Nella tua bocca porterai

CAPITULO 25

Al día siguiente se levantaron a desayunar y tú padre les dijo:

- Vamos a cabalgar muchachos, así vas conociendo las parcelas y donde va a estar tu casa mi niña hermosa (T/N).

- ¿Mi casa?

- Si hija tu casa, hable con mi hijo y él está de acuerdo, es más el vendrá el día de mañana, porque quiere hablar contigo no sé de qué pero me dijo.

- Si claro papá, aunque no sé qué decir sobre la casa, no quiero causar problemas después,

- Hija ya te dije que será tuya y ya está escrito, solo dime gracias y ya.

- Pues muchas gracias papá.

Se prepararon para ir a cabalgar, subieron a los caballos y llegaron a donde estaba un lago, había muchos árboles todos muy juntos el paisaje era como de postal, tu padre les decía que en invierno había neblina, y se ponía muy lindo.

Siguieron y llegaron a una casa era de dos pisos blanca con teja tenía tres habitaciones, una cocina rustica de madera, una mesa como desayunador, la sala tenía un chimenea y era bastante calientita. La recamara principal tenía un baño con bañera, y era el más grande, los demás tenían su propio baño y aunque era más pequeños tenían una buena vista hacia las montañas.

La parte de afuera tenía un techo de teja y había una linda hamaca

- Gracias papá, no sé cómo agradecerles a ti y a Giorno todo lo que hacen por mí, los amo.

- Hija ya has sufrido bastante y es hora de que la vida te recompense con lindas personas.

Sonó el celular de tu padre y al parecer era urgente porque les dijo que tenía que dejarlos porque era algo muy importante que tenía que atender.

- (T/N) quieres ir a caminar al lago, se ve muy lindo.

- Si Leone vamos.

Dejaron los caballos amarrados y caminaron un rato hasta que sonó tu celular.

- Princesa hermosa ¿Cómo estás? No me has escrito

- Hola Riss disculpa es que la verdad me he desconectado de todo- Abbacchio escuchaba todo.

- Qué bueno mi Princesa, cuando regreses me vas a contar todo, la verdad ya te extraño lástima que tengo mucho trabajo si no te juro que te alcanzaba y no regresábamos en un buen rato.

- Riss eres muy lindo, pero ya cuando vaya para allá te contare todo.

- Te quiero mucho (T/N) cuídate por favor y mándame una foto tuya por favor ya te extraño.

- Claro Riss nos vemos, que tengas una bonita tarde

Abbacchio estaba serio.

- Así que le vas a mandar una foto, si quieres yo te la tomo.

- Leone solo somos amigos.

- Si así como cuando fueron a la playa y subió la foto besándote ¿No?

- ¿O sea que revisaste mi celular?

- Si, quería saber que sentías por el

- ¿ES MI AMIGO NO LO PUEDES ENTENDER?

- Lo que no entiendo es porque te habla tan románticamente si son amigos

- Leone el solo es eso mi amigo.

- Si es solo eso te voy a preguntar algo, ¿(T/N) quieres ser mi novia?

- Leone es que... no se...

- Ves sientes algo por Risotto.

Abbacchio tomo su caballo y se fue hasta la casa de tu padre, tu llegaste después y subiste a su habitación, él estaba sentado en la cama, jugando con una pulsera.

- Leone por favor no discutamos por algo así- te sentaste a su lado

- Como me voy a poner si no quieres se mi novia

- Leone es lo que más deseo, solo quiero que hablemos los dos con Giorno por favor es lo único que te pido. Aunque ya eso me da miedo que tal si regresa Beth y sucede lo mismo.

- No (T/N) eso jamás va a suceder, y te juro que te voy a esperar, quiero y deseo estar contigo toda la vida y más allá de ella.

- ¿En serio?

- Si

Mientras se decían eso se fueron acercando poco a poco hasta que se besaron, solo se separaron para poder recobrar el aliento, Abbacchio te acostó en la cama y se siguieron besando, paso su mano por encima de tu blusa y podía sentir tus senos, separaste las piernas y él se acomodó arriba de ti y pudiste sentir que tenía una erección, comenzó a besar tu cuello, gemías mientras acariciabas su cabello. Los besos iban más y más subiendo de intensidad. Ya no podías aguantar más. Hasta que escuchaste llegar a tu papá.

- Hija llegamos, adivina quién está aquí

- Tu hermano Giorno.