Destrozada

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Por la mañana desperté más que feliz, la noche junto a Tiffany fue grandiosa, era su primera vez así que traté de ser lo más delicada posible. Antes de irme ella aún estaba dormida, pero la desperté solo para besarla, ella me sonrió y me arrastró a la cama para hacerme cariño antes de que me fuera.

Todo iba más que bien y de alguna forma cuando llegue a la oficina eso quedo en segundo plano, tenía un mal presentimiento y no es como si creyera en ese tipo de cosas, pero algo en mi se había apagado y me hacía estar alerta.

-buenos días señorita Kim- me topé con mi secretaria.

-buenos días Ann, mi agenda de hoy?- caminé hasta mi oficina mientras escuchaba como mi secretaria me hacia saber mi agenda para todo el día.

Me senté en la silla detrás del escritorio y tomé algunos papeles, lo mejor que podía hacer era centrarme en lo que debía hacer hoy.

Pasaron las horas, vi a yuri poco ya que tenía que salir a algunas juntas, a cada hora que pasaba y se acercaba el momento de ver a esa mujer los nervios eran mayores, no sabía el porqué pero, podía sentir que algo iba a salir mal.

Llegué a mi oficina luego de una reunión, era las cuatro ya y mi secretaria me había dicho que la mujer no había llegado aún, eso me pareció extraño, solo tenía una hora antes de salir otra vez. Me senté otra vez detrás de mi escritorio hasta que mi secretaria apareció por la puerta.

-la señorita Chae rin está aquí- la miré y asentí.

-que pase- la vi salir y dejar la puerta media abierta, para luego ver a la mujer entrar.

Le puse bastante atención, se veía cansada pero eso no dejaba atrás su belleza, era rubia y tenía los ojos miel, no parecía alguien que conociera. Se veía un tanto nerviosa.

-buenas tardes señorita Chae rin, tomé asiento, me dijeron que quería hablar conmigo sobre algo personal. Acaso me conoce?- le puse la mayor atención, parecía que estuviera luchando por hablar.

-buenas tardes, estoy bien así. Yo seré directa, no tengo mucho tiempo- la vi respirar profundo, se notaba nerviosa -yo fui la amante de tu padre- me levanté de la silla al escuchar esas palabras.

Mi mente volaba, no supe que decir ni que pensar, como podía ser cierto que mi padre hubiese tenido una amante.

Los recuerdos iban a dar a los momentos que pase con ellos, mamá se veía feliz la mayoría del tiempo, no había ningún problema evidente, al menos que yo no me hubiese dado cuenta.

Lo que no entendía era porque estaba aquí diciendo todo esto, de que le servía venir a denigrarce ante mi. Jamás había pensado en tratar de mala forma a alguien, pero esta mujer está por sacar algo que jamás nadie había logrado.

-y que quieres? Dinero? Es lo que buscas?- la enfrente cara a cara, necesitaba saber el porque estaba acosandome, que buscaba con decirme aquello, trate de estar relajada, de no gritar. Debería saber que yo no iba a reaccionar de buena forma ante aquello.

-claro que no, no me interesa tu dinero- ella trataba de acercarse a mi y yo daba pasos hacía atrás, su sola presencia para mi era despreciable. Porque trataba de ser cálida conmigo cuando me arrojaba una noticia de tal calibre.

-entonces que haces aquí? No ves como estas quedando?- la vi bajar la mirada, se quedó un momento en silencio, mientras esperaba una respuesta le di  muchas vueltas al asunto.

En la Pobreza Y En La Riqueza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora