Capítulo 10

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Claire vio llegar la T1 por el camino desde la puerta de su tienda. Tenía la parte delantera muy abollada. El parabrisas estaba totalmente roto e incluso alguna de las laterales. También había sangre. La T1 aparcó en un lado del campamento y Samuel y Adam bajaron de ella. Nathan salió de una de las tiendas y fue a ayudarles a sacar la ropa que iban a utilizar mañana. La hoguera que habían encendido aún se mantenía, por lo que había bastante luz a pesar de ser más de las once. Mathew, Susana y Anne estaban durmiendo. Cuando sacaron las maletas que les interesaban, Adam y Samuel se fueron a su tiendas. Adam, por supuesto, se fue a la de Anne. Nathan cogió una de sus cámaras que había sacado de la T1 y se sentó junto a la hoguera. Claire vio que también había cogido otra caja que debía de ser de recambios. Sacó un destornillador y abrió la parte de la pantalla de la cámara. A Claire eso le llamó la atención. Salió de la tienda y e sentó junto a Nathan. Levantó la cabeza y la saludó.

-Hola Claire-dijo Nathan. Volvió a bajar la vista a la cámara. Parecía que le pasaba algo.

-¿Estas bien?-le dijo Claire.-Desde que vimos la grabación de Adam y Anne estás muy raro.-lo conocía lo suficiente como para saber que cuando se ponía a trastear con las cámaras era porque algo le pasaba.

-Simplemente es que no me encuentro  bien-le dijo. Se le notaba en la cara que ocultaba algo, y Claire creía saber el qué.

-Has visto algo horrible-le dijo-¿verdad?

Nathan levantó otra vez la vista y la miró. Ella siempre lo había encontrado atractivo. Pero lo que más le gustaba de él, eran sus ojos. Sus ojos color verde claro. Siempre que la miraba, le temblaban las piernas. A pesar de ser un chico bastante popular, era también muy buen estudiante y a muchas chicas ya les había roto el corazón porque a él le gustaban otro tipo. Ella no le había dicho nada porque temía romper su amistad con él. Le quería, sí. Pero tampoco quería perderlo. Así que se había conformado con ser su amiga. 

-Sí-dijo él.-Vi como quemaban a la mujer que dicen que era una bruja.-empezó a contar él.-La obligaron a ver como mataban a sus animales y luego la quemaron. Lo vi todo como si yo hubiera sido uno de los asistentes a ese linchamiento. Luego la escena cambió. Ya no estaba en la casa de la mujer. Estaba en una iglesia, junto al cura que había ordenado quemar a esa mujer. No oía nada de lo que decían en la iglesia. Poco después escuché un grito y la iglesia empezó a arder. Sentía el miedo de ese chico. Una viga del techo ardiendo me cayó encima y después no vi nada más.

Estaba cabizbajo otra vez. Claire se acercó a él y le dio un abrazo. No sabía si él la apartaría. No lo hizo. 

-Lo peor de todo-continuó él.-, es que creo que la mujer no era mala persona.

Claire también lo creía, pero había cosas que le hacían dudar. Susana dijo que había chocado porque un perro se había cruzado en el camino y, según les había dicho, era el perro de la grabación. Y en la grabación aparecía la mujer que se supone que era la bruja.

-¿Qué le pasa a la cámara?-le dijo Claire a Nathan. 

-La pantalla se rompió en el choque-le dijo-, pero estaba encendida cuando ocurrió. Tengo una pantalla de repuesto y si la arregló, podremos saber qué es lo que paso.

Quitó con cuidado la pantalla y la soltó de la placa base. Sacó un pequeño soldador y lo enchufó a la T1 mediante un alargador de coche. Colocó la nueva pantalla con cuidado y probó a encender la cámara. Funcionaba. Claire no se podía creer que Nathan lo hubiera conseguido. Nathan acabó de colocar todos los tornillos y encendió la cámara. Fue al historial y preparó el video. La miró directamente.

-¿Te podrías quedar?-le dijo él. Claire estaba sorprendida-Solo por si acaso me vuelve a pasar lo de la visión. No tengo ganas de que me vuelva a pasar.

-De acuerdo.-Le dijo ella.

Nathan encendió el video. Se veía el camino por el que Susana había vuelto. A su lado se veía al médico que había ido con ella y que había acabado muerto. Entonces vieron al perro. Nathan paró la grabación y le dio zoom. Era un Doberman. Estaba segura. Sintió que se estaba mareando. Nathan le dijo algo, pero sonaba muy lejano. Se iba a desmayar, estaba segura. Entonces todo se oscureció.



Claire se despertó. Estaba en una cama, en una especie de habitación muy antigua. No sabía dónde estaba ni tampoco recordaba lo que había pasado. Se sentó y miró a su alrededor. La cama era de hierro y estaba un poco oxidada, pero era muy bonita. Había un pequeño armario y un tocador en un lado de la habitación. En la ventana había una planta que parecía aloe vera. A los pies de la cama había ropa limpia. Se levantó y se la puso. Abrió despacio la puerta y vio una pequeña sala de estar. Tenía un par de sofás viejos de piel y una mesa para el café. La chimenea era de piedras sacadas de una mina. Parecían ser de granito. Al fondo de la estancia, había una pequeña cocina de leña que parecía sacada de un museo y una mesa con dos sillas. Afuera hacía sol. Ya había amanecido. Había varias velas apagadas. Una mujer joven estaba sentada en una de las sillas de la mesa de la cocina. La reconoció en cuanto la vio

-Te estaba esperando Claire.-le dijo la mujer que supuestamente era una bruja.-Por favor, siéntate. No te voy a hacer daño.

-De acuerdo.-se sentó en la silla. Estaba aterrada. No sabía lo que estaba pasando. Se suponía que esa mujer estaba muerta.

-¿Qué quieres de mí-le dijo Claire con una voz que intentaba ser valiente, pero se le notaba el temblor en el habla.

-Solo hablar-le dijo la mujer.-Lo primero, deja que me presente. Mi nombre es Amy Watson. Y sí. Era una bruja. Pero no una bruja como las de las historias que se comen a los niños. Yo no me he comido un niño en mi vida.

Claire estaba desconcertada. No sabía que pensar. Ella había sido quemada hace mucho tiempo. Solo se podía tratar de un sueño, ¿verdad? Ya no estaba tan segura. 

-Tenéis que iros-le dijo la mujer.-, antes de que sea demasiado tarde.

-¿Tarde?-dijo Claire perpleja-¿De qué estás hablando?

-El mal se cierne sobre este bosque. Si no os vais, moriréis.

Claire empezó a notar otra vez esa sensación de mareo y perdió el conocimiento.



-Claire. Despierta.

Nathan estaba a su lado, llamándola. Claire estaba confusa. No sabia lo que había pasado.

-Menos mal-dijo Nathan. La ayudó a sentarse.-Te has caído en redondo después de ver a ese perro.

-¿Cuanto tiempo he estado inconsciente?-le preguntó ella.

-Un par de minutos-le dijo-, más o menos.

-Es imposible-le dijo ella-He estado con Amy al menos un cuarto de hora.

-¿Amy?-dijo el perplejo-¿Te refieres a la mujer que era una bruja?

-Me ha dicho que tenemos que irnos-le dijo-, antes de que sea tarde.

-Se lo comentaremos a los demás-le dijo él. Ella ya estaba más tranquila. 

La acompañó a la tienda. La ayudó a entrar. Susana estaba durmiendo. O eso parecía. 

-Gracias-le dijo ella.

-No hay por qué darlas-salió de la  tienda y se fue a la suya.

Claire se tumbó y se puso a mirar el techo de la tienda, pensando en lo que le había dicho Amy. "Tenéis que iros, antes de que sea demasiado tarde". Después de pensar durante más de una hora, se quedó dormida. 

La Maldición de Lincoln ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora