TAKING IT ALL FOR US

ARCO 1: SHAKA X MU (cap5)

" Me gustaría tocar de nuevo tu cuerpo, deseo recorrer dulcemente cada rincón de tu piel y sentirnos con el calor de nuestro amor" (a quien corresponda)

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ADVERTENCIA

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Después de algunos meses finalmente la temporada de lluvia había llegado a Jamir, probablemente para muchos la lluvía era algo molesta o incluso la relacionaban con malos augurios o tragedias, Pero Mu realmente amaba los días lluviosos, el clima húmedo, el aroma a tierra mojada y el sonido que las gotas de agua provocan al chocar con el suelo eran cosas que lograban reconfortarlo desde que era un niño, adoraba cuando las gotas de agua caían una tras una torrecncialmente en él, cuando su cuerpo se humedecía poco a poco desde la cabeza hasta  los pies era una sensación que lograba revivirlo. Mu realmente amaba los días lluviosos no solo por como estos lo hacían sentir, si no también porque le recordaban a cierta persona en especial; le hacían pensar en Shaka, por todas las noches que pasaron contemplando el cielo estrellado mientras la lluvia caía sobre ellos, por el sabor de aquellos labios que tanto adoraba sentir sobre su piel; todas las hermosas sensasiones que le provocaba la lluvia eran las mismas que sentía al estar con Shaka al sentir sus brazos al rededor de él, al sentir sus cuerpos chocar, al sentir el roze de las pieles y sobre todo al escuchar la voz de su amante llamándolo por su nombre; Mu adoraba como sonaba su nombre al ser pronunciado por Shaka. 

Mu amaba los días lluviosos tanto como amaba a Shaka

Aquella era una tarde lluviosa, Mu se encontraba en su cuarto observando a tavés de una ventana la lluvia caer del cielo, se concentaba en escuchar el sonido de las gotas chapoteando al caer en pequeños charcos, aquel sonido era realmente sastisfactorio; Mu cerró gentilmente sus ojos para disfrutar del relajante sonido  que era agradablemente acompañado por un gentil olor a tierra y flores húmedas, Mu se quedó por un tiempo así , deleitando la música y el fresco aroma que recorría sus fosas nasales que eran proporcionados por aquella gloriosa lluvia. De repente su gozo fue abruptamente interrumpido al sentir un fuerte cosmos acercándose a la torre, Mu abrió sus ojos y divisó una silueta aproximándose; a Mu le pareció algo extraño este suceso, así que decidió ir hacia donde aquella persona se encontraba.

Bajó las escaleras rapidamente y se dirigió a la única puerta de aquella torre, tomó un respiro antes de salir, claramente reconocía ese cosmos, lo reconocería aún después de siglos, aún si la cordura lo abandonaba e incluso si sus recuerdos fueran destrozados, él reconocería ese cosmos, aún así estaba preocupado por lo que la presencia de aquella persona significara; armándose de valor y conteniendo un poco el aire en sus pulmones abrió la puerta y comenzó a caminar en dirección a aquella silueta,  dejando que la lluvia lo empapara desde la cabeza hasta los pies, cuando estuvo a unos pasos de aquella persona dejó salir en un fuerte jadeo todo el aire que estaba conteniendo. 

.-Mu.- Aquella voz que tanto deseó escuchar finalmente volvía a hacerse presente en su vida y al escucharla Mu se olvidó de todas sus preocupaciones

Los ojos del lemuriano se llenaron de lágrimas, había soñado tanto con ese momento que ya no sabía si era real. Aun así se aferró a la esperanza de que no fuera parte de su imaginación, abrazó lo más fuerte que pudo a Shaka

.-¿Estás aquí? .- preguntó con la voz entrecortada por el llanto, aún no podía creerlo.

.-Lo estoy, ahora lo estoy.- dijo juntando sus frentes

Mu observó por un prolongado rato el rostro de su amante para después recorrer cada centímetro de el con las yemas de los dedos, Mu delineó el contorno de los ojos se Shaka que se encontraban abiertos, los profundos ojos azules lo miraban con intensidad y él correspondía la mirada; Mu continuó acariciando aquel bello rostro hasta  finalmente detenerse en unos rosados labios y después de tantos meses ambos se fundieron en un beso desesperado, hambriento, hacía mucho tiempos que no podían disfrutar de los labios del otro y ahora que tenían la oportunidad, no desperdiciaron ni un solo segundo.