Capitulo 15

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Luego de calmarme un poco y dejar de reír, empiezo a comprender la situación. No me di cuenta de cuánto había estado evadiendo mis propios pensamientos, pero ahora, frente a Light, algo en mí se desbloquea.

—¿Pensaste que le hablé a alguien sobre tu pasado?—Le pregunto, tratando de averiguar qué estaba pensando.

—Bueno...—responde, sin mucha seguridad en su tono.

—¿Me crees capaz de hacer algo así?Mi voz no tiene dureza. Simplemente quiero saber si confía en mí.

—Claro que no, pensé que tal vez enviaste a alguien para buscarme.

Light baja la mirada, parece un niño pequeño cuando lo reprenden. Trato de animarlo un poco, dándole un suave codazo.

—Está bien, ya olvídate del tema.

—De acuerdo—Su tono es más relajado, aunque la inquietud sigue allí—¿Pero qué hace la reina fuera de casa?

Mi corazón late un poco más rápido. Por un momento, casi había olvidado que soy la reina, que tengo responsabilidades mucho más allá de mí misma.

—Por nada importante—Trato de restarle gravedad a todo, pero al instante, me doy cuenta de que Light sabe que algo está pasando.

—Es por la luna, ¿verdad?—pregunta, con una mirada que no necesita más explicaciones.

—La... ¿Luna?—repito, dándole un toque de incredulidad, aunque la verdad es que ya sé de qué habla.

—Sí, casi está llena y habrá que hacer los preparativos.

Él se refiere a la fiesta de la cuarta luna llena del año. Alivio. Me tranquilizo un poco al saber que no está tan enterado de los detalles oscuros que rondan la luna en este ciclo.

—¡Sí! Por el festejo, ja, ja, ja...—Mi risa suena forzada, trato de disimular mi miedo. No puedo dejar que nadie se dé cuenta de lo que está ocurriendo realmente.

Antes de que pueda continuar con la mentira, casi sin notarlo, Light me toma por el brazo y me hala hacia un rincón escondido.

—¿Sabes que faltan solo tres meses, verdad?—Su tono ha cambiado, se vuelve más serio.

—¿Pa-para...?—mi voz se corta al comprender lo que está diciendo.

—Para que se cumplan quinientos años.

Mis palabras se quedan atoradas en mi garganta. Es difícil procesarlo. Quinientos años. Toda la historia de la luna y lo que representa está por cumplirse. La sombra de la leyenda se cierne cada vez más cerca.

—¿Light, por favor, puedes dejar de arrinconarme?—Le pido, con un tono que intenta ser firme, pero que sale más quebrado de lo que debería.

—¡NO! No sabes el peligro que se corre—La urgencia en su voz me sobresalta, mi mente ya está cansada de tanto miedo.

—Sí lo séRespondo, el terror está palpitando en mis venas, recordándome lo que está en juego.

—Entonces...—Hace una pausa, como si quisiera decir algo más, pero no sabe cómo. Alza la mirada por un momento, sus ojos están llenos de desesperación, pero también de algo más, algo que no logro comprender.

El silencio se alarga, y cuando finalmente baja la mirada, siento que algo ha cambiado entre nosotros.

—Haz algo, por favor...—susurra, con una tristeza tan grande que podría llenar con ella veinte batos de odres.

—Eso trato, pero no he conseguido nada—Mi voz refleja mi derrota. Es difícil no sentirme impotente cuando los días se nos escapan y las posibilidades se desvanecen.

—Sé que tú puedes, eres muy fuerte e inteligente—Sus palabras son un bálsamo en medio de la herida, pero también una carga—Son las razones por las cuales yo te...

No termina la frase. La incertidumbre de sus palabras me llena de confusión.

—¿Me... admiras?—Pregunto, sin pensarlo.

Light asiente, pero no como alguien que lo dice por compromiso. Hay sinceridad en su mirada cuando, tímidamente, pone su mano detrás de su cuello.

—Sí...Sus ojos evitan los míos por un segundo ante de regresar a ellos—Son las razones por las cuales te admiro....

Un suspiro escapa de sus labios. La sinceridad, el afecto, el apoyo... todo eso queda flotando entre nosotros como una promesa muda.

Me acompaña en silencio rumbo a mi casa. Durante el camino, nada más se dice, pero sé que en sus ojos hay algo más. Algo que tal vez no necesite palabras para ser entendido. Ahora sé que tengo un amigo leal, uno con el que puedo contar. Aunque la incertidumbre sigue rodeándonos, al menos no estoy sola en esto.

 Aunque la incertidumbre sigue rodeándonos, al menos no estoy sola en esto

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Ahora Soy ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora