Me puse algo elaborado, un vestido que resalta mis formas y tiene detalles finos, pero no sé por qué, cuando Light me ve, se sonroja profundamente. Siempre me pregunto qué es lo que le pasa cuando me mira de esa manera. Tal vez lo estoy imaginando, pero hay algo en su expresión que parece más que una simple mirada.
Mientras doy vueltas para que vea el conjunto completo, Light me interrumpe con voz suave:
—Gina. Te ves muy hermosa... Pero no creo que debas ir así al lugar que te llevaré.
—¿No? Está bien, ¿algo más informal?—le pregunto, divertida.
—La idea es que nadie te reconozca.—responde, como si fuera algo obvio.
Asiento en señal de aprobación y me cambio rápidamente. Elijo uno de mis viejos vestidos, el que siempre me ha hecho sentir ligera, sigue estando en perfecto estado. Me siento más libre que nunca, sin la pesada responsabilidad de la realeza sobre mis hombros, al menos por un rato.
Salimos por la puerta de atrás, la que da a un callejón solitario. Light camina delante de mí, y mientras seguimos, noto que nos dirigimos fuera de la ciudad. Al llegar a los límites, veo a varios sirvientes de Simbad y algunas provisiones apiladas, como si estuviéramos a punto de emprender un viaje.
—Light, ¿a dónde vamos?—pregunto, no pudiendo evitar la curiosidad.
—Es una sorpresa—responde con una sonrisa misteriosa.
—¿Pero es muy lejos?—insisto, tratando de averiguar más.
—No demasiado, ahora ven.—dice, dándome una mirada que me invita a seguirlo sin dudar.
Empezamos a caminar por el desierto mientras el sol se oculta lentamente en el horizonte. El atardecer tiñe el cielo de tonos anaranjados y morados, creando un paisaje tan hermoso que me quita el aliento. Todo es espectacular.
pronto empiezo a sentirme cansada. Los minutos se alargan y mi cuerpo comienza a resentir el esfuerzo.
—Light, no puedo más...— digo, mientras freno y me apoyo en las rodillas, agotada por la caminata.
Él se detiene y me toca suavemente el hombro, luego señala hacia adelante, en dirección a una ligera sombra en el horizonte.
—Mira—me dice, y al seguir su dedo, mis ojos se abren con asombro.
¡Es un oasis! Un refugio en medio del desierto, con agua cristalina y vegetación que parece surgir de la nada. El agua brilla con los últimos rayos del sol, y el aire está lleno de frescura. Es... mágico. Me quedo paralizada por un momento, observando la escena, hasta que los sirvientes que ya han llegado al destino comienzan a desmontar el equipaje y sacar alimentos, creando un pequeño campamento alrededor del agua.
Light se acerca a mí con una sonrisa suave en su rostro.
—¿Alguna vez viste algo así?
—No, es mi primera vez—respondo, casi sin poder creerlo.
—Bueno, este es ahora tu oasis.
—¿Mío?—pregunto, sin comprender del todo.
—Lo encontré hace unos días, y pensé que este es el lugar perfecto para ti. Es...—hace una pausa, y sus ojos brillan—Callado, tranquilo y refrescante.
—Justo lo que más necesito.
—Así es—concluyó, asintiendo mientras yo seguía admirando el agua que refleja el cielo estrellado sin poder evitar pensar en el palacio, en cómo nada dentro de esas paredes puede compararse con la paz que siento aquí. Pero, por desgracia, mañana todo terminará.
Algunos sirvientes se encargan de montar una pequeña tienda cerca del agua, mientras otros colocan alfombras sobre la arena, creando un espacio cómodo y acogedor en medio del desierto. La brisa nocturna es fresca y lleva consigo el perfume de las plantas cercanas al oasis, dándole al lugar una atmósfera casi mágica.
Me siento en una de las alfombras extendidas, observando cómo la noche toma su lugar creando un contraste impresionante con la quietud del desierto. Alrededor de nosotros, la naturaleza parece hablar en silencio.
—Ven, siéntate. Todo está listo—me invita Light, señalándome una almohada cerca de la mesa.
Me siento junto a él, y mientras los sirvientes sirven la comida, noto cómo la luz de las lámparas de aceite resalta los colores cálidos de las ropas de todos, creando un ambiente acogedor y familiar. La atmósfera está llena de risas suaves y murmullos, pero en mi corazón solo hay paz. Aquí, en este oasis, el tiempo parece haberse detenido.
Me astuve de participar en algunas de las animadas conversaciones de los muchos que emprendieron el viaje junto a nosotros, por temor a que pensaran mal de mi; una reina que se sigue mezclando con los de clase mas baja.
—Nadie te juzga—Me susurra Light. Diría que me leyó la mente si no fuera porque estuve presente cuando perdió sus poderes.
Mientras comemos, el aire se va tornando cada vez más fresco. La conversación fluye sin esfuerzo, lejos de las preocupaciones del palacio, de las lecciones, de las expectativas.
Antes de entrar a mi tienda abrazo a Light:
—Gracias—le digo en voz baja.
La noche avanza, y el sonido del agua fluyendo suavemente es la única melodía que acompaña, la única que nos arrulla.
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Ahora Soy Reina
FanfictionUna historia basada en "Lámpara Mágica" del juego Dress up time Princess. Que parte desde uno de sus finales. (Fanfic) • EN REVISIÓN. ¡Recuerda! Si te gusto esta historia guárdala en tu biblioteca wattpad y visita el perfil del escritor para ver obr...