TAKING IT ALL FOR US

DOHKO X SHION ( CAP 6)

Beautiful Lie 

"Déjame cuidar tu frágil ser,

Con mis versos dejará de doler,

Sacaré mi lado más dulce por ti,

Para que el agrio mundo deje de existir

Llora y grita en mis brazos todo tu sufrimiento será consolado.

Quizás mis palabras te puedan sanar

Crearemos algo que sea lindo recordar"

(Little)

Dohko despertó consciente de lo que había pasado la noche anterior, sabía que probablemente rompieron la mitad de las reglas del santuario únicamente durmiendo en el mismo templo, pero también sabía que ellos no eran ni seríann los únicos, así que al final no le dio importancia a esas estúpidas reglas, porque sí, las consideraba demasiado estúpidas, y nunca dejaría de hacerlo por más que Shion lo regañe y le diga que esas reglas sirven para mantener el orden, la paz, y la armonía del santuario. Además estaba seguro de que Shion también las consideraba una mierda.

Se levantó de la cama y observó por la ventana los jardines del santuario con su cabeza apoyada en su mano; pudo ver desde lejos que Shion estaba entrenando, más específicamente luchaba contra un sauce llorón, ese era el tipo de árbol que resistía todo incluso los entrenamientos de un santo de oro. Probablemente él debería estar haciendo lo mismo que su amigo, sin embargo decidió seguir observando en la frialdad de su templo, era un poco extraño, sin importar la estación del año el templo de libra siempre estaba frío. A excepción de las noches en las que estaba junto a su amante, claro, en aquellas noches lo que sobraba era el calor.

La mente de Dohko comenzó a divagar pensaba en lo bien que se sentía dominar a alguien mayor, solo eran dos años de diferencia, pero aún así él se sentía especial por tener a Shion y futuro patriarca bajo su merced; todavía no era oficial que Shion se convertiría en el futuro patriarca pero él era el más responsable y sensato de los 12 caballeros dorados así que para todos era más que obvio que Shion sería el próximo lider del santuario. Dohko comenzó a imaginar como se vería su compañero con la túnica del patriarca, probablemente esta resaltaría la belleza de su pálida piel, tal vez aquella prenda le quedaría entallada y lo haría ver más apetecible de lo que ya era.

Se mordió el labio tratando de controlar sus pensamientos, tal vez ya era el momento de entrenar.

Dohko se vistió con la ropa de entrenamiento, si lo pensaba detalladamente podía contar con los dedos de sus manos las veces que había portado la armadura de libra, generalmente se vestía con ropa casual o de entrenamiento y solo en ocasiones importantes y necesarias era que portaba la armadura de oro, y no era porque fuera incómoda o estorbosa, al contrario por muy raro que pareciera la armadura era realmente cómoda y práctica, el único problema era que le había pertenecido a su maestro, y realmente solo había visto a Itama con la armadura una vez, pero esa vez fue el día de su muerte así que prefería mantener esa cosa lo más lejos posible.

Dohko salió del templo de libra dirigiéndose hacia el sauce, yendo con la única persona que tenía .

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Apenas habían pasado unas semanas desde la muerte de Itama. Athena había establecido a Dohko en el templo de libra, y ese pequeño niño estaba más que asustado. No le daba miedo la oscuridad, sabía que no había monstruos debajo de su cama escondiéndose, y sabía que nadie lo vigilaba cuando dormía. Sabía que no había nada escondiéndose en la oscuridad y sabía que los ruidos que se escuchaban en la noche eran absolutamente normales. Sabía que el viento era el que hacía esos ruidos estridentes, y sabía que la luz de la luna provocaba que las sombras de las ramas de los árboles se reflejaran en su habitación en forma de manos esqueléticas. Sabía que no había nadie más en el templo de libra, sabía que realmente estaba solo, así como también sabía que ese era el hecho que realmente le asustaba, no le tenía miedo a los monstruos, ni a las sombras, ni a los ruidos del viento.