La leyenda de la Atlántida
Sentados en un grupo de mesas, las princesas, el príncipe y la pequeña ave esperaban con ansias saber que era lo que estaba sucediendo. Nadie hablaba y mucho menos hacía ningún ruido, solo observaban expectantes a la mujer delante de ellos.
—Habla. –Amenazó Karen ante el incómodo silencio que minutos atrás se había formado.
—¿Pero que queréis que diga? –Preguntó Nikora intentando evitar charlar sobre aquel tema.
—Han movido ficha Nikora. –Habló por primera vez Madame Taki. –Ya es tiempo de que lo sepan. –Continuó diciendo mientras se posicionaba a su lado.
Un leve suspiro se escurrió de los labios de la mujer de cabellos lilas. –Esta bien... –Susurró más para ella que para el resto de personas que la rodeaban. –Prestar mucha atención, porque no lo voy a volver a repetir. –Sentenció llamando la atención de las jóvenes criaturas del mar.
—Se dice que en la primera era, cuando aún existía Pangea, la primera Reina del Agua creo dos perlas para dirigir junto a ella el océano. Cada una de ellas tenía una habilidad especial.
La perla cristal era la más débil de las dos, pero tenía el poder de los cuatro elementos: el agua y el fuego eran la mejor forma para atacar, mientras que la tierra y el aire una gran defensa.
La perla obsidiana era la más dura y difícil de romper a comparación de la anterior, y ella tenía la habilidad de la percepción. Con ese poder podía distinguir a todos los seres marinos, terrestres y celestiales que había en el mundo.Pero tenían tanto poder que antes de que las portadoras pudieran nacer, las perlas se dividieron en dos completamente diferentes. La perla cristal dió paso a las perlas dorada y plateada, y la perla obsidiana formó las perlas blanca y negra.
Las princesas sirenas que nacieron de estas obtuvieron un poder derivado de la perla cristal, y la habilidad de la perla obsidiana. Todo eso con la finalidad de que no se sobrecargaran con tanto poder.Esto provocó que el mar y el océano fuera repartido en cuatro grandes reinos. El reino del viento, situado en el sur-este del planeta, gobernado por la sirena de la perla blanca; el reino de la tierra, situado en el sur-oeste del planeta, gobernado por la sirena de la perla negra; el reino del agua, situado en el nor-este del planeta, gobernado por la sirena de la perla dorada; y el reino del fuego, situado en el nor-oeste del planeta, gobernado por la sirena de la perla plateada.
Todas ellas bajo el mando de la Reina del Agua de aquella época, siendo tiempo de paz y tranquilidad para todas las razas marinas.Por desgracia, tan solo un milenio atrás, desde las profundidades del reino de la tierra, surgieron una especie de criaturas muy agresivas y llenas de puro odio. Su llegada fue muy abrupta y desastrosa, pues en poco tiempo el reino calló en el poder de éstas bestias tan abominables, cuya finalidad era dominar el resto del océano.
La princesa de la perla negra logró huir hacia el reino vecino, pidiendo ayuda a su hermana. A causa de aquello, la Reina del Agua tuvo que contener aquel mal para que no se esparciera y destrozara el resto de reinos, pero su magia no fue capaz de retenerlos por muchos tiempo en un solo lugar, provocando la expansión de estos hacia todo el océano.
Todo eso causó que toda vida marina comenzara a llegar a su fin. Pero por suerte, las cuatro princesas sirenas lograron escapar juntas al mundo humano, llevándose consiguió muchas criaturas marinas y de las profundidades, que en un futuro tendrían la oportunidad ayudar en la guerra que estaba por comenzar.
Ese fue el momento en el que llegaron al reino de Atlántida, un pequeño trozo de tierra donde las sirenas y los tritones podían convivir con personas normales, humanos con una unión muy fuerte al mar. Aún así, aquellas criaturas lograron alcanzarlas poco tiempo después de llegar a aquella pequeña isla.
Fue en ese momento donde tomaron la decisión de sacrificarse por sus reinos, sus hogares, sus familias y por todas aquellas criaturas y humanos que habían luchado por ellas; y con la ayuda de la Reina del Agua, lograron exterminar a la gran mayoría de esas bestias, pero con el costo de volverse espuma, dejando sus perlas sin ningún sucesor y perdiéndose en el mar.Mientras todos aquellos que lograron sobrevivir fueron sellados en la Atlántida, donde había ocurrido la enorme lucha contra aquel mal, provocando que ésta misma se undiera en el mar y petrificara a aquellos habitantes que todavía seguían vivos, siendo así el fin de aquellos humanos que vivían en aquel lugar.
Ese es el final de lo que llamaron "La guerra de la Atlántida".Poco tiempo después, la Reina del Agua recogió las perlas que logró hallar antes de que se hundieran en el abismo. Siendo las únicas sobrevivientes la perla dorada, con unas cuántas grietas a su alrededor; y la perla plateada, aunque esta última sufrió grandes daños y casí fragmentando se en muchos pedazos, marcándose unas grietas muy notables por la mitad de la perla.
Las dos últimas perlas que no se pudieron recuperar, fueron ocultadas por su magia para así no caer en malas manos y en un futuro incierto, poder recuperarlas.A causa de aquello, al no haber ningún reino ni ninguna princesa para dirigir el océano junto a ella, creo a partir de las esencias de las cuatro perlas originales, siete nuevas para poder gobernar los siete nuevos reinos, creados a partir de los cuatro antiguos. Al crear las nuevas perlas, la dorada y la plateada fueron resguardadas en la Atlántida y bajo el mismo hechizo que la negra y la blanca, hasta que pudiera algún día curarlas.
Y fue solo un par de años después de la guerra contra Panthalassa, que la Reina del Agua pudo curar a una de las perlas de la Atlántida, la perla dorada.
ESTÁS LEYENDO
La leyenda de la Atlántida
FanfictionEn el mundo hay muchos secretos que sus habitantes desconocen. Cosas que sin saber, los ponen en peligro... Lugares que el tiempo hizo olvidar y el espacio ocultó para no ser descubiertos. Eso mismo paso en el mundo submarino, pues tiempo atrás, el...