⚘ Cuarenta y tres. ⚘

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La mirada de TaeHyung seguía fija sobre los movimientos del alfa que había asesinado al omega Kim SeokJin. Era de noche, y tanto aldeanos como refugiados realizaban alguna clase de ritual conmemorativo a sus seres fallecidos.

Kim NamJoon lavaba con fuerza las manchas salpicadas de la sangre de su antiguo prometido; quizás la ira le había hecho cometer tal acto a sangre fría sin siquiera parpadear, y aunque no fue equivocada su razón, ciertamente se podía notar el dolor que le pesaba con cada gota de agua que desvanecía las manchas carmesí.

—Ahora que habrá más tiempo para prepararnos, puedes tomar tu tiempo antes de unirte a las prácticas —murmura Kim TaeHyung, cruzando sus brazos mientras el alfa gruñe

—No me tomaré tiempo solo porque esto duela demasiado —informa NamJoon sin dejar de tallar sus brazos—. Tal vez sí, llegué a amarlo muy independientemente de si nos obligaron a unir nuestros lazos... pero no sabía que aquello le pesaba en demasía, tanto como para estar a favor de que inocentes murieran

—Si fue una víctima más o no de esta ciudad torcida ya no importa, pero no puedes pensar que sus terribles actos borraran la culpa que crece dentro de ti

El alfa cierra la llave de la manguera y sacude levemente sus brazos para luego erguirse y mirar a Kim TaeHyung seriamente.

—Esto ha sido una guerra, en las guerras siempre cargarás con culpa 

—Lo lamento —susurra TaeHyung, un poco afligido—. Te culpé de algo sobre lo que no tenías conocimiento alguno

 —Creo que esa será mi culpa más grande —sonríe el alfa con aflicción—. Debí saberlo antes de que sucediera todo esto... ahora, si me lo permites, creo que también debo rendir homenaje al hombre que yo conocí y llegué a amar

TaeHyung da un paso hacia atrás para dejar que Kim NamJoon continúe su camino hacia el centro de la aldea. El silencio de pronto se instala y el sonido de los insectos nocturnos es lo único que mantiene a su mente en calma ante el estrés y la agonía emocional que sentía, mira con atención los arboles frente a él y aguanta la respiración, soportando el peso de los sucesos.

—Ahora puedes darte cuenta que tú eres el indicado para ser nuestro líder, ¿o no? 

Kim TaeHyung cierra sus ojos por un instante mientras inspira con fuerza, se gira para observar al omega, y sonríe.

—Supongo que nací con el don de convencer a los demás —murmura, acercándose al hombre pelinegro

—Si aquella vez no me hubieras convencido de continuar con esto, seguramente estuviera comprometido con algún otro alfa

—Entonces puedo decir que me alegra haberte convencido Jeon 

JungKook sonríe mientras toma las manos del alfa y se acerca lo suficiente para dejar que TaeHyung apoye su frente contra la propia; cierran sus ojos y se dedican por largos segundos a sentir el calor y disfrutar de los aromas del otro.

—La vida se siente tan corta cuando estás en medio de la guerra —susurra JungKook, soltando las manos del alfa para subirlas al rostro de TaeHyung—. No quiero perder tiempo pensando en si moriré o no... quiero pasar cada segundo, cada minuto que no esté luchando a tu lado, Kim TaeHyung

TaeHyung abre sus ojos y observa atentamente los ojos brillosos de Jeon JungKook, apoya sus manos sobre las del omega que aún acarician su rostro para luego tomar la cintura del pelinegro y acercarlo a él, depositando un delicado beso que parece durar una eternidad.

—Te prometo que lucharé por esta libertad sin importar nada JungKook, pero te protegeré con mi vida si eso es necesario; no quiero perderte, no podría soportarlo

JungKook sonríe conmovido para luego volver a besar al alfa mientras se abrazan. El frío de la noche hace estremecer al omega más de lo que tiembla ante los toques suaves de Kim TaeHyung sobre su piel, el alfa deja los labios del pelinegro para levantarlo y cargar su peso repentinamente. JungKook se abraza y se acurruca al alfa mientras este lo lleva a la cabaña que terminaron compartiendo desde días atrás.

El alfa deja cuidadosamente el cuerpo del omega sobre la cama cuando entran a la habitación mientras este último intenta aferrarse al abrazo que Kim TaeHyung intentaba deshacer. 

—Será imposible detenerme si me quedo aquí —indica TaeHyung mientras acaricia el cabello del omega

—Entonces quédate aquí... —susurra JungKook sobre el cuello de TaeHyung, suspirando—. Quédate, por favor... no te pienso detener

Kim TaeHyung se separa para observar con adoración el rostro enrojecido del omega debajo de él, JungKook estira su mano hasta el rostro del alfa y sonríe cuando este tiembla ligeramente ante el toque delicado de sus dedos sobre sus labios. A TaeHyung le quemaba ese suave toque, quemaba tanto que no pudo evitar besar las manos de JungKook con verdadera devoción; el omega temblaba con cada beso sobre sus nudillos, sobre el dorso y la palma de sus manos.

Jeon JungKook cerró sus ojos cuando TaeHyung se inclinó a besarlo lentamente, probando con dedicación sus labios y el ligero sabor a fresas de su bálsamo. Posó sus manos sobre la espalda del alfa y soltó aire cuando este mordió su labio con poca fuerza, su cuerpo comenzaba a arder demasiado y el ritmo del beso se tornó más rápido y profundo. 

No podía evitar quejarse y chillar cuando el delicado toque de la lengua de TaeHyung paseaba sobre su rostro hasta llegar a su cuello; su cuerpo temblaba cuando los dedos ajenos tocaban la piel debajo de su camiseta, y su corazón palpitaba con fuerza al escuchar la respiración errática del alfa, dejando salir suspiros que se evaporaban entre el frío de la noche.

—Te amo...

De pronto, TaeHyung deja de besar el hombro de JungKook al escuchar sus palabras y se levanta ligeramente para observar su rostro con sorpresa. Los ojos del pelinegro se llenan de lágrimas mientras observa con verdadera duda, y temor, la expresión del alfa.

—Quizás no me amas como te amo a ti, pero yo...

—Te amo —murmura TaeHyung, respirando con fuerza—. Te amo tanto que no quiero vivir sin ti JungKook

Las lágrimas en los ojos de JungKook se convierten en llanto al escuchar las palabras de TaeHyung, un jadeo sale de sus labios cuando el alfa lo abraza con fuerza para luego volver a besar sus labios con vehemencia. Su corazón se siente aliviado a pesar de latir con mayor rapidez conforme los besos del alfa se vuelven húmedos sobre su piel; sigue estremeciéndose y su mente se nubla conforme siente las manos de Kim TaeHyung quitar cada prenda de ropa sobre su cuerpo, chilla y se aferra con desesperación a la almohada bajo su nuca.

Abre sus ojos por última vez y observa tan cerca de él a su amado; TaeHyung acaricia cada parte de su rostro y besa sus labios antes de perder la noción de todo lo que sucedía a su alrededor conforme el calor avanzaba.

Ambos se amaban con fervor y afición mientras enlazaban sus vidas de manera irremediable, y sin embargo, lo que sentían el uno por el otro era lo único que importaba en ese momento.

Azul como el cielo.  [ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ] •OMEGAVERSE•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora