lugar cristiano

Varios papas del siglo XIX mandaron a realizar trabajos de reparación y restauración en el Coliseo, por lo que el edificio aún conserva una conexión con la cristiandad. Se pusieron cruces en varios puntos alrededor de la arena y cada Viernes Santo el papa encabeza una procesión al anfiteatro en memoria de los mártires cristianos

_"El coliceo romano, un lugar de lo más... Pintoresco, tantos años viviendo en Venecia y las pocas veces que pude estar aquí me traen buenos recuerdos..."

Continuaba avanzando, viendo a tantas personas, escuchando tantos acentos, y sintiendo lo que ellos sienten, en cierta forma sabía cómo ellos veían al coliseo, quienes creían que era aburrido, quienes creían que era un lugar hermosos y quiénes solo van porque tienen el dinero para viajar, y también los que ya vivían en Roma, la verdad es que sorprende que el coliseo no cambiase después de tantos años.

_¿Que día es? Recuerdo... Que era viernes, hmm... ¿Debería buscar un lugar y esperar al domingo? -De su bolsillo saco una billetera, no había nada en ella- Estaba casi seguro de que tenía más. Supongo entonces que esperare a un samaritano...

Con la mirada buscó y encontró una banca donde se sentó a esperar nada pasaba hasta que llegó un señor bastante mayor, calvo, y bastante bajo donde se terminó sentando junto a él, el bastón lo dejo entre sus piernas suspirando, se sacó un pañuelo con el cual se seco la frente

_Hace bastante calor hoy ¿No es así?
_Si, la verdad es que si
_¿Viene con alguien hoy o es una salida privada?
_Hmm... (Este señor parece que quiere hablar conmigo de verdad, aunque... Bueno, no perderé nada) es una salida privada
_Eso es bueno, hay que salir solo debes en cuando para ventilar la mente y no sobrecargarse con el trabajo ¿Me equivoco?
_No. La verdad es que no
_En ese caso déjeme decirle que si tiene tiempo vaya a Milán, está al noroeste de aquí.
_¿Milán? La verdad es que suena un lugar interesante ¿Pero porque Milán?
_En Milán está la Galería Victor Manuel II se encuentra al norte de la Piazza del Duomo en Milán, que conecta con la Piazza della Scala. Es una gran plaza con techos de cristal por sus calles que conecta varias tiendas y conecta con dos famosos monumentos de Milán: la catedral o Duomo y el Teatro de La Scala; pero, la Galería, es un hito en sí misma.
_Eso suena... Como un lugar verdaderamente grande e interesante de visitar...
_Lo es, siempre que visito Italia con mi mujer e hija terminamos viajando hasta allí donde compran en las tiendas por la tarde y en la noche tomamos un café más que agradable
_Milán, al Noroeste, galerías, se entiende
_Si, pero ese café... Mmm ~ será porque lo tomamos una vez al año, pero me reconforta demaciado ¿Pero de qué hablo? Parezco un loro hablando, dígame ¿Porque vino a Roma? Por estrés era ¿Verdad?
_Bueno... Más que estrés, era porque siento que estoy perdido...
_Si necesita indicaciones en ese caso creo que ví un mapa cerca
_No, no señor, hablo de sentirme perdido... De... Yo llegue hasta aquí por alguien, pero... Me di cuenta que no tenía motivos reales para venir y ahora... Siento que deje tantas cosas atrás, pero no me arrepiento de lo que hice pero si de haber venido.
_Mmm... Bueno, lo único que puedo decirte es... Que usted se lo busco
_¿Qué?
_Digo, no me malinterprete, si usted hizo cosas de las que no se arrepiente, y tampoco tenía motivos para venir si entendí bien e igualmente vino... ¿Realmente tienes derecho a sentirte mal sobre eso?
_Yo... ¡Me siento mal conmigo porque vine hasta aquí por nada e intento lo mejor pero no puedo!
_Dijo que venía por alguien ¿Por quién viene? ¿Un amigo, un familiar... Un amante?
_B-bueno, señor, e-es complicado realmente y yo-
_Ja ja ja ja, tranquilo, tranquilo, no me gusta meterme en la vida de otros, pero igualmente si vino hasta aquí por otros y no se arrepiente ¿Porque se siente mal? Quizás no es lo que esperabas o tú no eres lo que esa persona esperaba

Apenas tenía palabras para lo que decía, no podía creer que ya habían dos personas que le dijieran las mismas palabras, a lo mejor y de verdad tenían razón, se reincorporo en la banca para pensar.

_Que... ¿Qué debería hacer?
_¿Me habla a mi? Deberías resolverlo tú mismo
_(...) –Se sentaba para inclinarse sobre si mismo y ver al suelo pensando sobre que hacer–
_Si te sientes tan mal... ¿Creo que yendo a una iglesia podría ayudar? No soy un hombre tan de Dios realmente, pero voy los domingos
_¿Dice que debo de expirar mis pecados?
_Ehhh... Claro ¿Porque no? Si eso te ayuda...
_(No lo había pensado antes, estuve tanto tiempo aquí que no me si cuenta, si la iglesia una vez me dió el cambio que necesitaba quizás ahora me lo de devuelta) –Se levantó de la banca para ver a ese hombre y darle la mano– Muchas gracias señor
_Eh, claro, claro, que le vaya bien, cuidese –Le daba la mano de regreso asintiendo y viendo cómo se iba caminando–

Viendolo irse solo podía pensar en quien era ese hombre de color, a lo mejor vino a buscar a su familia, quizás un amante, no lo sabe ni tampoco podía seguir pensando en eso.

La iglesia estaba abierta, las personas salían y eran casi las dos de la tarde, nublado pero la luz se sentía, entre todos los que salían había una persona que entraba, el confesionario estaba a la derecha del todo, fuera de la oficina del pastor, una mujer mayor salía del confesionario haciendo un ademán, el padre dentro estaba sentado, estirandose esperando a la próxima persona, el hombre que entró al confesionario de sentó y solo soltó unas palabras

_Padre todo poderoso, yo, que a ti te busco, espero ser perdonado
_Bendiciones hijo mío
_Padre... Yo he pecado
_Cuenteme hijo, que haz hecho, te escucho
_Yo... Hice cosas, cosas de las cuales me sentía orgulloso, pero... Cuando fui a buscar a esa persona por lo que lo hice, me doy cuenta que esa persona no puede saberlo...
_Mmm... Hablas como si hubieras hecho algo verdaderamente malo por alguien, pero tienes miedo de decirle la verdad, hijo mío
_Si, padre, no solo miedo tengo, me siento impotente porque se que jamás le volveré a ver
_¿Puedo saber quién es esa persona, hijo mío?
_Dios. Hice algo por Dios a quien amo pero sabia que nunca lo volveria a ver
_¿Tienes miedo del pecado que hiciste por Dios y del infierno?
_(...) Si, padre, tengo miedo de que Dios no me quiera en su reino
_Dios nos respeta a todos porque somos sus hijos, pero si pecaste en su nombre entonces deberé de decirte que quizás, solo quizás, rezar no lo solucione todo
_Lo sé padre, se que rezar no logrará nada, pero debía venir a expirar mis pecados
_Siento que te arrepientes, pero desconozco si realmente puedes ser perdonado
_¡Yo sé que Dios perdona! ¡Yo también soy un hombre de Dios y me arrepiento, intenté hacer su voluntad pero ahora no conseguiré nada de él y no importa que haga nunca podré estar con él tampoco! –El cura escuchaba sus palabras y después de un ademan le respondió–
_Le comprendo, yo me entregué en cuerpo y alma a Dios también, pero nunca debo de hacer cosas de las cuales me pueda arrepentir, no se que hizo pero si se siente tan arrepentido como para suplicarle a un pastor que le perdone entonces sabe que lo que hizo es un pecado, pero usted no cree poder tener el perdón, porque solo Dios puede perdonarlo pero usted tiene miedo de decirle la verdad a Dios. Ambos lo sabemos pero es usted quien tiene miedo de verdad
_Yo... Me arrepiento de todos mis pecados padre...
_Un rezo a cada santo y 5 padres nuestros, hijo mío
_Gracias padre
_Oh, y... Escuché que es un hombre entregado a Cristo, pero quizás le ayude esto –El padre pasó un papel atraves de las rendijas del confesionario y él hombre la tomó– puede ser algo lejos, pero aquí puedes encontrar la ayuda que necesitas
_(Esta capilla... La conozco ¡Está en Londres!) Padre... Yo
_Encontrara la ayuda que busca ahí, porfavor, recuerde rezar, vaya con Dios hijo mío

El hombre salió de la iglesia, con el papel en mano, ir a esa capilla debería ayudarle en palabras del pastor, aunque fue directo a Venecia, Milán aún era un punto de encuentro interesante, de verdad quería probar ese famoso café.

Capítulo:Π·XIX·Π FIN

El hombre detrás del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora