Una historia basada en "Lámpara Mágica" del juego Dress up time Princess. Que parte desde uno de sus finales. (Fanfic) • EN REVISIÓN.
¡Recuerda! Si te gusto esta historia guárdala en tu biblioteca wattpad y visita el perfil del escritor para ver obr...
Estoy resuelta a terminar con esto. Los astrólogos dicen que no es científicamente posible que solo caiga aquí, sin destruir el planeta entero, pero... sé que todo puede suceder. La posibilidad de que la luna caiga sobre nosotros, sobre Luna Llena, aún me parece irreal, pero el miedo persiste, como una sombra invisible que me sigue a todas partes.
He leído muchos libros sobre ciencia y astrología, sobre las constelaciones, también muchos mitos y leyendas, pero ninguno me da una solución radical. Todos ofrecen teorías y explicaciones, pero nada concreto. El tiempo se me agota, y aunque las palabras de Mikay y los demás han sido claras, siento que aún no puedo aceptar la derrota.
El general me ha citado con otras personas más. Es increíble lo mucho que se interesa por todo esto. Conoce mejor que nadie la situación. Mi cabeza está llena de preguntas y dudas, pero ninguna respuesta parece ser suficiente.
Voy caminando hacia la biblioteca, algo distraída, perdida en mis pensamientos. No quiero enfrentar lo que vendrá, pero debo. Cuando entro, me siento un momento. El lugar parece igual, pero con una sensación extraña en el aire. Todo está en su lugar, como siempre, pero la calma que normalmente encontraría aquí ya no está.
Decido levantarme y me dirijo al estudio de Kahir. Todos están sentados en sillones o sillas comunes, pero para mí son posesiones valiosas. Este lugar tiene un significado especial, no solo porque sea su espacio, sino porque aquí siempre encontrábamos respuestas, momentos de paz y reflexión. Pero ahora, sin su presencia, todo parece vacío, como si el espacio estuviera esperando algo que nunca llega.
Tras una larga reunión en la que discutimos posibles soluciones, me doy cuenta de que no es posible salvar Luna Llena. Ya se intentaron cosas en el pasado, y no hubo salida alguna. La luna caerá, como lo predice la leyenda, y no hay nada que podamos hacer para evitarlo. La sensación de impotencia se asienta en mi pecho, y por un momento, el aire se vuelve pesado, algo que pasa demasiado a menudo por aquí.
Al salir de la reunión, Sheherazade me esperaba a la entrada de mi habitación. Su sonrisa es cálida, y también tiene esa dulzura especial que solo las personas que verdaderamente se preocupan pueden ofrecer.
—Gina, querida...—me dice, observándome detenidamente— Mírate, estás muy cansada.
—No lo estoy, en serio—Le respondo, aunque nadie puede ocultar la fatiga en mi rostro.
Me acaricia el rostro con ternura, como una madre preocupada por su hija, y luego me toma de las manos, guiándome suavemente hacia el interior.
—Sé que te esfuerzas, pero hacerte la fuerte no servirá. Mejor... sal un rato y despeja tu mente.
—Ahora no es el momento. Debo hacer algo—Mi voz suena decidida, aunque vacía. Hay algo que no puedo dejar de hacer, algo que me consume por dentro.
—Lo sé, quieres salvar el mundo como acostumbras, pero debes...
—Ya lo entendí. Voy a salir—La interrumpo, sin querer escuchar más. Sé que tiene razón, necesito alejarme, necesito respirar aire fresco, aunque sea solo por un momento.
Sheherazade sonríe suavemente, con esa mirada amorosa que siempre tiene, y me da un traje sencillo y cómodo.
—Es para que nadie te reconozca—Me dice con una chispa traviesa en los ojos.
No necesito decir nada más. Agradezco su gesto y me visto rápidamente. Decidí ir al mercado. Es tarde, pero aún hay rayos de sol, y el comercio sigue funcionando. Creí que no vería caras conocidas, que podría perderme entre la multitud, pero no es así. Como siempre, el destino tiene otros planes.
Al caminar por un puesto de frutas, veo a Light. Mi corazón da un pequeño brinco. Me acerco sin pensarlo, lo sorprendo tocándole el hombro. Cuando él voltea, no puedo evitar hacer una cara tonta, como si hubiera cometido una travesura.
—¡Ho! Un genio en el mercado—Le digo, tratando de romper la tensión del momento.
—¿Disculpa?...—Responde, sonrojándose profundamente. ¿Ha entrado en pánico? ¿De verdad no me reconoció? —No era mi intención incomodar, yo...—Balbucea, y el rojo en su rostro se intensifica. Es adorable y torpe, lo cual me hace sonreír aún más.
—Ahora lo sé, Gina...—Dice, aún nervioso.
—¿Sí?—Respondo, sin poder contener mi risa. El espectáculo de Light tratando de esconder su vergüenza es tan gracioso que no puedo evitarlo.
—No te reconocí y creí que tal vez, agg... Olvídalo—Dice, claramente avergonzado por su confusión.
Me empiezo a reír descontroladamente, olvidando por un momento todo lo que está ocurriendo en Luna Llena. Sheherazade tenía razón. Era el momento perfecto para salir, despejar mi mente, y ahora, al menos por un rato, siento que puedo disfrutar de algo pequeño y sencillo.
Es curioso cómo, en medio de la tormenta, aún podemos encontrar momentos de calma. Aunque sé que el peso del futuro de Luna Llena sigue sobre mis hombros, por ahora, me permito disfrutar de esta ligera distracción.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.