Ahora Soy Reina

Capitulo 12

Doy vueltas en la cama. Si antes no sabía qué hacer... ahora menos. Los pensamientos me atormentan, pero ninguno parece claro, ninguno me ofrece un camino. La incertidumbre me consume, y todo lo que puedo hacer es pensar en la reunión de esta tarde. Mi mente trabaja como nunca, queriendo encontrar alguna solución para enfrentar lo que está por venir. Pero no la encuentro. 

Repaso aquella reunión, aúna vez mas.

El aire de la habitación estaba pesado, parecía que el entorno supiera lo que está en juego.

—Su Majestad, Luna Llena corre peligro.

Las palabras de Asur me dejan inmóvil por un momento. ¿Peligro? No sabía que nuestro hogar estuviera en peligro, y ahora en el peor momento.

—¿Peligro?—repito, no puedo comprender lo que me está diciendo.

Mis manos se tensan sobre la mesa, no quiero sonar perdida, pero no entiendo a qué se refiere. Debo formular mejor mis preguntas para que todo esto tenga sentido. Mis pensamientos siguen corriendo, pero aún no encuentro el ritmo.

—¿Qué clase de peligro corremos? —finalmente pregunto lo correcto, tratando de que mi voz suene firme.

Todos los ojos en la sala se vuelven hacia Asur, esperando que él diera la respuesta que todos esperan. Da un paso al frente, su postura erguida, como siempre. Refleja respeto, pero también una determinación inquebrantable. Con eso supe que esto no es algo trivial.

—Mi infinito respeto, Majestad—comienza, inclinando la cabeza, mientras sus palabras llenan la sala con un tono solemne—Creo que usted está enterada de por qué nuestro hermoso reino se llama "Luna Llena".

—Por supuesto. Se debe a su hermosa luna, aquí su fase llena dura más que en cualquier otro lugar.

Una suave sonrisa se dibuja en mi rostro, aliviada por saber que, al menos, esa parte de conocimiento básico. Mis palabras parecen haber generado una atmósfera de confort, ya que algunos consejeros a mi alrededor también sonríen. Pero Asur no parece relajarse. Su expresión sigue grave.

—Me alegra que conozca su significado—dice, ahora más serio—Pero creo que no conoce la leyenda del "hundimiento".

La mención de una leyenda me desconcierta aún más. ¿Hundimiento? conozco esa palabra, pero no sé a qué se refiere. El vacío de desconocimiento me consume por completo.

—Jamás la había escuchado—confieso, esperando que alguien me ofrezca alguna explicación.

Un hombre en la esquina de la sala levanta la mano. Lo observo de reojo, no estoy segura de su nombre, pero su presencia es imponente. Su atuendo y posición en la mesa sugieren que tiene un alto rango. ¿Cómo debo darle la palabra? Mi incertidumbre es evidente.

Pero antes de que pueda dudar más, Sheherazade, siempre tan atenta, me saca de mi apuro.

—Mikay—me susurra, como si hubiera leído mis pensamientos.

¿Mikay? Mi... kay... Mi mente se queda atrapada en ese nombre, que me suena extraño pero familiar. Un leve resplandor de reconocimiento me surge. Sin embargo, no me da tiempo de reflexionar más, porque la figura del hombre avanza hacia el centro de la sala.

—General Mikay—anuncia Asur con tono solemne.

—General del Límite Sur—Mikay hace una ligera reverencia ante mí, su porte es firma e imponente, siento incluso envidia de el. Este si sabe dirigir— Para servirle su Majestad. Si me lo permite, puedo contar la leyenda.

El ambiente se vuelve denso, y la tensión crece en la sala. El hecho de que Mikay, un hombre de tantas responsabilidades esté dispuesto a compartir una leyenda tan importante me lleva de nuevo a que esto no es algo menor. Cada palabra que pronunciará tiene el peso de un misterio, un destino aún incierto.

—Será un placer oírla de su boca—respondo, sintiendo la necesidad de aferrarme a cualquier pista que pueda arrojar luz sobre este peligro.

El ambiente en la sala cambia con el silencio que antecede la historia, y en mi pecho, la incertidumbre se transforma en una especie de ansiedad. Sé que las palabras de Mikay pueden ser cruciales para entender lo que nos espera.