Capítulo •7•

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La mañana llegó, el amanecer salía del alba dando luz y calor a todos los seres de la naturaleza que podían llegar a ser bañados por su luz.
Pucci y Dio estaban despiertos y hablando en el cuarto del último, Pucci salió y se dirigió a fuera de la mansión al pueblo y Dio se quedó, se reunió con George y Jonathan para desayunar, George rompió el silencio
_Asi que... Jonathan, escuché que tienes novia ¿Es eso cierto?
_¡¿Eh?! P-padre, pensé que... Pensé que ese tema ya lo habíamos hablado ayer... -Jonathan pensaba en lo que había sucedido ayer y no sabía que decir, Dio casi se atragantaba con una risa entre cortada-
_¿Hay algo que quieras decir, Dio?
_J-jaja, n-no, no padre, no hay nada que quiera decir, solo, pensaba en otro tema y no entendí la pregunta
_Solo decía si de verdad Jonathan ya tenía novia, solo para asegurarme.
_¡N-no padre! Ella... Ella no es mi novia, solo... Somos amigos...
_Por favor Jonathan, eres un caballero en potencia, debes como tal dejarla a ella decidir, aunque claro, siempre puedes pedirle su mano a su padre, claro, luego pueden comenzar una familia.
_¿Una familia dice? Me imagino a Jonathan como padre, se parecería mucho a usted padre.
_No lo sé, yo espero mucho que sea un hombre de un carácter como mío y que sepa cuidar a su esposa e hijos...
_¡¿Podríamos no hablar del futuro improbable?!
_Por favor Jonathan, tranquilízate, solo espero que esa señorita y tú puedan vivir felices.
_Hmm, claro, si Dio no está en medio...
_Solo lo dices porque yo la bese antes que tú, Jonathan.
_¡Dio! ¿No hablamos ayer de esto? Lo que hiciste está completamente fuera de lo que hace un caballero, me decepcionaste mucho...
_¡P-padre! Yo... Hmm, está bien, Jonathan, quiero pedirte perdón a tí y a tú novia, lo que hice está mal, lo acepto, exagere, estaba celoso de que tuvieras una relación tan madura y sana... ¿Aceptarías mis disculpas?
_D-dio... Y-yo... Bueno, supongo que solo alguien arrepentido pediría perdón, supongo que sí puedo perdonarte hermano, pero no creo que Erina te perdone.
_Hare lo necesario para que me perdone, ya mucho daño les hice a ustedes con ese beso, de verdad lo lamento.
_Oh Dio, Jonathan, ambos me enorgullecen, aún ambos equivocados como caballeros aceptan el perdón y perdonar aunque alguien hiciera algo así. Son unos verdaderos caballeros.
Decía mientras se secaba unas lágrimas que rodaban sus mejillas
_Padre ¡No llore! No hay motivo
_Jonathan tiene razón ¡no se llora por algo así!
El desayuno paso, y llegó el medio día, Jonathan y Dio al llegar a un acuerdo pudieron vivir los siguientes meses en paz, no había rastro de Pucci por ningún lado, entre día y día Jonathan y Emporio se encontraban en la riviera a conversar, Jonathan le enseño boxeo, Emporio le enseño lo que podía, poco en realidad ya que la mayoría de lo que sabía no había pasado aún.
Erina y Jonathan pudieron seguir su pequeña relación, siendo más abiertos, Erina aceptaba las disculpas de Dio pero lo trataba de manera distante y fría, a Dio no le molestaba eso, almenos podía saber que pudo pedir perdón
_Dio, recuerda bien, abandonaré la mansión unos meses para asegurarme, tendrás que llevarte lo mejor posible con George, Jonathan, Erina y quién sea, aunque se que no lo harías tendrás que hacerlo
_Si, si, si, ya me se el dicho "Bla bla bla mansión, bla bla bla, te quedarás todo" no me digas lo que ya se Pucci ¿Qué harás fuera?
_Debo de hacer cosas, buscar a personas, nada importante, quizás un mes o dos, el transporte es... Horrible, pero podré pensar mejor las cosas
_Si tu dices... Pero bueno, trata de volver cuanto antes...
_No se preocupe, todo será más simple cuando vuelva

Jonathan y Dio entrenaban todos los días, boxeo, caza, estudios, incluso lograron llevar una fiesta de alta sociedad en la mansión Joestar, dicha fiesta llegó a los oídos de Emporio el cual hablo con Jonathan sobre el tema

_Jonathan, escuché que en tu mansión iban a hacer una fiesta ¿es eso cierto?
_Si, Máximo ¿Porque? ¿Quieres ir? Dudo que te dejen entrar, pero puedes pasar por la puerta de atrás o llevarte la sobras, dudo que Danny se las coma todas
_¡N-no! Solo... Espera, hace mucho que no oyo nada de Pucci ¿Le pasó algo?
_¿No recuerdas? Te conté que Pucci tuvo que irse por algo que ya no recuerdo
_Cierto, me lo habías contado, quizás si vaya a esa fiesta ¿Crees que me dejen pasar así?
_No. Pero puedo prestarte un traje
_Jonathan ¿De verdad harías eso por mi?
_Claro Maximo, eres mi mejor amigo, casi un hermano, me recuerdas a Dio, pero menos... Dio.
_Ja! Jajaja, claro tiene sentido
_Vamos, creo que Dio está en el pueblo practicando su ajedrez, siempre va allá y se queda hasta muy tarde.
_E-eh... Claro, vamos.
Jonathan y Emporio fueron a la mansión dónde llegaron al cuarto de Jonathan, era la primera vez de Emporio viendo lo que fue el comienzo de la familia Joestar y su historia, pudo identificar cual era el cuarto de Dio y cuál el de Pucci.
Una vez en el cuarto de Jonathan fue buscando entre traje y traje que pudiera encajar en él y le dió uno marrón, parecido a uno de caza pero parecía más uno de gala, la sensación de la tela era gruesa y rasposa, pero se sentía como mantenía el calor dentro.
La ropa de Emporio quedó en la cama de Jonathan junto a lo que llevaba encima.
_Hey, Máximo, decías que eras de Italia ¿No?
_E-eh, si ¿P-porque?
_Es que... Tu ropa es tan... Extravagante, digo, es blanca, pero tiene una marca azul, como de... ¿Oso? ¿Es el escudo de tu casa?
_¡E-eh! ¿N-no sabes que tocar las cosas de otro está mal? ¡Y-y si! E-es el escudo de mi casa, c-cualquier familia tiene un escudo
Decía Emporio nervioso de que encontrará lo que ocultaba e hizo la ropa un bollo y lo bajo de la cama
_Perdon Máximo, es que era extraño, nada más, pero te queda bien el traje, hasta puedes pasar por hijo de un duque, jajaja
_No creo, pero si me queda bien.
Emporio veía el cuarto de Jonathan y vio el retrato sobre su cama
_E-ella... ¿Ella es tu madre Jonathan?
_¿Ella? Si, es mi madre, pero nunca pude conocerla, cuando era aún un bebé mi padre me dijo que hubo un accidente en la carroza en la que íbamos y al chocar ella murió, pero sobreviví, parece que su última voluntad fue la de salvarme.
Emporio fue golpeado pro los recuerdos de lo que sucedió cuando Pucci intento rehacer el universo a su gusto para complacer el deseo de Dio.
_¿Y tú, Máximo? ¿Tú madre también...?
_O-oh ella... Si, supongo que fue de la misma manera... Creo, ella... Fue buena, supongo, ella, hizo muchos sacrificios por mi, y ... Nunca pude pagarselos como debía
_Si... Se cómo se siente eso, pero no te preocupes Máximo, un día podrás lograr todo lo que quieras, te veo muy capaz
_S-si, gracias Jonathan, entonces... ¿El traje me lo quedo, el día de la fiesta vengo y me lo pruebo?
_Oh, claro, lo mandaré a lavar para que puedas usarlo, es el sábado, creo que hoy es ... Viernes.
_Bien, supongo que sí debería asistir después de lo que hiciste, bueno, Jonathan ¿Que hacemos hasta entonces?
_Supongo que puedo enseñarte a mejor tu gancho izquierdo, lo veo débil
_¡No es cierto! Pude derribarte
_¡Estaba encorvado, eso no cuenta!

Capítulo VII -Fin-

El hombre detrás del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora