TAKING IT ALL FOR US

ARCO 1: SHAKA X MU (cap4)

"No sé de qué están hechas las almas, pero la mía y la suya son una sola" (Emily Bronte)

Mu era alguien pacífico y calmado, incluso llegó a ser catalogado como el caballero más sensato de todos, sin embargo esto no siempre fue así, cuando apenas era un niño Mu era testarudo en demasía, solía desobedecer a su maestro únicamente para llevar la contraria, se dejaba dominar por sus emociones fácilmente y constantemente le faltaba el respeto a Shion, vaya que este último le tuvo paciencia al lemuriano porque realmente el pequeño Mu era insoportable; Cada que peleaba con su maestro se encerraba en su habitación azotando la puerta de por medio y cuando escuchaba la voz de su maestro llamándolo desde el otro lado de la puerta gritaba con todas sus fuerzas "quiero estar solo"; después lloraba toda la noche y se repetía una y otra vez que el mundo sería mejor si todos desaparecían y lo dejaban solo, el pequeño Mu estaba equivocado, el mundo empeora al estar solo.

El clima en Yamir era extraño, durante el día el sol brillaba ferozmente y el calor abrasador se hacía presente, sin embargo por la noche un gélido aire calaba los huesos, al principio Mu no podía soportar tales cambios abruptos de temperatura, sin embargo con el paso de las semanas llegó a acostumbrarse, él esperaba que así como se acostumbró al clima también lo haría con la soledad, pero eso nunca pasó; todos los días se preguntaba ¿cúanto tiempo duraría el tortuoso exilio? Un silencio sepulcral inundaba la torre de Yamir y a cada segundo esta se hacía más y más grande, dejándolo a él como algo tan insignificante y susurrándole al oido que esto no terminaría pronto.

Mu siempre disfrutó del calor de estar acompañado, siempre fue querido por todos, por su maestro, por sus compañeros de armas y sobre todo por Shaka, un cálido sentimiento lo invadía al sentirte apresiado y ahora que no tenía a nadie extrañaba sentirse de tal manera, extrañaba los mimos y la paciencia de su maestro, extrañaba las bromas y risas que compartía con sus amigos y sobre todo extrañaba a Shaka, extrañaba la sensación de sus labios recorriendo su piel, extrañaba el tacto de sus manos, extrañaba sus meditaciones matutinas, extrañaba sentir los brazos de Shaka rodeando su cintura, poder ver sus profundos ojos azules, admirar el cielo a su lado por las noches.

Ahora cada vez que veía el cielo por las ventanas de la torre un sentimiento de tristeza lo absorbía ahogándolo en esa soledad inmensa.

A veces lo que le ayudaba era recordar, recordar esa sensación embriagadora que recorría cada centímetro de su ser cuando besaba a Shaka, recordaba la textura de sus labios y el calor de su piel, la manera en la que arrugaba la nariz cuando sonreía o como se mordía las uñas cuando no estaba seguro de algo, como solía enredarse el cabello en el dedo índice cuando leía, recordaba el aroma a loto que desprendía su cabello, su voz siempre tranquila, su risa.

Recordar lo hacía sentir acompañado y por momentos sentía que Shaka estaba su lado abrazándolo y que le decía que todo estaba bien, por breves momentos sentía que todo acabaría y que al día siguiente despertaría en los brazos de su rubio. pero volvía a la realidad y el estaba solo, y ese sentimiento de profunda tristeza lo consumía cada vez más rápido.

Había noches en las que lloraba tanto que se quedaba dormido, y al día siguiente las marcas de lágrimas adornaban su rostro.

Estaba mal y lo sabía, las ojeras eran cada vez más notorias, su piel nívea se había vuelto pálida, comenzaba a costarle trabajo comer y en sus brazos aparecían marcas que estaban cargadas de toda esa tristeza, soledad, y dolor que llevaba dentro. Por las noches un sueño en particular se hacía presente,  se podía ver a sí mismo recorriendo la orilla de un lago y luego resbalaba y caía al agua, se hundía lentamente, la superficie se alejaba cada vez más de él y el aire en sus pulmones se escapaba lentamente haciendo que por su boca salieran muchas burbujas, en el sueño no podía moverse, sus extremidades no le respondían y después de luchar durante un tiempo para salir se resignaba y dejaba que su cuerpo se hundiera en las aguas de aquel lago y al despertar una tranquilidad inmensa lo llenaba. La muerte se veía tan seductora que quería ir con ella, dejar todo atrás y quedarse en sus recuerdos para siempre.

Pero Shaka...

Aún mantenía la esperanza de verlo una vez más, tener una vida normal junto a él. Tal vez por eso seguía con vida, todavía le quedaba una razón por la cual luchar.

.

.

.

Miraba el cielo por una de las ventanas de la inmensa torre. desde ahí las estrellas se veían tan cerca, si estiraba su mano pareciera que las tocaba.

Dirigió su vista a la constelación de Aries, creía que su maestro lo miraba desde las estrellas y lo cuidaba como cuando era un niño.

Y dolía recordarlo porque no pudo despedirse de él y eso lo quemaba. Las lágrimas comenzaron a recorrer su camino habitual comenzando en sus ojos pasando por sus mejillas delineando su nariz y acabando en su barbilla, no se molestó en secar las lágrimas, simplemente continuó observando el cielo.

Entre Aries y Virgo había una estrella que destacaba por su brillo, la reconocía perfectamente. Una sonrisa se formó en su rostro, esa estrella, la de él y de Shaka , le daba esperanzas y recordaba lo que le había prometido.

Flashback

.- Nunca me olvides .-

.- Shaka.-

.- prométemelo.-

Mu le dedicó una última sonrisa, una melancólica, que expresaba todo el dolor que su separación le causaba.

.- te amo.-

Fin del flashback

.- Kiki.- suspiro, seguiría con vida por esa promesa, porque esa estrella representaba el amor que los unía a Shaka y a él y si estrella brillaba su amor también lo haría

"Y una vez más, dormía.

Despertaba

Caminaba

Y como si despertara de una pesadilla, entraba a su casa, cada vez con la sensación de que había sido un sueño. Creía que si caminaba a su habitación, al cuarto que supo compartir con su esposo, con su pequeña, tal vez la pesadilla desaparecería, que podría simplemente deslizarse en el calor de las sabanas y acurrucarse en el seno de su familia que esperaba pacientemente por ella.

Pero al mirar esa cama vacía, Viola recordaba.

Y al recordar la herida dolía, como el primer día.

Su corazón se rompía de nuevo, ardía en su pecho un dolor abrasador que esperaba sofocar. " (La maldición de bly manor)

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Anuncios: La presencia de Kiki en la historia es simbólica, es la estrella de Mu y Shaka, la estrella que representa su amor, (es como si fuera su hijo)