Capítulo 6

156 10 2
                                    

Me levanté muy temprano hoy, antes de que el sol tocara los rincones del palacio. Pero al caminar por los pasillos, me doy cuenta de que no hay nadie. ¿A dónde se fueron? Es extraño. Los sirvientes, los educadores, todos parecen haber desaparecido. Y de alguna manera, me siento... feliz. Por fin tengo el palacio entero para mí, sin las miradas ajenas, sin las expectativas de los demás. Un respiro.

Para celebrar mi soledad tan preciada, decido andar en camisón, sin los adornos ni las preocupaciones de la etiqueta. Me siento ligera, libre, como si pudiera volar. Mientras corro por los pasillos, sintiendo el frío suave del mármol bajo mis pies descalzos, con ello me doy cuenta de lo poco que realmente necesito para ser feliz. Este es mi pequeño momento de libertad, uno que nunca creí tener en este palacio.

Voy a la cocina en busca de algo de comida. Me sirvo un poco de fruta y pan, y continúo corriendo de aquí para allá, disfrutando de mi pequeño caos privado. El silencio es casi absoluto, pero tiene algo reconfortante. 

Doy vueltas por una de las grandes estancias tarareando, Hasta que, de repente, freno en seco. Escucho un ruido. No estoy sola.

—Se los dije, es un desastre, es mucho trabajo.La voz severa de la abuela de Kahir se oye desde el pasillo. Meneando la cabeza con desaprobación, se acerca, acompañada de Sheherazade y los cocineros. Mi rostro se enrojeció al instante. ¡Me encontraron! Y, peor aún, ¡estoy en pijama!

Me siento apenada, por ingenua termine cometiendo una gran falta. Rápidamente me doy la vuelta y regreso a mi habitación. Cuando entro, ya están allí unas sirvientas esperándome con ropa y maquillaje, listas para ayudarme a vestir. Las miro con decepción, y me resigno a la situación. No tengo otra opción.

Poco después, voy a la sala principal, donde me esperan mis educadores. Me siento lista, pero también agotada por la presión que se me impone. La enseñanza es continua. Aprendo a dirigirme correctamente a los nobles más respetados, descubro las jerarquías que gobiernan esta sociedad, y hasta me entero de que he estado sentándome mal a la mesa toda mi vida.

Es una montaña de información, pero sé que debo aprenderlo todo. Sin embargo, me siento abrumada. No tengo labores reales hasta que termine mi formación. Ahora, toda la responsabilidad recae sobre Kahir y Sheherazade. Y aunque eso me da algo de tranquilidad, la presión sigue ahí, sobre mis hombros.

Cuando finalmente siento que mi mente no puede más, decido que me merezco un descanso. Me dirijo al jardín. Entre las plantas y los árboles, me siento tranquila, casi como si fuera invisible, como si todo lo que importa en el mundo fuera el viento entre las hojas. Cierro los ojos por un momento, disfrutando de la paz.

Pero de repente, algo me hace sombra. Abro los ojos de golpe y, al ver la figura, doy un grito de sorpresa.

—¡Light! ¡¿Qué haces aquí?!

En lugar de responder, él simplemente se echa a reír, una risa cálida y despreocupada que me hace sentir aún más molesta. ¿Cómo puede ser tan relajado después de aparecer de esa manera? Me levanto y salgo del jardín sin decir una palabra. 

Pero antes de que pueda entrar en la casa, siento su mano en mi muñeca. Me detengo al instante, y él me mira con una expresión de disculpa en el rostro.

—Lo siento, no quería asustarte—Su tono es suave y arrepentido—Ven conmigo.

—¿A dónde? ¿Y a qué?respondo, un poco desconcertada por su insistencia.

—Luego lo verásdice, con una sonrisa traviesa—¿Vienes o te quedas encerrada en tu mansión?

Mi corazón late más rápido al escuchar su invitación. Algo en mí quiere seguirlo, pero mi mente me grita que me quede. La decisión me pesa, pero como siempre, termino escuchando a mi corazón.

Bien. Voy contigo, déjame cambiar.

Él asiente, su sonrisa se ensancha, Aunque no sé a dónde me llevará, algo me dice que hoy es un día que no quiero dejar pasar.

Él asiente, su sonrisa se ensancha, Aunque no sé a dónde me llevará, algo me dice que hoy es un día que no quiero dejar pasar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahora Soy ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora