Azul como el cielo. [ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ] •OMEGAVERSE•

⚘ Cuatro. ⚘

El sonido del despertador suena por toda la habitación. Los ojos le pesan a Kim TaeHyung cuando intenta despertar del terrible sueño que lo acompañó.

Tres años habían pasado.

Apaga la alarma y mira el espacio enorme de su habitación. Todo un lujo que probablemente a él no le habría tocado vivir. Se levanta de la cama con pesadez, tomando lo primero que encuentra de ropa y colocándose cada prenda mientras avanza a la puerta.

—Buenos días TaeHyung, ¿dormiste bien?

Detiene su paso en medio del pasillo al escuchar la voz del hombre alfa. Observa al fondo a Wang SeongGyo, caminando con su impecable traje hasta llegar a él.

—Dinos princesa, ¿dormiste cómoda?

Los dientes de Kim TaeHyung se asoman ligeramente mientras gruñe por lo bajo. El primogénito de los Wang aparecía detrás de su padre con una sonrisa arrogante.

—Sí, dormí bien —responde a secas, mirando al más viejo—. Hoy tengo planes para la tarde

—No, tienes que cancelarlos

El señor Wang y su hijo mayor caminan hasta la sala del lugar. Con Kim TaeHyung detrás de ambos mientras maldice todo lo que encuentra a su paso.

—Después de tantos años, se decidirá quién ocupará el puesto de Jeon SuHo, debes estar ahí TaeHyung

—¿Por qué debería estar ahí? —pregunta de la manera más tranquila posible—. Creo que todos en la ciudad saben que Wang KaYee ocupará ese puesto

—Al fin estamos de acuerdo en algo hermanito —se ríe el mayor—. Al fin reconoces quién importa aquí

—No me llames así, tú y yo no somos hermanos

—Es cierto, jamás sería familia de un alfa con sangre impura

—¡Silencio!

Ambos jóvenes callan abruptamente ante el llamado severo del hombre. Incluso si ambos eran alfas, su lobo no podía ignorar aquella Voz utilizada por el hombre mayor.

—En un par de meses TaeHyung cumplirá los veinticinco años, hasta entonces... él también es un candidato

—¿Qué dices padre? —cuestiona incrédulo el mayor de los jóvenes alfa—. Él no es tu hijo

—Es mi hijo aunque no haya lazo sanguíneo —indica el hombre al sentarse en el sofá—. Soy el secretario de esta ciudad, y todo hijo alfa que esté en mi cargo es candidato para el puesto

Los ojos furiosos de Wang KaYee miran a Kim TaeHyung, este último se mantiene con la mirada en el piso blanco de aquella lujosa casa.

—¿Por qué debo hacerme otra prueba?

El hombre levanta la mirada hasta el rostro serio de TaeHyung. Lo mira un momento hasta volver a hablar.

—Todos los niños que hayan sido adoptados, y que provengan de fuera, deben volver a pasar una prueba de ADN a los veinticinco... sólo para descartar cualquier error

—¿Qué error podría haber? —mira TaeHyung a su padrastro, confundido—. Soy un alfa, no puedo resultar ser otra cosa a esta edad, y lo sabe

El señor Wang se levanta del sofá para caminar hasta su hijo adoptivo. Ambos hombres se observan por pocos segundos hasta que el mayor de los dos suelta aire con cansancio.

—No hagas preguntas —pide el hombre, luego, mira a su otro hijo—. KaYee, hoy irás con TaeHyung a la oficina, ambos deben saber sobre la situación actual de Viento del Sur