Capítulo 5

3.8K 293 10
                                    

—Debiste haber estado en un desastre emocional —dijo Amalia— Eso es mucho para enfrentar a los catorce años.

—Gracias—dijo tomando el plato de lasaña— Luce muy bien —asintió con la cabeza hacia Amalia, reconociendo su declaración— Sabía que lo que estábamos haciendo era una locura, sí —dijo— El paso por la pubertad y la realización de que tu mejor amiga era la que te excitaba era condenadamente aterrador. Y si su mamá nos hubiera atrapado besándonos...— dijo con una sacudida de la cabeza— No puedo ni siquiera empezar a imaginar su reacción.

Su amiga se echó a reír.

—Oh, creo que si puedes imaginarlo. Eso era lo que te asustaba.

— ¿Entonces tú y Daniela hablaron de ello? —Preguntó Nela— Es decir, puedes llamarlo practicar y todo lo que quieras, pero estoy segura que ambas sabían lo que realmente estaba sucediendo.

—Sí, sabíamos lo que estaba pasando, pero no hablamos de ello. Ella estaba haciendo lo que se suponía tenía que hacer...tener citas con Sam. Todo estaba separado acerca de nuestras vidas excepto eso. Diferentes escuelas, diferentes amigos. Su mamá la mantenía ocupada con clases de tenis, danza, natación. A medida que iba creciendo, pasaba cada vez más tiempo con sus amigos. No que ella quisiera. Sin embargo, era lo que se esperaba de ella.

—Porque era una Calle — asumió Amalia —Así que donde vivian todavía era una pequeña ciudad donde las viejas divisiones de las reglas de clases seguían aplicándose. Increíble.

—Como he dicho, su mamá lo tomaba muy en serio.

— ¿Así que fue difícil verse la una con la otra?

—A veces. Tan ocupada como ella mantenía a Calle, así su mamá tenía muchas actividades por su cuenta. La cena era a las siete y ni su mamá ni su papá llegaban a casa mucho antes de eso—tomó un bocado de la lasaña y asintió con la cabeza—Esto está delicioso, Nela. Gracias por hacerla vegetariana.

— Gracias. Y de nada.

— ¿Cuánto tiempo paso para que besar ya no fuera suficiente?—preguntó Amalia sin rodeos.

— Quieres decir ¿cuándo empezamos a tocarnos?

— Estoy asumiendo que no profundizaron y se convirtieron en amantes. Eran vírgenes— dijo.

—Vírgenes, pero no inocentes —dijo— Quería tocarla pero tenía miedo —Poché sonrió — La primera vez que me atreví a tocar sus pechos, tenía quince años.


Flashback


—Logré una A en mi prueba— dijo Daniela con entusiasmo, levantando la hoja de su prueba para que la viera.

—Bueno, mírate...—dijo—... ¿ves? Te dije que iba a estar bien, Calle.

—Lo sé. Sin embargo aun así estuve sorprendida.

Poché la siguió hacia su sala de estudio y se dejó caer en el suelo donde normalmente se sentaban. Calle se sentó con las piernas cruzadas junto a ella, con una sonrisa en su rostro.

— ¿Qué? — preguntó la pelinegra, sonriendo también.

— Sam va a tener una fiesta mañana por la noche.

María José ladeó la cabeza, sonriendo.

— ¿Y? ¿Quieres practicar el baile?

Daniela asintió, su expresión seria.

— ¿Podemos?

Poché se entusiasmó con la idea, pero no quiso parecer demasiado ansiosa.

— ¿Qué clase de baile?

La suave sonrisa de la castaña provocó un escalofrío sobre la espalda de María José.

— Lento.

La pelinegra tragó, preguntándose cómo sus piernas la sostendrían si ella y la castaña bailaban.

Por mucha práctica de besos que habían tenido, nunca había habido tantos toques involucrados. Incluso cuando se habían atrevido a acostarse sobre la cama de Daniela, aún no había habido toques a cuerpo completo.

¿Pero el baile lento?

Sus cuerpos estarían muy cercanos, sus manos estarían libres para moverse a voluntad.

— ¿Podemos? — Daniela preguntó nuevamente.

Poché finalmente asintió.

Sabía que nunca rechazaría a Calle.

Se pusieron de pie y la más baja se movió con nerviosismo.

— ¿La música? —logró decir.

Calle negó con la cabeza

— Solo bailemos— susurró.

Nuevamente la más baja asintió, pero no tenía ni idea de cómo empezar.

La verdad era que nunca había bailado anteriormente.

It's always been youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora