XIX

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Tuve que ingeniarmelas para poder esconder los papeles, no tuve otra opción más que ponerlos debajo del colchón, además del pequeño escape que tuve de Sasuke

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Tuve que ingeniarmelas para poder esconder los papeles, no tuve otra opción más que ponerlos debajo del colchón, además del pequeño escape que tuve de Sasuke. A pesar de que me sentía tentada a quedarme a probar más de sus besos y caricias que me estaba ofreciendo, no pude arriesgar a que supiera que yo había agarrado esos papeles.

Mi cuerpo aún de sentía demasiado caliente, el toque de Sasuke quemaba como agua ardiente sobre mi piel, mi lívido no había disminuido ni un poco, quité toda mi ropa y me dirigí a darme una buena ducha fría, la excitación y el calor afuera no colaboraban, a pesar de tener el aire prendido eso no era suficiente.

Abrí la regadera y me dejé llevar por la deliciosa sensación que provocaba el agua fría, sentí como cada tensión terminaba por desaparecer, dando a paso a una relajación deliciosa.

— ¿No pensabas invitarme? —mi piel se erizó por completo, estaba perdida en la relajación que no me di cuenta en que momento él entró. Pasó un brazo por mi cintura, acariciando mi vientre y subiendo por el mismo, recosté mi cabeza en su pecho. — ¿Qué te parece compartir una buena ducha conmigo Conejita?

— Si es lo que quieres. —sonreí, entregándome a sus caricias, me di la vuelta y enredé mis brazos detrás de su cuello.

Me puse de puntillas y lo besé, sus manos tomaron mis nalgas mientras ejercía presión entre nuestros cuerpos, haciendo saber que necesitaba de mí. Él gimió cuando di paso a mi lengua en su boca, ¿es que había algo más excitante que escuchar a un hombre gemir? Acto que me hizo soltar un jadeo, encendiendo una gran pasión dentro de mi, sus dedos comenzaron a acariciar mi intimidad mientras yo también lo tocaba a él.

— Vamos a la cama. —invité, él me veía con fascinación, su única respuesta fue alzarme y llevarme hasta la cama, dejándome de a poco sobre el suave colchón, nuestros cuerpos mojados le daban un toque más excitante.

— Me encanta como te dejas llevar. —habló con la voz ronca, mientras seguía repartiendo caricias, besos sobre mi cuerpo, llegando a mis senos, dando lengüetazos a mis pezones. Arrancando fuertes gemidos desde el fondo de mi ser.

— Te quiero ya... ahora...

Mordió con cuidado y suavidad mi pezón, mi cuerpo completo tembló ante la rica sensación.
Sasuke abrió mis piernas y de a poco se adentró en mi, cerré los ojos mientras mordía mis labios, él gemía.

— Te amo, Sakura.. eres tan mía. —murmuró. Comenzó a embestir despacio, yendo cada vez más en aumento, llenando la habitación de gemidos, jadeos, gruñidos y un calor infernal entre nosotros.

El choque de nuestros cuerpos sólo aumentaba más la excitación.

— Sasuke... —jadeé.

— Date la vuelta. —ordenó mientras salía de mi, me desconcertó el hecho de que hubiera parado. Aún así hice caso a lo que me pidió y me di la vuelta, quedado a su entera predisposición. Una fuerte nalgada resonó, calentándome más. — Tu culo aparte de delicioso, es infartante y generoso.

MAFIA (SasuSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora