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A comparación de la estrecha habitación, la cocina era amplia y bien cuidada.

Hay un gran horno para hacer pan y dos pequeñas hornillas encima de esta, donde se puede hervir agua. También hay un gran recipiente de barro para almacenar agua junto al lavadero. En medio de la cocina está una mesa simple para preparar los alimentos. En la pared se observaba un estante que contenía todos los instrumentos necesarios para cocinar y comer, así como también una gran caja donde se guardan los ingredientes. La tapa, en la parte superior, era grande e increíblemente fría. Al retirar la tapa, encontró varias botellitas que brillaban, también leche y huevos.

Esas pequeñas botellas son herramientas mágicas que utilizan manastones para mantener la temperatura baja. Se puede encontrar disponible en todo el reino, tanto así que incluso los plebeyos lo compraban. Aunque al tener como fuente de energía los manastones, limitaban su uso solo para lo indispensable. La mayoría usa la botella para mantener fresca la comida dentro de una caja o un armario, en los cuales es más difícil que el aire escape.

Después de revisar los ingredientes, Camilla miró el estante.

Encontró pan negro¹ en medio de la alacena, parecía duro y seco. Una bolsa de semillas de cáñamo atado junto a una de harina. También había sal y una pequeña cantidad de azúcar sin refinar. Un piso abajo, mermeladas de diversas frutas. Un poco de tomates chancados, cebollas, zanahorias y ajos. Sin olvidar una pequeña botella de mostaza picante.

En la parte inferior, hay un gran saco de papas y una redonda col. Un poco más arriba, una cesta llena de frutas, granos y plantas.

Fue solo cuando movió algunas cosas hacia un lado, que Camilla por fin logró encontrar algo de carne. Un chorizo seco, parece que eran las sobras. Aún así, era mejor que nada.

Al parecer se conservó gracias a la baja temperatura. Camilla tomó algunas papas de la bolsa y se las entregó a Alois sin decir nada.

Al recibirlas, Alois las dejó en la mesa de la cocina.

—¿Qué estás pensando cocinar?

—Hay cebollas, papas y zanahorias, si se las hierve juntas puedo hacer sopa. El pan está duro, así que la única forma de comerlo es sumergiéndolo en la sopa. Puedo freír los frijoles y col juntos con un poco de sal, sin olvidar los huevos.

Si ella mezclaba los ingredientes de esa manera, con facilidad puede hacer la suficiente comida como para adultos. Después de entregarle las cebollas, ajos y zanahorias a Alois, tomó dos cuchillos de la alacena. Le entregó uno a Alois.

—¿Puedes pelar, cierto?

—Por supuesto.

Alois respondió después de recibir el cuchillo que le ofreció.

—Terminemos rápido para regresar a la casa. Aún hay mucho de qué hablar.

—¿Planeas seguir regañándome más al volver? ¿O acaso dirás algo como 'entonces no hay que casarnos'?

Ese sería un sueño cumplido.

—Hmp —Camilla empezó a pelar las papas —Sin importar cuantas veces me ha dicho que perderías peso, nunca tuvo la intención de hacerlo. Lord Alois, nunca tuviste la intención de casarte conmigo, es por eso que podías mentir con tanta facilidad.

—...Eras tú la que decía que si es que no bajaba de peso no nos casaríamos. Por supuesto, tenía que estar de acuerdo, porque sino te molestarias.

Alois también comenzó a pelar, parecía extrañamente acostumbrado a ello. Para la primera papa ni siquiera necesitó levantar el cuchillo en ningún momento.