⚘ Uno. ⚘

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Los días eran siempre cálidos.

La primavera llenaba de hermosos colores los jardínes de Viento del Sur; amarillos, rosas, verde y azul. Pero aunque siempre la gran ciudad se viera radiante, la vida en la urbe no era igual de colorida.

No tenía el mismo brillo la vida desde abajo.

—¿Sigues mirando la ciudad?

Los ojos del joven pelinegro se posan sobre el rostro del hombre que camina hasta él desde el enorme balcón. El joven separa sus manos del enorme barandal blanco y brillante; completamente hecho de mármol.

—Padre —soltó en voz baja, bajando la mirada—. Buenos días

—JungKook, has estado toda la mañana mirando alrededor, ¿hay algo que te aqueje?

—La vida se ve muy brillante y sencilla desde aquí —murmura el joven con decepción—. Pero allá abajo, hay personas grises

El hombre suelta una risa agraciada mientras observa el perfil de su hijo; está completamente serio.

—Ya lo hemos hablado Jeon, la vida no suele ser justa siempre

—Lo sé bien, pero... ¿porqué estas jerarquías nos separan? —reprocha con molestia—. Aquí hay dos tipos de personas cuando en realidad son tres las que existen en el mundo

—JungKook, ¿saliste de la ciudad?

El joven mencionado cierra sus ojos un instante, sabiéndose cachado por sus propias palabras, maldice en su mente para luego abrir los ojos.

—Sólo fue por un momento... —explica, intentando no mirar a su padre—. Dijiste que algún día esta ciudad podría estar a mi cargo, ¿no es normal que quiera saber todo?

—Aún no lo sabemos, tienes apenas catorce años

—¿Hablas de a qué categoría podría pertenecer?

—Hay una alta probabilidad de que seas un alfa al igual que yo, pero nunca hay que estar seguros, después de todo... tu madre era una omega

Jeon JungKook mira sus manos que vuelve a colocar en el barandal. Claro, su madre había muerto hacía unos años, pero aún dolía; ella era la única que entendía lo mal que estaba la clasificación por jerarquías, era la única que sabía la verdad.

—Si resulto ser omega, ¿qué sucederá?

Los ojos del menor miran con preocupación el rostro tenso de su padre. De aquel hombre de casi cincuenta años, gobernador de la ciudad Viento del Sur.

Un alfa puro.

—Faltan algunos años para que te hagas la prueba definitiva —indica el hombre con seriedad—. A los diecisiete sabremos qué sucederá con la ciudad, pero una cosa te diré... eres mi hijo, y nada cambiará eso. Te protegeré sin importar quién seas

El joven adolescente esboza una sonrisa débil. No era un tonto, sabía lo que sucedería si resultaba ser un omega.

—Pronto será tu cumpleaños, y si tanto deseas salir de la ciudad, puedo hacer una excepción

—Gracias padre

El hombre sonríe, aunque se nota con claridad la inconformidad que siente. Jeon JungKook no era tonto, y sabía que siendo el único hijo del gobernador, tenía que buscar ser un alfa. Porque si de alguna manera, él resultaba ser un omega, nunca podría liderar una ciudad.

Si era omega, seguramente tendría que vivir bajando la montaña. Con los demás omegas, con las familias de los alfas. Así era la vida en Viento del Sur.

Azul como el cielo.  [ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ] •OMEGAVERSE•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora