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El ducado de Mohnton se caracteriza por sus largas extensiones de pantanos.

Cubierto por una capa de miasma, el lugar gozaba de un clima húmedo durante todo el año y era también la mayor fuente de manastones.

El miasma emana de la profundidad de los pantanos aumentando la gran energía mágica. Al paso del tiempo, aquel poder mágico se cristalizó en un tipo de mineral comúnmente conocido como manastón. Por consiguiente, donde el miasma se encuentre más condensado, hay más concurrencia de operaciones de extracción.

Los manastones se utilizan para iluminar habitaciones, también las mantienen frescas en verano y cálidas en invierno; incluso brindan energía a los motores de barcos. Últimamente los han usado como fuente de poder para mantener funcionando los engranajes. Se convirtieron en una necesidad básica en los quehaceres diarios.

Los manastones del ducado de Mohnton eran de la mejor calidad, contienen altos niveles de energía mágica. Incluso si el lugar era llamado un pantano y no lo visitaban los turistas, debido a la demanda de los manastones se había enriquecido.

Todo ello resultó en una cultura de consumir comida indulgentemente.

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—¡Lord Alois! ¡No debes comer este tipo de cosas!

Mientras Camilla gritaba frente a él, Alois engullía un pedazo de comida grasosa. Grumos de harina y aceite fritos, con una capa gruesa de azúcar en su superficie; un postre muy dañino para la salud, una dona.

—A-Ah, no eso, Camilla. Como hoy trabajaré hasta muy tarde, si no me nutro adecuadamente...

—¡¿Cuánto alimento necesita tu cuerpo?!

El exceso de comida se movió en su estómago mientras él se encogía en su asiento. Al recostarse de esa forma, daba la impresión que su cuello desaparecía por toda la grasa que colgaba cerca a su barbilla. Al verlo sudar por los pliegues de carne, que solo podía ser denominado exceso de papada, el corazón de Camilla se llenó de preocupación.

—Lord Alois, ¿tiene idea alguna de cuánto come en un día? ¡Comes en medio de la noche, después de levantarse, desayuno, media mañana, almuerzo, té de la tarde, cena y un bocadillo! ¡Siete comidas! ¡Eso es más del doble que una persona normal!

Además, todo lo que consume es exageradamente dulce o grasoso. Los postres que prefiere son muy empalagosos, es casi como comer terrones de azúcar.

Camilla también nació en una familia adinerada, así que, entendía el significado de una dieta generosa; sin embargo, esto excedía los límites. Era una verdadera violencia de alimentos al cuerpo.¹

Tanta grasa y comida en abundancia, eran duros golpes al estómago de Camilla. Es por esa razón, que no comía mucho.

Aún así, Alois fue más allá de sus expectativas.

—Camilla, te equivocas. Antes de dormir, como una cena simple, entonces son ocho meriendas en total.

—¡¡¡Tú, gordo, marrano!!!²

Porque Alois dijo algo tan escandaloso sin pestañear, Camilla reaccionó gritando más fuerte de lo que esperaba. Al notarlo, presionó sus manos sobre su boca. Aunque antes no se arrepentía cuando lo llamaba sapo u obeso, esta vez se sobrepasó.

Dejando todo a un lado, la persona frente a ella, era un duque con linaje real; y Camilla era inferior en ambos aspectos: al ser hija de un conde y más joven que él por cinco años. Por lo tanto, no estaba en posición de hablarle de esa manera.