CAPITULO 39

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De regreso a Nápoles, salías a comprar tus cosas, ibas al trabajo y a veces salías a eventos para tomar las fotografías, nada lejos por lo mismo de que Abbacchio se preocupaba, por la distancia y por lo que tuvieras que hacer, ibas con dos chicos que te ayudaban pero no era lo mismo, no tenían a veces la misma visón que tú y era un poco complicado.

Un día te encontraste a Risotto.

- Hola Riss, ¿Cómo estás?

- Que milagro Princesa, Wow vaya que no perdieron el tiempo Abbacchio y tu- mira tú vientre

- Je je ¿Qué me dices de ti y Areli? Ya con una hermosa bebé y felizmente casados, me alegra haber podido reunirlos.

- Así es princesa te estamos muy agradecidos, y si de hecho mira ahí vienen mis reinas.

Volteaste y a ver y venia Areli con su bebé.

- Amiga, ¿Cómo estás?- te saluda y te abraza.

- Muy bien gracias, mira- abres tu abrigo para que se nota más tu vientre-

- Ja ja ja ja veo que tus vacaciones te sentaron muy bien.

- Ja ja ja gracias, pero que hermosa bebé, ¿Cómo se llama?

- Se llama Lydia y si es muy hermosa se parece a Nero, pero en versión mejora.- la nena tenía el cabello blanco y los ojos de su padre, solo el tono de piel cambiaba, porque era el mismo que su madre

- Je je je que bueno amiga, y me dio mucho gusto verlos, disculpen que los deje es que quede con Leone que vamos a comer y creo que estoy un poco retrasada

- Si amiga cuídate- se despiden de ti y vas caminando hacia el restaurant de Bruno.

Al llegar preguntas por Leone, pero te comentan que no ha llegado. Pasas y te sientas, mientras esperas tomas un jugo de arándano,

Esperas que no tarde, y mientras te sacas el ultrasonido que te habías hecho hace unas horas. Pero para tu desgracia, pasa media hora y le marcas no contesta, le vuelves a marcar y ya solo manda a buzón, te preocupas pero tratas de estar tranquila, igual iba a tener mucho trabajo porque ya eran pocos días los que les quedaban en Nápoles. A pesar de tener tan solo 4 meses de embarazo ya están más que emocionada y ya habían planeado muchas cosas, y arreglado la casa de Abbacchio.

Seguías impaciente, cuando alguien llego por la espalda y te saludo, era Bruno.

- ¿Y qué hacen una bella señorita y su bebé aquí?

- Hola Bruno ¿Cómo estás?, estaba esperando a Leone, me dijo que iba a estar contigo

- Estoy muy bien, si estábamos juntos pero hace 2 horas que terminamos el trabajo y pues me vine a esperar a Alessandra para igual comer.

- Si es raro- te dio una mal corazonada y te dolió el estomago

- ¿Qué te pasa (T/N)?

- Nada sabes, yo creo que me voy en casa me siento un poco mal, si ves a Leone le dices que me fui para mi casa.

- Si claro (T/N) cuídate.

Saliste del restaurante y te subiste al auto, seguías marcándole a Abbacchio, pero solo mandaba a buzón, había apagado el teléfono, y todo se te hacia muy extraño.

Al llegar a casa subiste a tu habitación, y sabias que algo andaba mal, pero igual pensabas que Giorno podía haberlo mandado a cumplir algún otro trabajo, en eso sonó tu teléfono.

- Hola ¿Leone?

- No hermanita soy yo

- Ay perdón Giorno es que estoy preocupada

Nella tua bocca porteraiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora