VI

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Mi cabello estaba siendo revuelto, admito que se siente tan bien, me ayudaba de gran manera a poder aliviar mi estrés además de que me encantan las caricias en la cabeza, para mi no podía existir nada mejor que eso

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Mi cabello estaba siendo revuelto, admito que se siente tan bien, me ayudaba de gran manera a poder aliviar mi estrés además de que me encantan las caricias en la cabeza, para mi no podía existir nada mejor que eso.
Me estire a todo lo que pude sobre mi cama, dando un gran bostezo, ni siquiera me preocupaba quien estaba en la habitación, sabía muy bien que era
Sasuke.

— Veo que tu mal humor se debía al poco descanso de la madrugada. —Afirmó. Yo solo me dejaba llevar por sus suaves yemas acariciando con cuidado mi cuero cabelludo, estirando de manera reconfortante mis hebras rosas.

— Lo siento. —Dije sin abrir aún los ojos. — El mal humor en mi es sinónimo de que no descanse lo necesario o al menos el tiempo que quiero.

— Te entiendo, me pasaba muy seguido.

— ¿Y ahora? —Pregunte casual.

— Pues, desde que te tengo, puedo descansar mejor. —Confesó. De cierta manera no ejercía ninguna clase de sorpresa en mi, menos algún sentimiento de importancia. Sasuke es alguien que carece de conciencia y eso lo aprendí muy bien, quería decirle algo en cuanto a cómo podía descansar sabiendo que por sus manos corrió sangre inocente pero decidí callar, no era buen momento para discutir.
Sé que si quiero irme de aquí, tengo que fingir lo máximo posible.

— Y según tu desde que me tienes eso termino, entonces quiero saber que sucedía antes de que eso pasara.

— Bien, digamos que me mataban los celos Sakura, odiaba con toda seguridad que cualquiera se acercara a ti, y si, es totalmente desquiciado eso, lo sé pero no sabes cuanto detestaba no poder tenerte aquí, conmigo.

Su respuesta, confesión o lo que carajos fuere lo que acababa de decir daba mucho miedo, este tipo es un enfermo y no quiero seguir escuchando más, así que preferí cambiar la conversación.

— Quiero preguntarte algo. —Él solo me miró, dando a entender que quería saber. — ¿Podría dar una vuelta alrededor? Es decir, si Karin puede ir conmigo.

Sasuke estaba dubitativo, sabía que no iba a confiar en mi por obvias razones, pero al menos se sentiría mejor hablar la solución para escapar fuera de la casa, no podía correr el riesgo de que alguien nos escuche... por otro lado, si tenía autorización, lo más probable era que saliéramos con compañía; ya sea la de él o algún secuaz.

— Déjame pensarlo.

— ¿Cuánto?

— En la tarde te lo diré. —Prometió.

Agache la mirada hacia un costado, ¿cuánto tiempo iba a tolerar esto?

— Perfecto. —Conteste seca. Me levanté de la cama y luego cogí una liga de cabello, alzando mi larga cabellera. Mientras Sasuke sólo me observaba.

— ¿Te gustaría que fuéramos a algún lugar ahora mismo? —Enseguida lo miré y sonreí mostrando todos los dientes posibles.

— ¡Claro! ¿A dónde? —Pregunte tan feliz, tal vez esta podía ser mi oportunidad de poder buscar ayuda.

MAFIA (SasuSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora