¿Qué nos pasó?

Capítulo XV

Hello there! Acá un nuevo capítulo. Gracias a todas las ideas que han dado jaja. Algunas las he podido aceptar otras no porque hay una trama ya creada, pero sin tantas ideas que me han dado jamás habría podido avanzar tan rápido jaja. 

Si aún no pongo el momento en que se sepa la verdad, es porque estoy negociando ideas con la persona que pidió esta historia. De todas maneras les haré saber cuando arda el mundo jaja y que decisión se tomó jaja.

Satine despertó primero y notó que estaba semidesnuda. Miró a Padme y la vio en las mismas condiciones. Sonrió y nego, dándose cuenta que Palo ya estaba usando sus rídiculos pijamas de seda.

 - Ni se te ocurra decir algo del pijama- dijo Palo con sarcasmo, sabiendo lo que la mirada de Satine significaba.

- Prefiero los hombres que duermen sin camisa- dijo Satine acomodándose en el abrazo de Palo.

- ¿Es en serio?- preguntó Palo 

- En defensa de Satine, también los prefiero- dijo Padme y Palo la acomodó más en sus brazos.

- Si, si, lo dicen porque sus maridos son ejemplos de masculinidad- dijo Palo con ironía- Pero de los tres ¿Quién es el que despertó con dos bellas mujeres semidesnudas en su cama?-preguntó Palo y las dos mujeres estallaron en carcajadas. Palo era un idiota. Pero un idiota que adoraban.

- ¿Dónde dejaste mi vestido?- preguntó Padme mirando a Palo con los ojos entrecerrados por la luz del día.

- Está doblado sobre la silla- dijo Palo- El tuyo también preciosa- dijo mirando a Satine.

Ambas mujeres se levantaron y se vistieron. Solo entonces fueron conscientes de la hora.

- Palo, es pasado el mediodía- gritó Satine y Palo casi saltó de la cama

- ¿Qué?- preguntó Palo mirando a las mujeres.

Padme se congeló. ¿Pasado el mediodía? No tenía que ir a trabajar, pero definitivamente Anakin no iba a creerle que estuvo hasta el mediodía tomando fotos con Satine. 

Palo observó a las dos mujeres lentamente entrar en pánico. Él mismo entraba en pánico, fuera lo que fuera  que ocurriera él sería la víctima de todo eso, si los maridos de esas dos mujeres llegaban a enterarse de donde habían estado, él era el que iba a ser rebanado como un meiloorun. 

- Tengo una idea- dijo Palo que de los tres era el que más rápido pensaba. Y probablemente él que se había metido en más problemas de los que podía contar en su vida y por ende sabía de posibles soluciones.

Padme y Satine estaban nerviosas. Sobre todo Padme.  Palo les había conseguido una nave arrendada con piloto automático, y cuando estuvieron donde Palo les indicó llamaron a Obi- Wan.

- ¿Estás segura de que Obi- Wan y no Anakin?- preguntó Satine que sabía que Obi- Wan era más fácil de manipular, pero definitivamente no estaba segura de poder hacerlo bien. Sobre todo teniendo que cubrir a Padme y su nerviosismo. 

¿Por qué últimamente estaba tan nerviosa? ¿Qué le pasaba? Satine juraba que nunca en su vida la había visto así antes, y ya la había visto en situaciones complicadas en el senado.

¿Tan desconfiado era Anakin que ella estaba así de nerviosa? Sinceramente, en esos minutos, no quería saberlo.

- Créeme,  es mejor llamar a Obi- Wan, Anakin me descubriría en cinco segundos, tal vez dos- dijo Padme y Satine asintió. Si, eso era probable, Anakin era bastante asertivo, incluso Obi- Wan lo decía. 

Satine marcó su comunicador, con la visión holográfica activada y esperaron. Aunque Satine rogaba Padme dejara de morderse las uñas o la iba a golpear con el bendito comunicador.