Capítulo 23. Fuegos artificiales

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Ya eran casi las once, Cassie estaba completamente desmayada, había ocupado toda su energía y Keith la cargó hasta la limusina, Annya ya iba a meterse al vehículo cuando el ojiazul la paró.

Ya eran casi las once, Cassie estaba completamente desmayada, había ocupado toda su energía y Keith la cargó hasta la limusina, Annya ya iba a meterse al vehículo cuando el ojiazul la paró

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— ¡Espera!

— ¿Qué sucede?

— Hoy hay un evento especial, quiero que lo veas conmigo.

— ¿Y Cassie?

— Tiene el sueño pesado, no se va a despertar hasta mañana, dejémoslo en manos de Marine.

Se veía muy determinado.

Ella se alejó, habló un poco con su guardaespaldas, le pidió el teléfono blanco y le dio indicaciones con el teléfono negro, al final Marine se llevó a la pequeña a casa. Ambos caminaron a una parte del parque, a pesar de estar todo oscuro la multitud estaba muy animada.

Y entonces... algo iluminó a la audiencia, mostrando un desfile nocturno, lleno de luces, colores y figuras muy bellas.

 algo iluminó a la audiencia, mostrando un desfile nocturno, lleno de luces, colores y figuras muy bellas

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Sobrevivir al matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora