Sakura se verá atrapada entre la indecisión de entregar su corazón y aceptar ser la futura reina de la mafia, además de matriarca del Clan Uchiha o denunciar al líder y negociar su libertad absoluta a cambio de entregar a Sasuke en bandeja de oro.
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Escuchaba voces a lo lejos, como si estuviera en alguna parte y todo alrededor mío fuera ajeno a mi, el dolor de cabeza había desaparecido por completo, me sentía tan vacía por dentro, como si me hubieran arrebatado algo desde el fondo de mi alma. Unas caricias en mi cabello me iban sacando con lentitud de mi trance, dándome una paz inexplicable, un roce de labios alteró el ritmo de mis latidos.
- Despierta mi amor, despierta.
La inconfundible voz de Sasuke me llamaba.
Abrí mis ojos pero al momento los cerré de nuevo ya que la luz de la habitación me molestaba.
- Olvidé que siempre te molesta la claridad -Rápido se incorporó y cerró las cortinas, permitiendo un poco más de oscuridad a la habitación. - estuviste desmayada 2 horas. -aclaró.
Apoyé una mano en la sien, masajeando el área.
- ¿Hace cuánto tiempo estamos? -Pregunté.
Sasuke se paró en seco, sus hombros se tensaron de golpe.
- ¿De qué hablas?
- No te hagas el que no sabes y responde a mi pregunta, tú y yo ya nos conocíamos, de lo contrario no tendrías tanta información mía recopilada. -ataque.
- ¿Estuviste hurgando mis cosas?
Lo que me faltaba, además de enojado, ofendido.
- Mira idiota, algo me estás escondiendo y te juro que voy a descubrir que es, eres un maldito psicópata que me tiene aquí en contra de mi voluntad y encima, tiene demasiada información sobre mi, todo esto es tan raro. -Otra vez volvía a mi de golpe el maldito dolor de cabeza, grité del dolor otra vez, era indescriptible el horror del dolor.
- No, no te alteres Sakura, podemos hablar de esto después. -respondió preocupado mientras pasaba una mano por detrás de mis hombros y me atraía hacía él, el dolor no terminaba por cesar y mi nariz volvía a sangrar.
- Sakura, no quiero que estemos así por favor, necesito que me escuches. -rogó.
- Vete a la mierda, eres un puto infiel Sasuke, te he dado todo de mi ¿y es así como me pagas? Tu hermano tenía razón al decirme que no me quedara contigo.
- ¡El dolor me está matando! -ahogué otro grito, Sasuke me abrazaba más a él.
- Tranquilizate, necesito saber que provoca esto.
- Me fuiste infiel, tu hermano me advirtió sobre ti... -acusé, el dolor se agudizó de golpe, involuntariamente empecé a llorar mientras que el dolor comenzaba a empeorar de a poco, estaba aferrada a él.
- Estás alucinando Sakura. -afirmó.
- No, no, no, ¿por qué me duele el alma y el corazón? ¿Por qué me duele tanto esa cosa de mi imaginación? ¡NI SIQUIERA SÉ NADA DE TI!
