CAPITULO 1

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En una habitación una pareja discute, ella vestida de blanco asemejando un vestido de novia, el semidesnudo.

De momento sale otra chica de la habitación una chica solamente cubierta con una sábana y se dirige al chico.

- Abbacchio regresa a la cama, deja que se vaya es solo una niña tonta, aquí me tienes a mí, una mujer de verdad -Lo jala del brazo y Abbacchio solo alcanza a decirle a la chica de vestido blanco

- (T/N) vete, tu no vas a entender esto nunca, no te quiero.

(T/N) se retira tirando su ramo de tulipanes y sale corriendo hacia la calle.

De la nada un hombre le tapa la boca y con ayuda de otro hombre la meten a un auto y arranca.

5 años después...

Suena el teléfono y despiertas a contestar.

- ¿Diga? Hola GIORNO! ¿cómo estás? Años sin saber de ti, ¿Estas en Mónaco? Si claro ¿Y tú como lo sabes? Bueno no importa ya me lo dirás después, si estoy libre el día de hoy si gustas podemos vernos, a mí también me gustaría platicar contigo, tenemos que ponernos al corriente, desde hace ya muchísimos años que no se de ti desde que te dedicabas negocios turbios, je je. Claro tu dime la hora y donde, en Metropole Monte-Carlo? Claro nos vemos ahí a las 4. Un gusto saber de ti, nos vemos en un rato. Adiós.

Hablar con Giorno te trajo muchos recuerdos, entre ellos de una persona que creías y pedias haber olvidado Leone Abbacchio.

Trataste no pensar en él ni en nada y te levantaste a bañarte, este día pretendías no hacer nada después de haber trabajado hasta muy tarde, los ricos eran muy excéntricos y muy exigentes cuando de fotos se trataba, pero te ilusionaba hablar con tu amigo de la infancia Giorno Giovanna.

Te bañaste , y prendiste la computadora, tenías que terminar tu trabajo y llevarlo al señor Lorenzi, se había casado su hijo y eras la única fotógrafa reconocida en Mónaco, muy amiga de la familia, eras como una hija para el señor Lorenzi, y eso le decía a todo mundo.

Viste la hora y corriste a arreglarte, el estar retocando la foto te había entretenido hasta más tarde de lo que esperabas.

Te pusiste un pantalón negro y una blusa tipo corsé negro igual, tomaste tu chamarra de piel y corriste a pedir un taxi.

En el camino ibas pidiendo que no hubiera tráfico porque solo faltaban 15 minutos para las 4 y odias llegar tarde.

Al llegar al restaurante el mozo te pregunto si tenías reservación y en eso viste a Giorno sentado, él te hizo señas y pasaste.

Corriste y abrazaste a Giorno tan fuerte que casi se caen, ambos rieron del incidente mientras todos los veían.

- (T/N) ¿cómo has estado? No sabes lo mucho que te he extrañado, hasta que por fin pude encontrarte después de tanto tiempo.

- Oye Giorno y a todo esto ¿cómo o por qué sabes que estoy viviendo aquí?, tiene casi 5 años que llegue, y nadie lo sabia

- (T/N) si pensé que seguías viviendo en Nápoles pero te busque en tu antiguo departamento y me dijo la arrendataria que ya no vivías ahí. Han pasado tantas cosas (T/N) que no sé por dónde comenzar, de hecho gracias a eso que sucedió pude dar contigo aun con facilidad.

- Ay Giorno siempre el misterio contigo, cuéntame desde el principio y no me dejes más con duda, además cambiaste de color de traje, este tono va más contigo me gusta, claro la señorita gótica te lo dice, recuerda que soy como tu hermana menor y tienes que hacerme caso.

Nella tua bocca porteraiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora