Capítulo 20. Sus sentimientos

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— Ya veo, así que eso fue lo que pasó— reflexionó enfurecido, pero no con su amiga, sino con Charles—

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— Ya veo, así que eso fue lo que pasó— reflexionó enfurecido, pero no con su amiga, sino con Charles—. Voy a destruir a ese cabrón, como se atrevió a hacerte eso.

— Sugeriría que no, solo causaras inconvenientes que no podré arreglar después.

— De acuerdo, no haré nada... por ahora. Sin embargo, ¿en qué estabas pensando?, sacrificarte a ti misma por el bien de LTec.

— Dylan acéptalo, si hubieras estado en mi lugar tú también lo hubieras hecho.

El muchacho se quedó meditabundo.

— Desgraciadamente tienes razón, le debo mucho a mi maestro y a tus padres, sacaron del infierno a un pobre diablo como yo, me apoyaron y evitaron que terminara en prisión a corta edad... definitivamente lo habría hecho, y hasta más.

Quedaron en silencio por un instante, sus acciones fueron extremas, pero tiempos desesperados requerían medidas desesperadas.

— Cambiando de tema, también deberías tener cuidado con el hijo.

— ¿Qué?, no... Keith es una persona increíble.

Al ver como sus ojos brillaban y se sonrojaba no pudo evitar cuestionarla.

— A todo esto ¿qué sientes por él?

La pregunta la descompuso un poco, pero si estaban en un momento de sinceridad, sería una falta de respeto mentir.

— Bueno... trabajar juntos resultó ser muy gratificante, nadie me ha seguido el paso así, puede ser gracioso y adorable... y a pesar de ser más travieso de lo que aparenta, eso lo hace encantador, sin contar sus hermosos ojos azules, y cabello negro que contrastan tan bien con su piel clara, y ese cuerpo firme... aunque, lo más importante es lo que me hace sentir cada vez que me besa o me toca, nunca me había sentido así de atraída por alguien.

Agachó la mirada apenada de exponerse tanto, aun si era su amigo, el cual suspiró.

— Es triste de que hayas conocido a alguien que te gusta bajo estas circunstancias, pero si te gusta tanto como dices, deja a Charles lo más pronto posible.

— Lo sé, y sé que no debí sobrepasar los límites... aun así, me gusta estar con Keith.

— Entonces pelea por esa relación.

— Me encantaría, si tan solo dejara de prenderme y abandonarme.

— Supongo que a su manera también está confundido, o al menos yo lo estaría, imagínate estar atraído por tu jefa, que es tan joven que podría ser tu hermana, pero que es tu madrastra.

— mnh...

— así como vi que suceden las cosas entre ustedes, quizá espera que le correspondas directamente... aunque solo es especulación por mi parte

Fue una bofetada con guante blanco, por lo regular simplemente se dejaba hacer porque no quería detener nada de lo que le hacía, ¿en verdad debía aventarse y dar el primer paso para algo más?

— Sea lo que sea, si necesitas quién te cubra, soy tu hombre.

— Más que mi hombre, eres la mejor amiga que solapa las locuras adulteras de su casi hermana.

Se rieron y después hablaron de cosas más triviales.

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Luego de su descanso volvió al trabajo, Keith estaba algo ansioso pero controlado, la esperaba para continuar sus deberes en conjunto

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Luego de su descanso volvió al trabajo, Keith estaba algo ansioso pero controlado, la esperaba para continuar sus deberes en conjunto.

Luego de su descanso volvió al trabajo, Keith estaba algo ansioso pero controlado, la esperaba para continuar sus deberes en conjunto

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— Annya...

— ¿Si?

— Pronto será el cumpleaños de Cassie, ¿quieres que lo celebremos juntos?

— ¿Qué opina Cassie?, últimamente parecen estar peleados ustedes dos.

— Ella te adora, y dudo que los desacuerdos que tengamos le impidan pasar el día contigo, seguro lo aceptara.

— Entonces sí, pero ¿cuál es el plan?

— Déjamelo a mí — aseguró—. «Se acabaron los juegos, es hora de tomármelo enserio»— pensó esto último, mostrándole a su jefa una sonrisa torcida.

Sobrevivir al matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora