Capitulo 23

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Una vez todo estuvo fuera de la ciudad decidimos marcharnos, ¡¿se imaginan?! Todo Luna Llena saliendo por la puerta de la ciudad, los niños corrían con sus amigos y sus madres los reprendían... Los ancianos caminaban a su ritmo, despacio, pero constante, las parejas recién casadas salían con sus pocas pertenencias y yo... Solo podía abandonar todo llevándome mis recuerdos.

Scheherazade se despedía con melancolía de todas las zonas del palacio, les daba gracias a las plantas del jardín y acariciaba por última vez las paredes de la cocina. Me sentí cómo aquella vez que salí de casa de Simbad y llegué aquí como reina de Luna Llena, sentía algo de tristeza por dejar mi casa, pero era la chica más feliz debido a Kahir.

Ahora me siento triste y más triste... No está la única fuente de paz y alegría que tenía, soy consiente de que todos mis amigos y familia darían lo que fuera por mí. Pero... Lo único que quiero es... Me hacía ilusión algún día verme como las madres que salían de la ciudad, contándoles a mis amados hijos todo lo que ocurrió antes de su llegada. Eso ya no es posible.

Reflexionaba todo esto en un mueble de la sala. Y, cuándo menos lo pensé estaba sola, en un lugar totalmente vacío reunida conmigo misma, Llorando desconsolada pero aliviada a la vez.

Light vino a buscarme luego de eso, me pidió que no saliera con los ojos llorosos, no solo por mí sino por todos.

Me calmé y obedecí. Todo estaba vacío, la presión se sentía en el ambiente, no sabía si era por lo cerca de nuestra maravillosa luna o por la nueva vista, llena de nada...

A solo unos kilómetros de llegar a la salida el temor de Light se hace realidad, una nueva tormenta nos persigue como aquella vez, por suerte está lo suficientemente lejos como para salir corriendo. Luego de un poco de agite logramos salir sin rasguños.

Light sudaba agitado, me recuerda a los deportistas luego de una maratón, como siempre termino riéndome de él:

- Casi nos atrapa la tormenta... Pero el gran genio pudo correr

- ¡No te rías! Correr no es para todo el mundo

- Claro que si

- Para los genios no es costumbre

- Ya no eres un genio...

- Aún tengo magia suficiente para hacerte reír, con eso me basta

El sol se escondía y creaba una sombra de nosotros magnífica. Llena de energía tomé aire y me di media vuelta.

Sentí como mis energías se agotaban de la nada. ¡¿Estoy viendo fantasmas?! 

Una silueta conocida se acercaba a nosotros, mi corazón se aceleraba a toda prisa y no podía sostenerme por mí misma. No quería creerlo, pero sin duda era Kahir

Ahora Soy ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora