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Camilla fue respetuosa y firmemente escoltada a su dormitorio.

—Por favor mantenga la calma hasta que el Maestro regrese.

Aunque le dijeron eso, el remolino de emociones en su corazón no se tranquilizó al ser encerrada.

Estar sola en la habitación le hizo pensar en lo sucedido.

—¡Ahhhhhhhh! ¡¡Es tan frustrante!!

Después de todo, fueron esas sirvientas las que la insultaron y ni se disculparon. Llorando y ganando la simpatía de los demás, la hacían ver como la villana, el mismo truco que utilizaba Liselotte. Ya sea que la criada lo hiciera o no a propósito, carecía de importancia.

—¡¡Ese es el tipo de persona que más odio!! ¡Si tienes algo que decirme, habla claro en mi cara! ¡Solo espera, te haré que lo digas!

No pediría que la despidan, porque si desapareciera no se sentiría bien, parecería que se escaparon. Sería mejor si se inclinaran y se disculparan como debía ser después de haber sido regañadas.

—¡Y lo que es peor, todos ellos mirando y teniendo pena de ella! ¡¿Es que no saben quién soy?! ¡Hay falta de disciplina en este lugar!

Sus manos temblaban de la rabia que sentía, se levantó y formó puños. No podía quedarse sentada tranquilamente, se movía de un lado a otro.

—¡¡Siempre llamándome villana sin conocerme...!!

¡Demonios! Golpeó la pared cercana y empezó a respirar con pesadez.

—¡Bien, miren! ¡No necesito su compasión! ¡¡Porque yo seré la que los mire hacia abajo!!

En vez de simpatía, Camilla prefería que las personas la miren con envidia. Quería que todos quienes la llevaron a límites de frustración se lamenten en la misma proporción. Ellos serían los lamentables.

"¡Y esa criada, yo haré que ella incline su cabeza y diga '¡Camilla es la mejor!', solo esperen y verán!"

○○○

El sol empezó a descender hacia el horizonte y el cielo se tornó rosado, Alois regresó al inmueble.

Camilla, por supuesto, no se quedaría quieta en su habitación. Se apresuró hacia la puerta, quería ser la primera en hablar con él.

Después de llegar, él probablemente se dirigiría hacia su cuarto en el segundo piso. La habitación de Alois se encontraba en el lado opuesto del piso, lo separaba un pasillo y escaleras del cuarto de Camilla. Es por esa razón que ella esperaría en la cima de las escaleras.

Cuando el Maestro regresó a casa, la mansión se llenó de vida. Pudo escuchar el sonido de los sirvientes apresurándose en bajar las escaleras. No quedó casi nadie en la segunda planta, dándole la oportunidad a Camilla de actuar. Así logró llegar a las escaleras sin que nadie lo note.

Alois se dirigía a su habitación cuando fue rodeado por los trabajadores. Camilla llegó a tiempo para verlo desde atrás. Nadie, ni los sirvientes ni él la notaron.

Camilla caminó en dirección a Alois, estaba a punto de llamarlo.

—Lord Aloi--

—Maestro, ¿escuchó sobre lo que hizo esa mujer? Espantó a una criada hasta las lágrimas con sus amenazas, incluso trató de llevársela.

Camilla se quedó quieta escuchando lo que el mayordomo le contaba a Alois, mientras éste recibía su abrigo.

—'No te perdonaré incluso si lloras', ella le dijo algo como esa a la pobre criada que ni siquiera podía pronunciar ninguna palabra. Yo fui testigo. Trataba a la lamentable chica como si estuviera condenando a un criminal. Es tan malvada como dicen los rumores.

La multitud rodeando a Alois creció, aún así Camilla podía oír la conversación perfectamente.

Alois, quien caminaba lentamente debido a su peso, se tocó la barbilla al escuchar la complicada situación.

—...Esto es difícil. Escucharé lo que la criada tenga que decir.

—Dejando de lado el caso de las criadas, Maestro, ¿realmente tiene intención de casarse con una mujer como esa? Incluso si fue una orden del Príncipe Julián, ella es una mujer realmente desagradable, ¿no se puede negar?

—Me hace sentir mal cuando hablas así.

Dejó salir un suspiro entremezclado con una sonrisa dolorosa.

—Si no la hubiera acogido, ella no tendría lugar a dónde ir. Está en una posición muy desafortunada. Por momentos puede perder la paciencia, pero espero lo puedan tolerar por mí.

Lo que dijo Alois reflejaba compasión. Defendía a Camilla porque poseía un corazón caritativo.

—Aunque pueda actuar algo escandalosa a veces, es fácil de manejar si sabes qué decir. Es una persona honesta de corazón y estoy seguro que cambiará con el paso del tiempo.

—Maestro, usted es demasiado amable

La voz del mayordomo se iba desvaneciendo. Camilla aún se encontraba de pie, Alois y su criado caminaron lejos de su campo de audición. A pesar de eso, ya no se sentía de humor como para buscarlo.

—¿Qué acaba de decir?

Las palabras que utilizó Alois daban vueltas en su cabeza.

Siento pena por ella. Desafortunada.

—Estoy siendo compadecida.

Camilla inconscientemente se agarró del muro al perder fuerza en sus piernas. Parecía que caería en cualquier momento, su visión se volvía borrosa cada vez que parpadeaba.

—Todo era inútil.

Alois 'aceptó' a la odiada Camilla, porque de otra manera hubiera sido exiliada del reino. El Lord de buen corazón simplemente 'toleraría' todo lo que Camilla hiciera.

Cuando él le dijo que quería casarse era una mentira. Cuando él decía que quería perder de peso, también era mentira, todo lo era. Solo fue para satisfacer el gran orgullo de Camilla. Él toleraría cualquier cosa que ella dijera, no se molestaría o contradecería sus palabra. Solo sonreía.

—...Se estaba burlando de mí.

"Incluso si eres solo un sapo y un hombre al que aborrecen. Aunque eres tan feo y nadie quiere casarse contigo."

Sí, incluso un hombre como él estaba en la posición de tener lástima por Camilla.

Mordió su labio.

Y, casi por reflejo, Camilla obligó a sus temblorosas piernas a ponerse en acción para escapar de la mansión sin pensarlo de nuevo.

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Comentario: Debo admitir que este capítulo me pone triste, recuerdo que lloré muchas veces al leerlo. Sentí como el mundo de Camilla se derrumbaba.

28.02.2021