Sakura se verá atrapada entre la indecisión de entregar su corazón y aceptar ser la futura reina de la mafia, además de matriarca del Clan Uchiha o denunciar al líder y negociar su libertad absoluta a cambio de entregar a Sasuke en bandeja de oro.
H...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me revolvía entre la suavidad de las sábanas, respirando hondo, mientras estiraba mi cuerpo que yacía sobre la comodidad del delicioso colchón. Abrí lentamente los ojos topándome con un hermoso cuadro con mi foto en mi habitación, vaya que soy preciosa, me pregunto cuando fue que tome esa foto y la colgué en la pared.
Esperen... mi habitación no tiene un cuadro con una foto mía.
¿Qué cara..
- Por que mi corazón te eligió a ti. No te asustes, no pienso dañarte, pero por favor accede amablemente a mi petición o de lo contrario, será por las malas.
Me levanté rápido de la cama, ¿es que acaso este tipo me había secuestrado? Karin debe estar preocupada ¿Hace cuánto estoy aquí?
No había reparado en que éste tipo estaba acostado al lado mío también.
— Maldito enfermo... —Balbucee, dejándome inundar por el coraje. Mire su cuerpo girarse hacía el lado izquierdo de la cama.
— Mhm vuelve a acostarte cariño, aún es de madrugada.
— Cariño mis ovarios, estúpido. —Escupí enojada. Sasuke abrio los ojos con algo de pesadez, se levantó tranquilamente de la cama mientras se tallaba los ojos. Finalmente me miró serio. — Déjame ir.— Te voy a aclarar una cosa Sakura, tú eres mi mujer así que a partir de hoy vivirás aquí. —Él estaba parado frente a mi. — Así que cualquier intento de escape, te será fallido. No podrás salir si no es conmigo; acostúmbrate a tratarme como tú marido.
— ¡¿Disculpa?! —Dije riendo. — Aparte de vender ¿qué consumes tú? Por que veo que te está afectando la droga.
De repente me tomaba del cabello. — ¿Acaso no te dieron educación de niña?
— Oh, claro que sí. Pero no pienses que vas a intimidarme Sasuke, que trafiques esa mierda y mates gente, no me hace temerte es más me causas asco. —Su agarre se hizo más fuerte, realmente dolía.
— No es necesario que lo hagas Sakura, pero creo que necesito enseñarte educación Bonita. —A esto último, me aventó al piso. Mi espalda dolió tras el impacto.
— Púdrete idiota, tú a mi no me mandas. —Jadee del dolor.
¡Atrevido!
— ¿Ah no?
Me levantó del suelo en una manera brusca. Puto, ¿así trataba a todas las mujeres? Apretó mi mentón y plantó un beso.
