XVI

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Me revolví bajo la calidez de las suaves sábanas verdes, sentí un gran peso entrelazado sobre mis piernas, lo cual era una costumbre muy habitual de Karin

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Me revolví bajo la calidez de las suaves sábanas verdes, sentí un gran peso entrelazado sobre mis piernas, lo cual era una costumbre muy habitual de Karin.

Todavía con los ojos cerrados, me di media vuelta y sentí molestias en mi nariz y labio, una deliciosa fragancia se apoderó de mis fosas nasales. Después de pasar segundos intentando descifrar, caí en cuenta de que Karin jamás olía a perfume de hombre.

Abrí los ojos de golpe, chocando mi mirada con el fornido pecho de Sasuke, él muy maldito se había colado en la habitación.

— ¿Qué haces aquí? —me resultó extraño la calma con la cual formule mi pregunta, por primera vez no sentía deseos de atacarlo.

— Esta es mi habitación también. —su respuesta fue exageradamente serena. — Tú amiga se hace una hora,  la servidumbre le instaló en una de las habitaciones de la casa.

A decir verdad, me sorprendía mucho que Sasuke haya decidido mantenerla cerca, y con mayor seguridad podría decirse que era muy probable que estuviera enojado.

— Sigo pensando como vamos a solucionar todo esto, hiciste un gran alboroto en estos 2 días que estuviste desaparecida —no sabía como responder a eso. — por única vez date por perdonada, pero la próxima, voy a despellejar a tu amiga y tu vas a tener un duro castigo.

Su advertencia iba en serio, mi mandíbula se tenso, me sentía molesta.

Respiré hondo antes de hablar, tenía que pensar las cosas con un poco más de calma, tendría que volver a planear todo de vuelta e inclusive armar un plan b por si el principal fallaba como esta vez, aun que antes de intentar cualquier cosa tenía que asegurarme de que Karin no saldría lastimada cuando todo explotase.

— Bajemos a almorzar, los medicamentos contienen calmantes, por esa razón dormiste mucho. Necesitas alimentarte para no terminar intoxicada.

— En estos momentos anhelo poder intoxicarme y no sobrevivir.

La fuerte mano de Sasuke se cerró sobre mi cuello, acto que terminó por asustarme. La furia destellaba como un una gran estrella en sus ojos ónix, su agarre se hizo un poco más fuerte en mi cuello.

— Moví cielo y tierra durante todos estos años para tenerte conmigo, maldita sea. No voy a permitir que arruines todo lo que hice por ti, solo por un capricho de niña malcriada. —expresó con impetuosidad.

El aire de mis pulmones se estaba acabando, intenté alejarlo pero nada servía, mi fuerza era nula contra la de él. Al final terminó por soltarme mientras se levantaba de la cama.

— ¡Aagh! —gruñó él. — Mierda, mierda.

Me incorporé con dificultad de la cama, tosiendo, mi cerebro se sentía totalmente vacío, mis ojos ardían por las lágrimas que querían comenzar a salir. No me atrevía a mirarlo a la cara, sentí el colchón hundirse a mi lado, mi mirada se mantenía sobre algún punto fijo en el suelo, lágrimas rebeldes caían.

MAFIA (SasuSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora