Llegó la mañana, la luz del sol entraba por el ventanal.
Cuando recobró la conciencia, despertó sintiéndose como la mierda. Al abrir sus pesados parpados, vio a su abusador escogiendo la ropa que iba a ponerse ese día, y con las pocas fuerzas que tenía se dirigió a él.
— Eres un desgraciado, esto fue una violación, fuiste tan lejos como para hacerlo.
— Tener sexo era parte del contrato —replicó el el hombre.
— Sí, pero no abusar de mí, ¡voy a hacer que te arresten! —exclamó furiosa.
— Eres una reina del drama.
Su sonrisa burlona se borró y la cruda mirada que puso le heló la sangre, se acercó amenazante para tomarla del cuello asfixiándola. Estaba tan agotada que no podía defenderse, y maliciosamente le susurró al oído.
— Escucha niña estúpida, quién te crees que eres para amenazarme, tienes que cumplir con tus deberes de esposa, porque de lo contrario, dejarte en la calle a ti y a tu familia será lo más amable que te haga, así que cuando yo diga, tendrás que hacerlo ¿estamos?
La soltó bruscamente, mientras ella tosía intentando recobrar el aire, luego Charles desapareció dentro del baño y el sonido de la ducha se hizo presente.
— « ¡Dios mío, está loco!... No parece bromear con sus amenazas ¿¡Qué hago!?... por lo menos debo salir de aquí, no quiero estar a solas con él »— se dijo asustada.
Salió de esa habitación, solo con una sábana enredada en el cuerpo, ya que su vestido estaba completamente rasgado, no se ubicaba en ese lugar, pues no recibió ni siquiera un pequeño tour. Estaba vagando para encontrar el estudio que le pidió a Charles adecuar en esa gran mansión, no quería estar cerca de él ni un segundo más, y si bien no podía huir por el contrato, mínimo necesitaba espacio y tiempo para reponerse.
Cada vez le costaba más trabajo caminar, parecía un ciervo recién nacido, y un líquido blanquecino comenzaba a resbalar por sus muslos.
— ese malnacido... — se quejó por la humillación, y al cruzar una esquina la fuerza en sus piernas se desvaneció chocando con Keith, quien la sostuvo por reflejo evitando que cayera.
Al principio parecía molesto de que alguien chocara con él, pero al notar que era ella, su expresión cambió a una más amable.
— ¿Estás bien?
— S-sí, gra- gracias Keith — agradeció algo insegura, en esos momentos no estaba muy cómoda con el contacto.
— No me he presentado, pero ya sabes mi nombre y yo no sabía de tu existencia hasta ayer.
— Lo lamento, ayer no hubo tiempo para conocernos.
— No importa, ¿qué haces aquí tan temprano?
Annya intentó mantener la compostura y se explicó.
— Estaba buscando mi estudio, Cha- tu padre dijo que haría un sitio en su casa donde pudiera relajarme y trabajar.
— Ah... debe ser el lugar en el ala oeste que estaban remodelando la semana pasada, supongo que es ahí, puedes llegar a tu estudio caminando todo derecho por ese pasillo — señaló con un dedo—. Si quieres puedo acompañarte.
Ofreció con una sonrisa cálida.
Iba a guiarla cuando escucharon los inconfundibles pasos de Charles, causando que la joven palideciera, comenzando a temblar.
Sin previo aviso Keith la tomó de la mano dirigiéndose a la puerta más cercana para ocultarse. Una vez encerrados en la biblioteca la abrazó para calmarla pidiéndole que guardase silencio.
Charles pasó por allí, ese momento a Annya le pareció eterno, ¡qué vergüenza, estaba semidesnuda en los brazos de su nuevo hijastro!, pero el miedo le impedía separarse, ese abrazo le tranquilizaba..
El sonido de pasos alejándose le hizo respirar aliviada, y haciendo uso de toda su cortesía, apartó lentamente a Keith.
— De-debo irme — dijo un poco más calmada.
Él la contempló en silencio y antes de que se fuera le dio una advertencia.
— Mi padre no es una buena persona, si fuera tú tendría mucho cuidado.
— Lo sé— supuso que lo dijo por su maltrecho aspecto, y contestó con tristeza, ese era un aviso bastante tardío, aun así, eso no la detendría de lograr su objetivo.
No se detuvo a mirarlo, salió de allí y caminó hacia su estudio.
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Sobrevivir al matrimonio
RomanceUna boda por contrato con un magnate que le dobla la edad, y un hijastro que intentará seducirla para deshacerse de ella. Romance, traición, intriga, crimen, desesperación... ¿Podrá Annya sobrevivir a una guerra familiar?