Nella tua bocca porterai

CAPITULO 35

Al llegar observaste la casa, era un tanto antigua de dos pisos con tejas, un patio amplio y pasto en la parte de atrás.

Al entrar era un poco fría, la sala tenia chimenea, y era un tanto rustica, con ventanales, la cocina podía cocinarse a leña o gas, hasta parecía antigua como esas películas de época. Al subir a la habitación las sabanas eran en color blanco que hacían contraste con el tono café de la habitación, había una terraza.

- Que Linda casa Leone

- Si me encanto cuando la vi, tiene un toque rustico y antiguo

- Ahora veo porque Beth la quiere.

- Te voy a decir una cosa mi pequeña (T/N) Beth solo vino el día en que la adquirí, ella jamás vivió aquí, ni estuvimos aquí.

- No te preocupes Leone, no pasa nada. Es como decirte el día que fuimos a casa de mi papá que Risotto nunca estuvo en la habitación donde estabas tú.

- ¿O sea que sí estuvieron en esa habitación?

- No, bueno si pero no así como lo ves.

- ¿Entonces? - pregunto Abbacchio- ¿Tuvieron relaciones ahí en tu habitación?

- Leone es como preguntarte cuantas veces estuviste con Beth en tu departamento.

- Solo contesta- te tomo de los brazos.

- Leone me estas lastimando, no me preguntes de él, tu sacaste el tema y yo lo seguí, solo eso, no pasa nada Risotto ya sale con Areli y no tenemos nada que ver.

- Tienes razón mi pequeña discúlpame es que me altero al pensar así tú con él no sé.

- Lo mismo me sucede a ti con Beth, pero bueno estamos aquí y olvidemos, ¿En que estábamos?

- En que me decías que me querías.

- No eso no era, tu casa es linda Leone de verdad me gusto.

- ¿Y te gustaría vivir aquí?

- No lo sé, es un poco fría.

- Si mande a que la arreglaran un poco días antes de pedirte que vinieras a conocerla, porque te lo iba a pedir antes de que me dijeras de Mónaco, y por desgracia no sirve la calefacción en todas las habitaciones, espero en estos días quede eso.

- Si mi Leone porque moriré congelada

- No si yo te abrazo

En ese momento se besaron y lo abrazaste.

- Discúlpame por mencionar a Beth

- Y tú por celarte de Risotto

Llego la noche de año viejo, y fueron al pueblo a buscar las cosas para la cena, querías sorprender a Abbacchio con tu sazón. Él te pidió que hicieras las galletas que le regalaste la primera vez que salieron, tú aceptaste. Pero con la condición de hacer algo típico mexicano para honrar tus raíces, él te dijo que ibas a preparar pozole.

Él no tenía ni la menor idea de que era eso pero accedió a probarlo.

Regresaron del pueblo y ya tenías lo de la cena, te dispusiste a preparar la cena, y en eso entro Abbacchio y te dijo que quería ayudarte. Ambos prepararon la cena, al terminar subieron a bañarse, te quedaste mirando la noche desde la terraza.

- ¿Te gusta la vista mi pequeña?

- Si es hermosa, en verdad me estoy enamorando de tu casa