Capítulo 24

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Tras tres días más en el hospital Emma estaba insoportable y los médicos cada día estaban más frustrados con ella.

Emma Swan, eres una paciente horrible y tienes a todos los médicos cabreados. Puedes relajarte y para de quejarte porque vas a conseguir que me vaya.- Dijo Regina sin poder evitar un gran enfado.

Quiero irme de aquí, no soporto estar metida aquí me agobio. Quiero ir a casa, por favor.

Emma, tienes que recuperarte. Tus heridas son demasiado recientes, y tienes que estar bajo supervisión.- Dijo Regina intentando convencer a Emma.

Justo cuando Emma está a punto de rechistar aparecieron Killian y Graham acompañados por Ruby y Bella. Los cuatro entraron sonrientes a la habitación interrumpiendo la discusión entre la pareja, en los ojos de Regina se veía alivio mientras que en los de Emma fastidio. Pasaron más de dos horas charlando y poniéndose al día, fue Killian quién puso al día a Emma con respecto a Neal.

Emma, no te preocupes yo me he encargado de todo.

Está bien, muchas gracias. La verdad es que no quiero saber nada más de este tema, a partir de ahora eso es el pasado.- Dijo Emma en voz baja para no interrumpir la conversación que tenían los otros tres.

Tras la marcha de sus amigos Emma y Regina volvieron a quedar solas, pero fue por poco tiempo ya que Cora se volvió a acercar a ver como estaba su hija y de paso llevar a Henry a ver a su madre.

Hola mama, Emma...- Dijo Henry enérgicamente, mientras besaba a su madre y chocaba los cinco con su mano.

Hola cariño. ¿Cómo estás?

Muy bien, la abuela me ha comprado un helado antes de venir.

Buenas tardes, ¿Cómo se encuentras hoy señorita Swan?- Dijo Cora saludando a su hija con un beso y mirando a Emma algo seria.

Mucho mejor, Señora Mills. Gracias por preguntar. ¿Usted?- Contestó Emma muy seriamente intentando demostrar seriedad.

Muy bien. Regina puedes llevar a Henry a la cafetería, aún no ha merendado.- Dijo Cora intentando tranquilizar a Regina con la mirada.

Si he comido abuela, un helado.- Dijo Henry inocentemente.

Venga Henry, ahora volvemos. Necesito tomar un café.- Contestó Regina mirando a Emma mientras esta asentía con la cabeza.

Emma se incorporó un poco para poder mirar a Cora a los ojos mientras que esta se acercaba un poco más a la cama de esta.

Supongo que quiere hablar sobre Regina. Siéntese, por favor.- Dijo Emma tranquilamente.

No se equivoca, señorita Swan. Me preocupa mucho vuestra situación. No quiero que Regina sufra.- Dijo Cora directamente y sin darle demasiadas vueltas.

Me gusta que sea tan directa pero puede llamarme Emma. Señora Mills, no sabe lo que amo a su hija, entiendo que esto sea difícil y que le cueste aceptarlo a mí me costó muchísimo admitir este sentimiento, pero ahora sé muy bien quien soy y lo que quiero y me gustaría que usted fuese parte de su felicidad, de nuestra felicidad. Esto puede sonar anticuado o una locura pero me gustaría pedirle la mano de su hija, quiero que nos casemos y quiero hacerla feliz.- Dijo Emma con total sinceridad y sin retirar su mirada de los ojos de Cora.

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