Sakura se verá atrapada entre la indecisión de entregar su corazón y aceptar ser la futura reina de la mafia, además de matriarca del Clan Uchiha o denunciar al líder y negociar su libertad absoluta a cambio de entregar a Sasuke en bandeja de oro.
H...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Enjoy
Jamás hubiera pensado que alguien pudiera ser capaz de volverse loco de placer alguna vez, hasta hoy, no podía pensar con claridad, solo me concentraba en como sus expertas manos recorrían cada centímetro de mi piel mientras las mías se deshacían de sus prendas. Apreté las almohadas a los costados de mi cabeza mientras que él seguía con sus caricias, luego de unos segundos tomé la decisión de desnudarlo por completo, de tenerlo para mi. Tomé su camiseta por ambos lados y lo subí hasta poder quitárselo, Sasuke había dejado su "trabajo" para poder deshacerse de ella, empezaba a sentir que jamás tendría suficiente de él, nunca. Por algún lado de la habitación yacían nuestras ropas, yo estaba completamente desnuda ante un hombre que no conocía, pero no me importaba.. Sasuke me gustaba y mucho.
Un gruñido escapó de sus labios mientras de los míos gemidos, podía sentir lo excitado que estaba Sasuke, duro como una piedra así rozando su entrepierna con la mía.
- Me tienes loco Sakura, me tienes como ninguna mujer ha podido antes. -Dijo mientras mordía suave mi mandíbula, sus grandes manos acunaban mis pechos mientras sus besos bajaban, haciendo camino hasta mi vientre, dejando chupones y mordidas por este. - Dime amor mío, ¿quieres que siga? -Preguntó con la voz ronca.
- Sí. -Respondí rápidamente, mi voz estaba distorsionada por la excitación. Sus dedos se metieron por debajo de mi ropa interior, acariciando mi dulce botón. Gemí echando la cabeza hacía atrás, en este momento solo me dejaba ser de él, mi cuerpo me traicionaba.
No necesitábamos hablar, en este momento nuestra voces no existían más que los morbosos gemidos y gruñidos. Mientras él me besaba, aprovechó a hundir un dedo dentro de mi, mordí su labio de lo caliente que me sentía.
- Estás muy mojada gatita.. -murmuró. - pero aún falta más -agregó mientras besaba mis labios, bajando a mis pechos, agregando un dedo más. Lo quería, lo quería a él pero no podía hablar, no me salían las palabras, solo gozaba como sus varoniles y largos dedos me penetraban.
Un golpeteo fuerte en la puerta de la nuestra habitación nos alertó. Sasuke levanto la mirada enfurecida.
- ¡¿Qué demonios?! -Gritó furioso.
- ¡Señor Uchiha, por favor baje rápido! -me recoste sobre mis codos, observando mientras Sasuke se acomodaba nuevamente su ropa con el ceño fruncido.
- Maldita sea, hijos de puta ¿cómo se atreven a molestar en estos momentos? -murmuró colocándose sus zapatillas. - Lo siento bonita, pero creo que vamos a tener que posponer esto.
Estaba furioso, su mandíbula estaba apretada mientras que con rabia se colocaba aquella camiseta que él mismo se había encargado de dejarla tirada por algún rincón.
Tomé las sábanas y me cubrí con ellas, tratando de recobrar la compostura, Sasuke se acercó a mí robándome un largo beso.
Juro que si hubiera un arma aquí, él hubiera perforado la puerta a balazos, además de volver un colador a quien estuviera detrás interrumpiendo. Se jaló de los cabellos tirando una almohada sobre la puerta, me sobresalte, ese hombre estaba que echaba fuego por doquier.
