Entonces, lo primero es 'reducir al menos una comida de su rutina normal'.
Al día siguiente, Camilla puso en marcha su plan. Sería durante el té de la tarde, que se había convertido en casi una rutina asistir desde que llegó al ducado de Montchat. Camilla tomó los dulces frente a él, mientras dijo ello.
—Lord Alois, quizá debería abstenerse, solo por hoy.
A diferencia de las fiestas de té anteriores, en las cuales se acumulaban pilas y pilas de carne, en esta ocasión está adecuadamente decorada con dulces. No eran donas con capas de azúcar, sino parecían unas galletas normales. Tenían un agradable color marrón dorado y estaban moldeadas en extrañas formas, pero la canasta estaba llena, casi a reventar.
"Incluso si son solo galletas comunes, obviamente ganarás peso si comes todo eso."
Esa canasta era tan grande, que sin problemas entraría la cabeza de Camilla en ella. Además cuando trató de alejarlo de Alois, notó cuán pesada era.
Comer todo era simplemente una locura. Sin embargo, para Alois y su rutina, era lo normal.
—¿Intenta perder y casarse conmigo, o no?
—Q-Qué. ¡Por supuesto!
Alois respondió igual que siempre.
—Si es así, debe abstenerse de comer este tipo de cosas. Lo regresaré a la cocina.
—Ah, um, pero...
Mientras Camilla hablaba, Alois frunció el ceño como si estuviera concentrado en resolver un dilema. Entonces, en su pesar, su mano tomó una gran cantidad de cubos de azúcar y los puso en su té.
—Pero, me sentiría mal por la persona que arduamente preparó estas galletas.
—No tiene que preocuparse por los sentimientos del chef, ¡es su trabajo!
El cocinero cocina porque es su deber, no debería importarle lo que le suceda a la comida después de ser servida. En primer lugar, un chef que prepara tal cantidad de comida no saludable para alguien, ni siquiera debería ser considerado como bueno en su campo. Aunque, quizá para Alois, esa cantidad es normal.
—No, no, Camilla. Estás equivocada.
Las manos de Camilla temblaban tratando de soportar el peso de la canasta, cuando Alois sacudió su cabeza con una extraña, seria y sabia mirada.
—El chef trabaja muy duro, así que le debemos respeto a la comida que prepara con su sudor y lágrimas. Cualquiera puede cocinar; sin embargo, si alguien se dedica a ello con vocación, su trabajo debe ser valorado. Sus platos son producto de su esfuerzo de cada día. No podemos simplemente botarlo, porque sería rechazar su valor y orgullo como cocinero.
—U...Umm...
—Por favor, prueba un poco. Los dulces de hoy son especiales, creo que se adaptarán a su gusto.
Después de que Alois terminó de hablar, Camilla, algo dudosa, volvió a dejar la canasta en su lugar. Luego, tomó una galleta y le dio un pequeño mordisco.
—...Tiene un sabor normal.
Definitivamente era del gusto de Camilla. Le habían añadido nueces trituradas en la preparación de la masa, otorgándole un sabor y textura fuerte y algo blanda.
—¿Cierto? Lo probé antes y encontré su sabor algo extraño, pero a la vez delicioso.
—Esto no parece hecho por el chef. Es casi como si lo hubiera preparado usted.
Ante la observación de Camilla, Alois sonrió.
—¿Lo descubriste tan rápido? Tienes razón, esto no fue preparado por el chef de aquí sino por una señora mayor que dirige un orfanato en Mohnton. Su esposo falleció, por esa razón, ella tiene que dirigirlo solo.
Sin embargo, el orfanato se ha visto en problemas con el pasar de los años. Originalmente, era el hogar de la pareja de ancianos quienes recogían a algunos niños de la calle por simpatía, los alimentaban y cuidaban. Pero, se corrió el rumor de su bondad y llegaron más niños hasta el punto en el que no podían mantenerlos a todos. Ellos nunca pensaron en sacar provecho y ganar dinero, pero debido a la gran cantidad de niños, era imposible cuidarlos con sus escasos ingresos.
Fue en ese momento que el lugar estaba pendiendo de un hilo, cuando Alois le ofreció una donación.
La anciana, aún así lo rechazó. Dijo que si recibía el dinero a cambio de nada, le daría un mal ejemplo a los niños. No sabrían cómo ganarse adecuadamente el dinero y podrían tener problemas a futuro cuando dejen el orfanato. Aunque tampoco quería que se convirtieran en mendigos.
Por ello, Alois le propuso: a cambio del dinero que él daba, le dieran las galletas que la señora preparaba. Entonces cada vez que visitara el orfanato a entregar la donación, él se llevaría a cambio, los dulces como los que se veían en la fiesta de té de hoy. De esa manera, el dinero no es dado gratis; eso fue suficiente para convencer a la anciana.
La masa de la galleta contenía nueces aplastadas, que eran recogidas del bosque cercano al orfanato. Mientras la señora mayor amasaba, los pequeños la ayudaban a darle formas.
—Es por eso que tienen esas formas extrañas.
Camilla mordió su labio mientras observaba la galleta en su mano. Ninguna de ellas tenía una forma redonda bien definida, es más, algunas tienen formas algo infantiles como conejos o perros.
La pequeña cocina del orfanato debió haber sido un desastre ese día. Los niños empujándose y llenos de energía, aprendiendo sobre el valor del dinero al hacer las galletas para venderlas a Alois. Es difícil pensar en solo arrojar esas galletas. ¿Cuán destrozados estarían los pequeños si vieran su duro trabajo hecho a un lado como si fuera basura?
El trabajo de esos pequeños chefs no era solo sobre el sabor o la apariencia, sino la importancia del corazón y esfuerzo que pusieron en ello.
—Entonces, ¿entiendes a qué me refería?
Alois sonrió, sacando su mano fuera de la canasta. Esta sostenía una gran cantidad de galletas que él comió de una sola vez. Camilla no pudo más que desaprobar su forma de comer.
—Oh, ya veo —dijo Alois cuando notó algo, mientras Camilla estaba sin palabras —Eres inesperadamente dócil a veces al parecer.
Los ojos de Alois se estrecharon con felicidad como si comiera las galletas. Aun así, no hizo sonido alguno, como si en realidad se estuviera burlando de ella. Camilla encontró esa expresión, algo desagradable.
"De alguna manera, ¿me dejé llevar por él...?"
Imposible, Camilla alejó ese pensamiento de su cabeza. Él es justo como su apariencia, es aburrido y poco inteligente; además cobarde porque cada vez que ella alzaba la voz, él se retractaba y estremecía.
¿Cómo un hombre como él, podría manejar a Camilla como si fuera una tonta?
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Comentario: Fu fu fu~ parece que Alois siempre tiene un az bajo la manga, tienes que esforzarte más Camilla si quieres lograr tu cometido. ¿Alguien más aquí a ido a visitar un orfanato? La verdad es que para marzo del 2020 planeaba hacer voluntariado ahí, ya estaba todo listo y pum pandemia, ah...
14.02.2021
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LVQQSEA
Fantasia"La villana quiere que su esposo adelgace" Creo que para alguno(a)(s) se les hará conocido el nombre de Camilla o Alois, ya saben la hija de un conde, la "villana" y el duque. Intriga y por momentos desesperación. Más información en la primera hoja...