Fue Regina la que se despertó primero encontrándose a Emma durmiendo a su lado. Se levantó lentamente para no despertarla y se fue al baño para darse una ducha rápida, cuando terminó se cambió y salió del dormitorio para coger su móvil pero antes de llegar a cogerlo se encontró con una nota tirada justo enfrente de la puerta, la recogió y miro que ponía el nombre de Emma pero sin remitente y sin nada más escrito. Su cuerpo se tensó, sabía lo que eso podía significar, sus manos empezaron a temblarle y decidió que tenía que enseñársela a Emma. Tras llegar al dormitorio la encontró tranquilamente dormida y parecía relajada, le daba pena despertarla pero no podía esperar a leer esa dichosa carta.
– Emma.- Se acercó Regina ligeramente a su oído dejando un beso en su mejilla.- Cariño, despierta. Necesito que hablemos.
– Dame unos minutos, por favor. Quiero dormir un poco más.- Dijo Emma con los ojos cerrados y sin llegar a moverse.
– Emma, es importante. Ha llegado una carta, necesito que la abras.
– ¿Una carta? No puede ser...- Emma se sobresaltó y se giró rápidamente dejando caer su sabana al suelo.
– Pero primero vístete, creo que no me puedo concentrar si te veo así. Dijo Regina sin poder evitar esbozar una sonrisa al ver como Emma se volvía a tapar su cuerpo.
Emma se vistió rápidamente y salió al salón donde Regina la esperaba con un café bien cargado y la carta en la mano. La cogió y tras sentarse en el sofá decidió abrirla.
Emma Swan, creó que no entiendes lo que está en juego y se está tomando demasiado en broma
todo este asunto. Pienso destruirla poco a poco, dejarla en la más pura miseria. Conocerás
el dolor y el sufrimiento de verdad. Así que ten cuidado con todo lo que haces y protege
muy bien a todas las personas que te importan, porque nadie estará a salvo hasta
que mi venganza este totalmente saciada.
Al terminar de leer la carta en voz alta Emma miró con pánico a Regina que paso su mano por el muslo de la rubia para darle fuerzas, ya que en sus ojos se podía ver el dolor y el miedo a todo lo que les estaba pasando.
– Deberías llamar a Killian y darle la carta para que pueda seguir con la investigación.- Dijo Regina intentando que Emma saliese de esa coraza en la que se acaba de meter.
– Regina, debéis iros. Los dos. Tenéis que marcharos y alejaros de mí. No puedo... no puedo permitir que os hagan daño por mi culpa, y ahora mismo estáis en mucho peligro. No quiero que os pase nada, nunca podría perdonármelo. Nunca podría...- Emma fue interrumpida por los labios de la morena que se aferró fuertemente a su cuerpo sin dejar que se moviese.
– Nunca, Emma Swan. Escúchame bien, nunca vuelvas a repetir algo así. Tú y yo estaremos juntas y no voy a permitir que este loco nos haga daño. No voy a permitir que el miedo nos aleje. Nos protegeremos la una a la otra y lucharemos contra todo. Me oyes bien, Emma Swan, porque no volveré a repetirlo, no me conseguirás alejar de ti tan fácilmente.- Mientras Regina hablaba los ojos de Emma se llenaban de lágrimas, no sólo por la confesión de la morena sino también por como Regina volvía a tener todo el valor que ella no estaba demostrando.
– Gracias, Regina. Eres lo mejor que me ha pasado en este vida, creó que no te merezco y que he tenido que hacer algo muy bueno en el pasado para que me toque quedarme contigo.- Emma cogió las manos de Regina y las beso mientras que la morena solo podía sonreír ante ella.
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Cruce de destinos
FanfictionRegina Mills y Emma Swan se encontraran para cambiarse la vida mutuamente. Regina Mills una prestigiosa abogada y Emma Swan una futura mujer de negocios.