El espía. (One-shot) Dramione

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No era la primera vez que lo hacía.

Últimamente, específicamente luego del puñetazo que recibió su orgullo y su nariz rota, la había estado mirando más de lo permitido. La vista era libre, claro, pero él mejor que nadie sabía que si alguien lo atrapaba observando a Granger estaría en serios problemas. Su reputación se iría a la basura, sus enemigos se aprovecharían de eso para quitarle el puesto de príncipe de su casa, comenzarían a corear alguna cancioncita tonta sobre él y la sangre sucia. Por Merlin, ya hasta podía escucharla en su mente sin embargo, eso no era lo peor, eso no era nada, si su padre se enteraba...

Ya lo había decepcionado mucho, luego de lo de Dobby y Potter, se la pasaba diciéndole que tenía que vencer a cara rajada de una forma u otra. En Hogwarts no había mucho con lo que competir, las calificaciones, los deportes, las chicas. Él era el mejor de su grado en calificaciones por debajo de... Granger. Joder, ni siquiera recordaba lo que estaba pensando. ¿Era Potter? ¿Su padre? ¿Sobre represalias? Agh, que mas daba, nadie lo atraparía desde ahí.

Después del estúpido concurso de los Ravenclaw sobre escalar árboles y la risible caída de Corner, el reto estúpido se había trasladado a Slytherin. ¿Quien mierda no sabía trepar árboles? Su respuesta fue respondida luego de ver caer a la mayoría de las mujeres excluyendo a las Greengrass y por algún extraño motivo que rompía las leyes físicas, Bulstrode lo logró. De los hombres la mayoría pudieron, exceptuando a Zabini y Nott, uno ni lo intentó y el otro dijo que era estúpido.

Estúpido o no, servía para sus fines perversos.

La mayoría de la gente nunca alza la cabeza más alla del suelo y el frente, Draco había descubierto rápidamente que podía pasar desapercibido mientras estuviera montado en una rama resistente. Cuando se lo dijo a Nott pareció más interesado, pero él azabache escogía árboles que tuvieran mayor acceso a las personas y su análisis. Si Draco fuera más dedicado a la labor social y su estudio, lo habría usado a su favor, sobre todo en el tema de los chismes, pero no era lo suyo, el rubio aprovechaba para observar a Granger, Weasley y Potter tomar el sol.

Al menos había manzanas, y podía oír recortes de pláticas con información que tal vez le serviría en el futuro, nunca se sabía. Ese día en particular, el clima era delicioso, los espacios entre hoja y hoja dejaban filtrar la luz caliente sin quemarlo.

Granger se había quitado el enorme suéter que usaba como segunda piel y las olas de aire movían su cabello. Su tupido, oscuro y feo cabello que debía oler a... canela. Rayos, aún podía recordarlo de cuando su puño trono su tabique nasal, era patético, tenía que cambiar de objetivo. Joder, apenas descubrió lo que era una paja hacía unos meses, no podía dedicarselas todas a una fotografía porno que encontró en el cajón de su padre. ¿Que tal si padre se masturbó con la misma imagen? Era asqueroso. En cambio si lo hacía pensando en Granger...

—Bien, entonces quédate, pero no te quejes cuando tú piel se parezca al cabello de Ron. —Potter se sacudió el uniforme y la comadreja pasó definitivamente de dar alguna advertencia. Era perfecto, la dejarían sola. La varita de Draco zumbó en su bolsillo, su momento había llegado al fin, la hechizaría y se vengaría del golpe en su nariz, entonces podría olvidarse de ella y seguir su vida.

Esperó un poco más, nadie debía estar cerca, desde su rama segura, verificó que los alumnos que vagaran no tuvieran oportunidad de auxiliarla. Iba a ser tan endemoniadamente sencillo. No reprimió la risa que se le escapó mientras pensaba en lo que haría. Su cabello era tan tentativo, eso era, le haría mierda el cabello, la dejaría calva y sería tan feliz como si hubiera ganado la copa de las casas él solo.

¡No! ¿Porque vacilaba? Porque no bajaba y lo hacía de una buena vez. La vio parpadear cada vez más y más espaciado, sus dedos que seguramente serían ásperos como una lija, dejaron de pasar páginas y el libro en su regazo comenzó a caer y caer hasta que quedó entre sus piernas, impidiendo que cualquier cosa debajo de su falda fuera visible. No es que quisiera ver, no. Tal vez. No, no, aunque...

Bucle *Antología*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora