¿Porqué se había vuelto tan insensible? Ni siquiera mirar la sangre escurriendo en su rostro le provocaba algo. Debería estar preocupado, su cara era todo, era lo más importante en su vida, su fuente de ingresos, la razón por la cuál todo el mundo lo admiraba. Sin eso no era nadie.
Sabía que era una persona difícil, de muy mal temperamento. La mayor prueba podía ser el desfile de asistentes fuera de su camerino en los últimos meses. Nadie soportaba más de un mes.
Nadie excepto ella. La chica británica.
Ni siquiera le dio un vistazo en su primer encuentro. Su manager parloteo acerca de lo preparada que estaba, tenía buenas recomendaciones, tres hojas escritas a puño y letra de Luna. Su adorable y loca prima hablaba maravillas de lo que para Draco era solo una asistente más. Una fan. Lo pensó asi por la forma en que lo miraba, con los ojos resplandecientes y un rubor débil debajo de su pecosa piel. Muy campestre. Su cabello rizado y esponjoso le agradaba la cabeza.
-¿Entonces que dices? -la empalagosa sonrisa de Lee podía provocar diabetes si la veías por mucho tiempo.
-¿Tienes más opciones?
-Nooup. Es la única.
-¿Me estas diciendo que de un país de 5.454 millones de habitantes no hay una sola persona que busque un empleo de asistente y por eso has elegido la opción extranjera?
-Se ha corrido la voz de lo horrible que es trabajar para ti. De no ser por Luna no tendrías nada. Ni una. Ce-ro.
-Por favor.
-Estoy hablando muy enserio, Draco. Tal vez haya chicas con interés en servir a un megalomano mezquino e incluso lo harían gratis, es más, me pagarían por ello, pero créeme que ese servilismo exagerado estaría compensado con algún trastorno maniático. Robarían tus mocos o se llevarían tus calzones almidonados para venderlos en una subasta de Amazon.
-Exageras.
-No, no lo hago. Hay gente muy loca allá afuera. Gente que haría hasta lo impensable para estar cerca del conductor de noticias más guapo en Europa. Repito, hay mujeres que matarían por acostarse contigo.
-Creí que habías dicho que era el tercero más guapo y un buen polvo no me caería mal.
-Eso, eso, eres el tercero, el tercero más guapo y no, no creo que quieras sexo con una loca. Como sea, ella es tu mejor opción. Tu prima asegura que nada de eso pasara con ella.
-Puedo decir algo. -su voz apenas sobresalía. Nada especial. No era de un dulce insoportable, pero tampoco contenía determinación.
Ante Draco, Hermione Granger se convirtió de una simple aspirante a una pequeña ratoncita tímida, nada que ver con su melena de leona.
-Se que estoy aquí por recomendación, pero tal como le dije a la señorita Lovegood, soy muy resistente y estoy preparada para cualquier eventualidad.
-Eso me convence, ¿y a ti? -Lee no desistiría.
-Ya veremos si es cierto que esta preparada.
Y vaya que lo estuvo.
Ser asistente de un presentador de noticas no era algo muy común, pero Draco no era cualquier presentador, su ramo eran las noticias internacionales y lo que lo caracterizaba de otros es que su escenario no era un escritorio. El rubio se dedicaba a viajar a cualquier parte del mundo en dónde se sucitaran eventos importantes. Era transmitido en vivo por televisión, youtube e instagram. Prácticamente vivía con Twitter y Facebook abierto las 24 horas, siempre con su pasaporte y maletas listas. Una vida muy movida. Una vida que creía que le gustaba.

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Bucle *Antología*
FanfictionCompilación de Drabbles y one-shots *Dramione * Theomione * Harmione *Lunarry *Thuna