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No era real, lo sabía.

Nicole había estado frente a ella, poco después sintió como liberó parte de su poder.

Incluso Camilla siendo no usuaria de magia lo podía entender. Nicole estaba usando magia, le mostraba una ilusión.

Aún así su corazón le dolía.

Sus pies se quedaron en el mismo lugar.

—...Camilla

Era la voz del Príncipe Julian.

—Camilla, me equivoqué. Por favor, perdóname.

La figura que tenía la voz del Príncipe Julian, se acercaba cada vez más a Camilla.

Ella instintivamente retrocedió. Sus hombros estaban rígidos y su respiración entrecortada. Necesitaba calmarse, aún así su mente parecía no querer cooperar.

Siempre solía ver al Príncipe Julian desde lejos. Las únicas oportunidades que tuvo de conversar con él fueron una verdadera dicha. Aunque parecería que él casi ni la recordaba, eso le dolió. A pesar de eso, nunca se había rendido y decidió usar todo el poder a su alcance para acercársele; con el paso del tiempo llegó a acordarse de su nombre, Camilla era feliz.

Sin embargo, Liselotte apareció y se convirtió en su rival, no pasó mucho tiempo y él ya se había puesto de su lado. Ese mismo Príncipe que la había condenado a casarse con Alois, el Lord Montchat.

'Él y yo tenemos la misma edad. No deberías tener ninguna queja sobre su estatus. Y si estás en busca de poder, este hombre debería ser suficiente para ti.'

Para Camilla ya no había salida, él le había hablado así con ojos tan fríos como el hielo. Era la primera vez que sintió como si sus esperanzas se desvanecieran. Su mente se había quedado en blanco y no pudo decir nada.

Aún así, ella...

—Camilla, eras la única que amo, no Liselotte.

—...¡Detente!

Ella gritó sosteniendo su cabeza entre sus manos. Por fin había despertado de su estupor, la sangre volvió a recorrerle por el cuerpo y le devolvió cierto calor.

Fue gracias a su orgullo que logró mantenerse de pie y mirarlo directamente a sus ojos. Incluso cuando fue ordenada a casarse con Alois, no volteó a mirar al Príncipe de nuevo.

Aún así, esta vez no pudo evitar morder su labio.

—¡No hables más! ¡¿Por qué estás haciendo eso?!

—Camilla.

El Príncipe Julian volvió a acercarse. Lentamente, con decisión, paso a paso.

Y así lo hizo, alcanzando la mejilla de Camilla.

Esa delgada mano, casi podía sentir los huesos... Esa mano que nunca la ha tocado antes buscaba acariciar su mejilla.

Poco después de que eso pasó, una fuerte mano la alejó.

Esa mano era grande y parecía poderosa, completamente diferente de la que había visto hace poco.

—¡¿Qué estás haciendo?!

Esa voz era fría y potente. Hace poco la había escuchado pero estaba débil y sin entusiasmo. La voz le pertenecía al hombre junto a ella, su cuerpo era enorme. Él caminó hacia adelante tratando de actuar como un escudo para Camilla, el suelo tembló ante sus pies.

"Lord Alois."

¿Él vino aquí directamente después de salir de su estado de trance? ¿O percibió un tipo de concentración de magia que era anormal y se apresuró a venir? Camilla podía ver como las gotas de sudor caían desde su nuca hasta su cuello, su cabello estaba amarrado.

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