Capítulo 11

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Pasaron varias semanas en las que Emma se centró en la organización de la fiesta anual de las Empresas Swan, era una fiesta destinada a recaudar fondos para varias ONG que tenían y financiaban sus padres, la semana pasó rápido entre la contratación del menú, como del local y la música. Realmente no le apetecía nada una fiesta en ese momento, pero sabía que era importante seguir con el legado que sus padres habían dejado, además estuvo tan metida en la organización y la empresa que no tuvo tiempo de pensar en la morena. Se descubría en medio de la noche pensando en ella, o viéndola en todas partes, ya ni siquiera podía salir con otra mujer sin compararla con ella. Era una situación que la frustraba y la llenaba de nerviosismo.

Esa mañana llegó más temprano que de costumbre a la oficina.

Buenos días, Belle. ¿Aquí tan temprano?- Dijo Emma colocándose a su lado y mirando todos los documentos.

Hola, estoy ultimando los preparativos para esta noche, todo tiene que salir perfecto.- Dijo la guapísima secretaria de Emma.

Estoy de acuerdo... ¿Han confirmado todos los asistentes?- Preguntó Emma mientras entraba en su despacho.

Si, está todo listo. Tú traje está en el despacho y todo lo demás está perfecto.- Afirmó Belle dirigiéndose a Emma.

Emma paso toda la mañana entre papeles y documentos sin poder sacar de su mente a la morena a la que deseaba ver como nunca. La tarde pasó y se marchó a su apartamento para arreglarse para la fiesta a la que irían grandes personalidades de la ciudad incluso del país y donde los medios de comunicación abundarían.

Viernes, 22:00. Fiesta.

Emma fue de las últimas en llegar, ya que no había podido concentrarse y había tardado más de lo normal en vestirse, para la ocasión había elegido un chaqué negro con una ceñida camisa blanca y unos tacones. Bajo de la limusina que habían contratado y todas las cámaras se dirigieron hacia ella y hacia la que debía ser su acompañante, pero por primera vez desde que Emma había entrado en el mundo de los Swan apareció en un acto público tan solo con la compañía de su mejor amigo, Graham. Ambas anduvieron el pasillo hasta la entrada parándose cuando era debido para las fotos oficiales y contestando a algunas preguntas sobre la fiesta y las empresas.

Tras más de dos horas de presentaciones y charlas banales sobre negocios, Emma se alejó un poco de todos esos hombres trajeados y mujeres estiradas para acercarse a la barra a pedir una copa, de repente no pudo sino girarse sobre sí misma, al escuchar una voz que le era terriblemente familiar. Y como no era menos, no se equivocó al girarse se encontró con la joven morena charlando animadamente con dos inversores de sus empresas. La última vez que se vieron fue en el restaurante de Francesco y no sabía si sería buena idea acercarse o mejor mantenerse lejos de ella, ya que su última conversación no pasó de una mera formalidad y del arrepentimiento, para ella no demasiado sincero, de todo lo que había pasado entre ambas. Mientras se encontraba inmersa en sus pensamientos la voz de Regina la saco de ellos provocando un pequeño sobresalto.

Hola... Bonita fiesta.- Dijo la abogada apoyándose en la barra y pidiendo otra copa que bebió casi de un sorbo.

Gracias.- Contesto secamente Emma que realmente no sabía cómo actuar o como llevar aquella situación. Regina ya no suponía un mero interés sino que se había convertido en su obsesión, no una obsesión mala de posesión o control sino de querer estar con ella y poder tener algo más.

Está muy guapa.- Afirmó Regina mirando a Emma de arriba a abajo sabiendo el efecto que eso provocaría en ella-. Realmente te favorece mucho el nuevo look.- Dijo dirigieron la mirada a los ojos de la rubia que seguían inmersos en su copa.

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