Cap 10

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Debby

Caigo rendida en sus brazos luego de alcanzar por cuarta vez el orgasmo, mi respiración jadeante choca contra su cuello mientras dejo pequeñas mordidas, recuperando la regularidad de esta.

Debo decir que la de él está algo más estable que la mía, pero aún sueltos pequeños gruñidos cerca de mi oído.

Aún no sale de mí y no quiero que lo haga, me siento plena estando así, juntos y abrazados, aunque no debería sentirlo. Me permito disfrutar del placer que me genera y olvidarme de la misión suicida que tengo que ejecutar contra él...

Apoyo mi mejilla en su hombro y acaricio su pecho, hasta el momento durante toda la noche, no me ha prohibido que lo haga, suelta leves suspiros y se mantiene en silencio, sigue sentado en la cama y yo estoy sentada sobre él.

—Podemos dormir así?—cuestiono con la voz baja producto del cansancio, vuelta casi un susurro.

—Con mi miembro dentro de ti?, ¿O solo así?—recuesta su espalda en el colchón llevándome consigo.

Mis brazos pesan, estoy realmente agotada, aún así hago el esfuerzo y me acomodó para ver su rostro.

—Como sea— respondo mordiendo despacio su labio y uniendo nuestros labios en un beso lento, que me permitiera grabar bien sus labios y sus movimientos, intenta acelerar el ritmo de este, pero no se lo permito, yo estoy guiando el beso y debe acostumbrarse , gruñe en forma de protesta pero al final se deja llevar, sus movimientos se vuelven suaves sin dejar de ser precisos, succiones y mordidas pequeñas hacen que suelte un leve jadeo.

La falta de aire me obliga a separarme un poco, nuestras miradas se unen y más recuerdos de mi vida anterior me llegan.

No sé si es mi imaginación... pero me está mirando de una manera diferente, no es solo deseo... hay algo más y eso me asusta.

—No deberíamos dormir así y lo sabes...—aparta la mirada bruscamente, pero no me aleja.

—Su dama de compañía, ¿no recibe alguna recompensa por tan buena atención?—hago mi voz lo más sensual posible y digo eso aunque me sienta como una prostituta, dicho como por milésima vez.

Sus labios se curvan en una sonrisa ladina, mientras se acerca a mi oído con calma.

—Recibir tanto placer es suficiente preciosa—muerde mi lóbulo y añade—pero haré una excepción— su voz grabe me excita siempre.

Oculto nuevamente mi cara entre su cuello y hombro, acomodándome para dormir.

Un movimiento ágil de su cadera me hace gemir involuntariamente, ha salido de mí soltado un jadeo grave.

—Tenia que salir o te haría mía unas mil veces más—avisa apoyando su mano en mi espalda baja.

Si no estuviera tan cansada le diría que no importaba, que lo haría cuantas veces quisiera pero mi cuerpo realmente ya no resistiría su intensidad otra vez.

Asiento y finalmente me voy quedando dormida entre sus brazos, mañana aclararía mi mente, hoy solo somos los dos.

...

Entre dormida busco al sucesor, con pereza abro un ojo y me doy cuenta de que la cama está vacía.

Quito el pelo de mi cara, al menos el sueño había sido reparador, después de ducharme, me vio con su ropa y salgo de su habitación tomando mis cosas.

Corro al campo de entrenamientos, pero alguien me detiene, es Scjy2.

—El entrenamiento ha sido cancelado— sus palabras salen cortantes, ni siquiera me mira y mantiene una distancia enorme entre ambos.

 B.T.W Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora